Parece que Extremoduro, en su Ley Innata, profetizaba los anhelos de Abascal por colocarle a los “españoles de bien” un arma detrás del mostrador o en una cajita de Ikea en el altillo del armario de casa. Siguiendo la estela de la “doctrina castillo”, que hace unas semanas se aprobó en el parlamento italiano (queda la ratificación del Senado), todo apunta a que este tema, junto a otros escondidos en las catacumbas de la opinión pública, saldrán a la palestra en las próximas semanas. Señores, las reglas están cambiando.


“Obras son amores…”
“… y no buenas razones”. “Yo dije lo que tú dijiste que nunca llegarías a hacerlo