Mientras Facebook, Apple, Google y las grandes tecnológicas van curvando los límites de lo imposible, aproximando las comunicaciones y las experiencias de encuentro a otro estadio, África, Haití y las zonas más remotas de la selva asiática siguen demandando lo mismo desde el comienzo de los tiempos: harina, techo, agua y algo de levadura.
Lo que se escurre en un tweet…