Hace unos años el profesor e investigador de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar, demostró lo siguiente: “Hay un límite cognitivo en el tamaño de las auténticas redes sociales que ni siquiera se puede superar a través de las ventajas asociadas a la comunicación en línea”. Esto quiere decir que aunque alguien se ponga la febril meta de conseguir los 5.000 amigos que permite Facebook, su relación con cada uno de ellos será inexistente en la mayoría de los casos o forzosamente “insignificante”.
Entonces, ¿para qué tanta pamplina?.