Revista de actualidad, cultura y pensamiento

UserImg Etiquetas

Tribunal Constitucional

Puigdemont tira de Orwell y se postula a lo Gran Hermano

En Viñetas por

La mesa de edad del Parlament, con tres miembros de ERC, se ha pronunciado: Puigdemont, desde el país de nunca jamás, puede ser el presidente de todos los catalanes. No solo de 2 millones de abducidos y seducidos por las proclamas tristes y catastróficas de los secesionistas. Todo parece indicar que Puigdemont, desde su retiro de la justicia española en Bélgica, está aprovechando para marcarse unas cuantas lecturas distópicas.

Quede claro. El Tribunal Constitucional actuará y todo esto no será más que otro capítulo de esta locura en diferido.

Viñeta de Don Cástulo. Más en su blog personal.

 

Un mártir por la independencia

En Cataluña/España por

El independentismo catalán ha vuelto a envidar al Gobierno de Mariano Rajoy, envite que se vería reducido a intento si pretendía Puigdemont dirigir el dardo, en forma de ley, contra el Estado democrático. Tanto es así que la supuesta ley de desvinculación de Cataluña de la España opresora, sólo exigiría al Gobierno lo que anunció la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría: recurrir tan pronto alguien se atreva a rubricar esa ley.

Las instancias judiciales serán el escenario para una nueva pelea entre la etérea pretensión de cuperos, junteros y esquerros con la realidad de la democracia y de un país como España: el cumplimiento de la ley vigente en la Constitución. A la hora de contemplar el problema territorial de España, en particular con Cataluña, se trata de saber que España es una nación indivisible que reconoce la diferencia de los territorios que lo forman, no de esgrimir únicamente un sentimiento como respuesta a ver a quién le late más fuerte la carótida. Lo que España es hoy, que reza la Carta Magna, es lo que realmente tratan de petardear algunos sectores políticos catalanes. Sigue leyendo

Órdago a la chica en Cataluña

En Cataluña/España por

“Jugador de chica, perdedor de mus”, dicen quienes conocen los entresijos de este juego que hay que dominar para poder fanfarronear en cualquier bar castellano que se precie. Lamento decir que no me cuento entre ellos.

El caso es que lo vivido ayer en Cataluña, una declaración de independencia en diferido, con toda su pomposidad y su épica no es sino la única opción que permiten los resultados de las pasadas elecciones catalanas. Eso, o tirar la toalla e irse cada uno a su casa.

Si hubieran tenido “pantalones” o, en realidad, si el movimiento independentista contara con la legitimidad que de cara al público pretende para sí —si fuera capaz de movilizar realmente al “pueblo catalán” (ese sujeto indeterminado)– es difícil pensar que la cámara autonómica hubiera apostado por seguir “pinchando” al Estado para tratar de forzar una reacción con la que poder seguir jugando a la víctima ante el resto del mundo. Sigue leyendo

Ir al inicio