Coronas, bailes y pantalones de pitillo
El verano ha llegado, una vez más. Algunos se habrán dado cuenta gracias a los termómetros de las paradas de autobús, o los encierros de San Fermín, quién sabe. Otros vemos en la llegada de Wimbledon el síntoma inequívoco de la entrada de la temporada estival. La llegada del baile, las vistas, el champán y las fresas. También es época para fumar en exceso y enamorarse, pero bueno en eso ya entraremos en otro momento.
Este año, el torneo de tenis más prestigioso y antiguo del mundo ha coincidido con la visita del Rey Felipe VI a Londres. Fue recibido por la Reina Isabel II, el duque de Edimburgo y la monarquía británica al completo. El Rey tuvo la oportunidad de dar un discurso en el Parlamento, visitó la tumba de Leonor de Castilla en Westminster y mantuvo un encuentro con empresarios, entre otras muchas cosas. La Guardia de Gales les recibió en Buckingham. Allí se quedaron a pasar unos días, acompañados de distintas personalidades, de pompa y cenas exclusivas. Sigue leyendo