Historia de una ciudad: Michael Sandel y la Justicia
“El tiempo pasa… Nos vamos poniendo viejos…”, cantaba Mercedes la negra Sosa allá por 1982, en una de esas canciones que escuchas durante la infancia y no olvidas jamás. Ahora que soy adulto, y me he desprendido de las cosas de niño —que diría San Pablo— podría añadir que no sólo me hago viejo. También menos ingenuo. Y más escéptico. Cada dos por tres me encuentro con adultos a los que les ha ocurrido lo mismo. Pero ignoro si esta metamorfosis es universalizable.
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