El bueno, la fea y el malo
El tiempo ya no acompaña. El frío se agarra a los huesos, la noche amenaza con lluvia y hay humedad en el ambiente. Se acerca la medianoche y el ‘Triki Pub’ está a rebosar de cincuentones (viejóvenes los llaman hoy día). La terraza la componen cuatro mesas, 13 clientes y dos perros con más ganas de irse a casa que otra cosa.