El caso del máster de Cristina Cifuentes despierta preguntas y levanta polvaredas. Las referidas a la política son sencillas: ¿debe dimitir?, ¿cuándo y cómo? Y, Ciudadanos, partido con el que mantiene un pacto de investidura que refleja en su punto 3 que el falseamiento del currículum conlleva la separación del cargo público en cuestión, ¿debería haber actuado ya?
Pero, mientras tanto, otras cuestiones de mayor calado saltan al estrado porque lo cierto es que no se habla de una mentira únicamente. Es decir, no son casos como los de Elena Valenciano, Juan Manuel Moreno o Joana Ortega que tenían en sus biografías públicas errores, cuestiones infladas o erróneas. En el caso de Cristina Cifuentes no se trata de un título inventado o maquillado en su currículum sino de un sistema puesto a disposición de la estructura del poder acreditando algo que presunta y probablemente no exista. Una manipulación del sistema de educación pública, violación de los protocolos y obsequio de un título oficial para la que ya en ese momento ostentaba un cargo público. Sigue leyendo