Pro Lingua Latina
La muerte de las lenguas no tiene nunca la misma causa. Unas fallecen de muerte natural, otras por exceso de peso, otras por fallos en el corazón y unas pocas mueren asesinadas. Hay incluso algún fenómeno de aborto, pero temo caer en el error de mancillar el venerable catálogo de los idiomas muertos con el inútil esperanto, un “idioma probeta”. No quiero parecer despectivo en este sentido.
Me parece muy loable que algún lingüista se divierta inventando lenguas. Es una afición tan legítima y justa como algunas otras. Siempre y cuando se quede en eso: una afición. Sigue leyendo