La comunicación depende de la posibilidad del perdón
«Si me engañas una vez, la culpa es tuya; si me engañas dos, es mía». Suele decirse de esta frase que es un proverbio árabe, aunque Eduardo Palomo en su Cita-logía se la atribuye a Anaxágoras. Sea como fuere, la frase viene a subrayar dos ideas complementarias. Por un lado, que la confianza debe ser un a priori de la comunicación y de las relaciones humanas. Dicho en modo negativo: constatamos con facilidad que la desconfianza torna el encuentro interpersonal prácticamente imposible. Por otro lado, la frase subraya también que ese a priori de confianza debe ser refrendado en la experiencia. Si el otro se revela no-veraz o no-confiable, darle nuestra confianza no sería ya virtud, sino imprudencia.
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