Durante los últimos tiempos, la denominada ideología de género ha irrumpido como un torbellino y ha venido a instalarse en el corazón de los parlamentos, leyes y movimientos reivindicativos de medio planeta, para regocijo de unos y alarma de otros.
Palabras como patriarcado, género, dominación y emancipación, que provienen del ámbito del pensamiento, se han instalado en nuestras sociedades hasta volverse vocabulario de uso común.
Cuando un ensangrentado y heroico Rocky Balboa (Sylvester Stallone) tiró a la lona a Ivan Danko (Dolph Lundgren) había vencido el “sueño americano”. El humilde dreamer de origen italoamericano, forjado en los suburbios al calor del tema “Eye of the Tiger” (Survivor), derrotaba en la cuarta parte de la saga al hierático y tecnificado mundo soviético. Sigue leyendo
Putin ha ganado. La victoria electoral de Trump, la tregua en Siria, la dominación de zonas de Ucrania, las victorias de presidentes pro-rusos en Moldavia y Bulgaria, el mantenimiento de los precios del petróleo, el apoyo creciente de movimientos identitarios en Europa Occidental. El 2017 abría con este gran titular, la prensa de medio mundo proclamaba su triunfo sin paliativos. Obama se marchaba, su alter ego mediático e ideológico (y supuestamente geopolítico), y él se quedaba sine die, pero no solo como presidente todopoderoso en una Rusia denunciada como “oscura y amenazante”, sino supuestamente en los parlamentos y ordenadores de las democracias occidentales. Sigue leyendo
Hace solamente unos años, era un lugar común entre algunos tertulianos de los medios de comunicación y comentaristas varios decir que la desafección política en España se debía a que los partidos políticos “ya no tienen ideología”.
Hoy, los esfuerzos por reanimar al socialismo después del estado en el que quedó tras la legislatura de Zapatero van precisamente en esa dirección: presentar a un partido con “las tintas cargadas” y capaz de aportar algo al debate público en lugar de ir simplemente a remolque de las originalidades varias de la calle.
Comienza 2017 con los poderes públicos en plena forma, haciendo gala de su afán de omnipresencia en nuestras vidas y de sus celos hacia todo lo que no puedan controlar directamente y manipular a su antojo. Esta vez le ha tocado el turno nada menos que a la tradicional cabalgata de los Reyes Magos.
Se trata de un momento mágico para muchos niños, y por tanto ideal para llamar su atención sobre determinados mensajes políticos que parecen ser la única cosa que entretiene y ocupa las entumecidas mentes de muchos de los adultos. En Vic y otras localidades catalanas SS.MM. de Oriente serán recibidos entre banderas denominadas “esteladas”, un diseño de fantasía de inspiración cubana que data de la época de entreguerras. Sigue leyendo
El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de la repúblicas soviéticas que conformaban la URSS estamparon su firma sobre Tratado de Belavezha, con el que certificaban lo que, después de la caída del Muro de Berlín, era ya una evidencia: el fracaso del proyecto comunista en el siglo XX. Aunque los coletazos de la utopía proletaria llegan hasta nuestros días.
La disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la apertura al mundo de los pueblos que la conformaban permitió al mundo recordar muchos horrores que se creían enterrados desde el fin del Nacionalsocialismo, y descubrir otros aún mayores. Con motivo de esta efeméride reproducimos la siguiente reseña:
En una ocasión, el tan olvidado pero afamado miembro del círculo La desesperación del té –que reunió en la Residencia de Estudiantes de Madrid a ilustres artistas y literatos españoles contemporáneos– Pepín Bello, tras conocer la influencia ideológica que ejerció María Teresa León en su querido amigo Rafael Alberti, se preguntó: “¿Cómo alguien capaz de reflexionar se puede hacer comunista? Es la mayor negación de la libertad, algo repulsivo”.
Esta iluminadora inquietud de Pepín también nos la podríamos hacer nosotros, incluso la propia historia, cuando advertimos banderas comunistas en cualquier manifestación contra los recortes del Estado democrático. Pero la mayoría, paradójicamente, no lo cuestiona. Pues bien, hagamos un experimento: ¿qué pensarían ustedes si vieran en una manifestación democrática a personas con banderas o indumentaria nazi? Probablemente la crítica o la repulsa más vomitiva serían unánimes en la sociedad contra aquella expresión de la barbarie y crímenes del nazismo. Sigue leyendo
El oficio de periodista es lo suficientemente diverso como para acudir a simplificaciones sobre qué área del periodismo representa más fielmente la esencia de esta profesión. Cronista de sucesos, columnista de opinión, editorialista, director de sección, entrevistador, crítico de espectáculos, reportero, analista… facetas todas de un arte admirable, que nace de la urgencia de comunicar algo a alguien, que exige la convivencia más o menos prolongada con el objeto del artículo, la crónica o la noticia en cuestión y que adquiere relevancia por su valor eminentemente personal. Los productos del periodismo —escrito, radiado, visualizado— podrán transparentar más o menos la personalidad de los autores de sus piezas, pero en todo caso es un oficio que procede de personas que se dirigen a otras personas a las que dan cuenta de distintos aspectos de una realidad común protagonizada por personas. Sigue leyendo
Allí donde se empieza quemando libros, se termina quemando hombres, decía el clásico moderno. Podríamos añadir que allí donde se empieza por sublevarse contra el Estado de derecho, se termina por violar las libertades individuales.
De Borges recuerdo un poema llamado Un poeta menor que decía: “La meta es el olvido, yo he llegado antes”. El paso del tiempo todo lo borra, antes o después nosotros y las cosas que para nosotros han sido importantes se diluirán hasta desaparecer. Quizá lo importante sea tratar de alcanzar esa meta anticipada por Borges lo más tarde posible.
Tengo para mí que no será Guillermo Rodríguez, conocido como Arkano, uno de los primeros en llegar. Su carrera musical ha sido una sucesión excepcional de éxitos habiendo ganado con 21 años dos campeonatos nacionales de la Red Bull Batalla de los Gallos y una Final Internacional, que lo consagró como mejor del mundo de habla hispana en Chile el año pasado. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, batió el récord mundial de improvisación tras rapear durante más de 24 horas en la Puerta del Sol de Madrid. Pero no es eso, siendo mucho, lo que a mi juicio pone un punto y aparte entre Arkano y el resto de raperos, y lo que le convierte en una artista llamado a perdurar. Sigue leyendo
Parece que ahora mismo el mundo está conformado por dos fuerzas incompatibles que no están dispuestas a ceder: Conservadores y Progresistas. Siempre me ha llamado la atención lo inadecuadas que son las etiquetas impuestas por la prensa y por los demagogos, en general. Hablar de “violencia de género” es tan absurdo como convertir la voz “progreso” en antónimo de la voz “conservación” o convertir en contradictorios sus verbos. El uso de “derecha” e “izquierda” lo dejaremos estar, ya que es evangélico. Sigue leyendo
Las dificultades que afrontan nuestros dirigentes para configurar gobierno o los primeros pasos de los nuevos partidos en la política institucional son asuntos que, de un tiempo a esta parte, acaparan la atención de los medios y de la población en general. Bienvenido sea. Sin embargo, quizá no convenga ilusionarse con que el renovado interés por la política que manifiestan jóvenes y adultos provenga de una ciudadanía ilustrada. Muchas veces, seguimos las noticias sobre partidos y campañas con el mismo espíritu que atendemos el resto de noticias: por ver qué hay de nuevo. Lo cual en absoluto es despreciable. Sigue leyendo
La propuesta de Ahora Madrid de mandar a paseo al Rey Baltasar para poner en su lugar a su hermana Baltasara, ha generado reacciones de todo tipo y memes muy divertidos, “Gaspar será una drag-queen asiática”, etc. ¿Han reemplazado la tradicional cabalgata de reyes por un carnaval adelantado? ¿Empoderamiento druídico, reintroducción del solsticio de invierno? Bien, por más que uno se pueda reír con las ingeniosas respuestas, o participar de la indignación de algunos escandalizados burgueses de nuestro partido, yo prefiero dirigir mi atención al país de la reina maga, y dejar a su camello pastar tranquilo.
Lo primero que me gustaría señalar es que estas propuestas al parecer tan disparatadas para algunos no lo son en absoluto. Antes bien son perfectamente coherentes con los valores y costumbres de su país. La propuesta para la Cabalgata y otras (cambiar los nombres de las calles de la ciudad, etc.), no son otra cosa que acciones estratégicas para generar en la sociedad una nueva lectura de la realidad, que responda a principios diferentes a los “tradicionales”, heredados estos de una cosmovisión cristiana, fruto del encuentro entre la cultura hebrea y griega, que debe, ante todo, ser barrida y olvidada. Sigue leyendo
Dijo un viejo compañero de facultad que de la España oficial, de sus instituciones y partidos, no queda más que”el inmenso esqueleto de un organismo evaporado, desvanecido, que queda en pie por el equilibrio material de su mole, como dicen que después de muertos continúan en pie los elefantes“.
Ese viejo compañero, feroz crítico del bipartidismo, decía estas y otras palabras de los herederos de quienes trajeron la monarquía y la democracia (una democracia débil, pero democracia a su modo) a España, en la Restauración Española de 1875.
Ciento un años después de que Ortega y Gasset pronunciara su discurso ‘Vieja y Nueva Política’ nos enfrentamos en 2015 a unos comicios que vienen marcados por el mismo espíritu de entonces: los odres caducos contra los odres nuevos, en una pugna feroz por embriagarse con nuestros votos. Sigue leyendo
Decía en la postguerra Castelao, ese intelectual gallego tan incomprendido, que hay muchos antifascistas fascistas. Ellos no lo saben. Son como esos hombres a quienes les apesta el aliento y nadie se atreve a decírselo. Viene esto a cuento de todos los «anti», sean ellos fascistas, comunistas, sionistas, nazis o de cualquier otra ideología, porque la característica de ser un fanático contrario de algo es que de alguna forma te ciega, aunque no es lo único malo que tiene.
Ser anti casi es ser nada…
Con frecuencia, en una sociedad que todavía valora la libertad de la democracia, se intenta vender ese antifascismo, anticomunismo o antisionismo, por poner tres ejemplos frecuentes, como garantía de ser demócrata y defensor de las libertades, como si no hubiera más que dos opciones posibles.
Esta es una de las memeces más generalizadas de las ideologías políticas, pero cualquiera puede, con no demasiado esfuerzo intelectual, darse cuenta del error que encierra: si eres contrario al pimentón no implica que te guste el azafrán, de la misma forma que si no te gusta el azul no estás obligado a que te entusiasme el rosa. Pero sí que es interesante, para aquellos que tratan de obligar a los ciudadanos a tomar partido entre dos únicas opciones políticas, mayormente por la suya, el hacer creer que solo siendo «anti» se tiene la garantía de ser «pro» de lo que ellos quieren aparentar.
Desgraciadamente la experiencia histórica nos muestra que los que presumen de antinazis o antifascistas muchas veces fueron y son contrarios a las libertades y a la democracia, al menos en el mismo grado que las ideologías que rechazaban y rechazan. El ser «anti» es una mera negación y por lo tanto no afirma nada por sí sola; niega una parte del universo, pero no todo lo demás.
Además, el ser «anti» tiene el inconveniente de ser una mera postura destructiva; no sirve para construir nada positivo. Es cómoda para aquellos que no quieren mostrar lo que realmente desean construir o para quienes no tienen más proyecto que su nihilismo.
Estos días estamos viendo las posturas de los que presumen de ser antisionistas o de aquellos que tienen como honra intelectual ser anticapitalistas, pero, en el fondo, ambas negaciones no son más que la tinta de calamar que esconde sus verdaderas intenciones.