“Lo que posees acabará poseyéndote” – afirmaba con desprecio Tyler Durden – “Suéltate”
El Club de la lucha: Una película que fracasó en la taquilla pero se convirtió con el tiempo en un obra de culto. Una peli que, al margen de otras posibles consideraciones, podemos leer como una crítica brutalmente nihilista y amoral-no apta para estómagos delicados- de la sociedad consumista occidental de antes de la crisis.
Una crítica de la sociedad consumista. Sí, esa que vio caer el muro de Berlín y que creyó haber llegado al “fin de la Historia”. Sí, esa que celebró la muerte de Dios y el ocaso de las ideologías. Esa que dio a luz a la que los sociólogos llamaron la “generación Y” y que es la nuestra, la de los nacidos entre los finales de los 70’s y mediados de los 90’s. Los “GYPSY” (Gen Y Protagonists & Special Yuppies), egocéntricos y narcisistas, protagonistas indiscutibles de nuestra propia película. Los GYPSY: la generación que llevó a algunos a hablar de la “crisis de las élites”. Clases medias y altas enriquecidas y descreídas, cuyo único credo fue la diversión, y su único mandamiento, el consumo. La ropa y la música, las nuevas formas de afiliación: eres lo que vistes, eres lo que escuchas Sigue leyendo