Revista de actualidad, cultura y pensamiento

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elecciones generales

Unidas Podemos y la altura de miras

En España por

La principal lógica de un sistema electoral con segunda vuelta es evitar una repetición de elecciones. O mejor dicho, evitar perder el tiempo de los políticos, de hacerselo perder a los ciudadanos evidenciando la bajeza de miras de los representantes públicos, y de reducir los costes de reorganizar toda la infrastructura electoral desde cero.

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Pablo Iglesias y el espíritu de los tiempos

En España por
Pablo Iglesias

Todo discurso -sea deliberativo, forense o demostrativo- busca producir un movimiento de la inteligencia y eventualmente de la voluntad de los oyentes: que el público piense, quiera o haga lo que se les propone.

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En busca de confluencias

En España por
caminos confluencias

Afortunadamente la propuesta realizada por Vox en la precampaña electoral, para permitir un más fácil acceso a las armas de autodefensa personal, ha sido rechazada por la inmensa mayoría de la opinión publicada, queremos creer también que del público y por el resto de los partidos. Es un ejemplo extremo de creación de un conflicto artificial y de su utilización para captar la atención y ganar adeptos.

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Hacia el pentapartidismo: una irreflexión

En Cultura política por

Escribo estas líneas en la mañana del 28 de abril, es decir, a pocas horas de que España pase de tener un sistema parlamentario tetrapartidista a uno pentapartidista.

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Todo o nada: la inmoralidad de la pureza

En Cultura política por

Hay un selecto grupo de personas que, en nombre de la pureza, y defendiendo grandes ideales, renuncia a cualquier contacto con la realidad política, prefieren destruir lo que hay antes que aceptar medirse con las imperfecciones de lo posible. Ya sea porque consideran impura la realidad, o porque la condenan sin remedio, el caso es que descartan cualquier intervención sobre las cosas, tal y como están. Siguiendo esta actitud fuerzan a la realidad a obedecer a ley del “todo o nada”.

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PSOE: gigante en encuestas, líder en tendencias

En España por
PSOE Sánchez 28a

Esta semana, el barómetro publicado por el CIS de Tezanos, con más de 16.000 encuestas realizadas en el pasado mes de marzo, otorga al PSOE una horquilla de entre 123 y 138 escaños. El PP estaría entre los 69 y 78 escaños, Unidas Podemos tendría entre 34 y 41 escaños, Ciudadanos 42-51 y Vox entre 29 y 37.

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Vox, un partido inevitable

En España por
VOX Abascal Ortega Smith

De VOX, el nuevo partido de la derecha española, se puede decir que es inevitable. Poco más.

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Pedro Sánchez, el hombre que todavía puede ser rey

En España por

De todas las anomalías políticas que ha habido en la historia reciente de España, mi favorita es la de Pedro Sánchez.

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¡No te pierdas el ESPECIAL 26J!

En Elecciones 26J/España por

Siete días para la jornada electoral que viene a constatar un fracaso: ¿el de los políticos o el de la ciudadanía?

Hemos puesto en marcha un ESPECIAL 26J para ofrecerte los últimos análisis, reflexiones y advertencias antes de las elecciones y, por supuesto, para tratar de arrojar luz sobre los resultados que arrojen las urnas. ¡Échale un ojo!

También hemos habilitado un hashtag (#democresía26J) para que nos ayudes a difundir los artículos en Facebook y Twitter. Si quieres compartir, comentar o criticar un artículo, ¡no olvides poner el hashtag para que podamos retuitearte!

[ESPECIAL: Elecciones 26J]

Pedro Sánchez y la clave socialista

En Elecciones 20D/España por

Pedro Sánchez ha sido una anomalía de Matrix. Siendo el candidato más desconocido al comienzo de las elecciones internas del Partido Socialista, se convirtió en el secretario general por encima de los favoritos de otros. Las malas lenguas de la política española (que son muchas), dicen que todo consistió en posicionar un liderazgo endeble para facilitar el ascenso de otro liderazgo que optó por permanecer en “la sombra”.

Hoy, varios meses después, Pedro Sánchez afronta su primer reto electoral como candidato de un partido que, según distintas encuestas, parece condenado a una importancia en declive. El histórico partido del Pablo Iglesias, de las 4 victorias de Felipe González, y los dos gobiernos de Zapatero, se ve hoy en una lucha incesante por ver quién será la cabeza de la oposición. El objetivo formal es ganar, pero el subyacente es sobrevivir.

Cuando se pensaba que había tocado el suelo, en el PSOE sacaron las palas y comenzaron a cavar más profundo, buscando oro se encontraron con un pozo sin fondo. La “radicalización” del programa socialista, no redundó en mejoras electorales. Por el contrario, a los cerca de 40 diputados que el PSOE perdió entre 2008 y 2011, hay que agregar que los sondeos de estas semanas estiman que están cerca de perder otros 30 escaños. Sigue leyendo

Borgen en España: la apuesta de Rivera

En Elecciones 20D/España por

Cuando los dos grandes referentes políticos entran en debacle, la desafección se convierte en caldo de cultivo para gobiernos alternativos. Durante 2014 y parte de 2015 esta posibilidad fue aprovechada por Pablo Iglesias. Luego de las jornadas del movimiento 15M los españoles (y el mundo) asistieron a manifestaciones de hastío y rechazo. Jóvenes y adultos se sumaron y las frías mañanas de marzo dejaron en claro el agotamiento del bipartidismo español.

El secreto de todo sistema de partidos se halla en su capacidad para recoger y representar las demandas ciudadanas en la paleta de colores partidistas. Así, durante décadas, los ciudadanos encontraban en el PSOE y el PP a los dos partidos que podían encauzar sus expectativas, el recambio era satisfactorio para los descontentos e incluso la percepción de un buen gobierno se refrendaba en mayorías absolutas.

La democracia española soportaba bastante bien las críticas, y ofrecía alternativas creíbles al ciudadano. El equilibrio parecía alcanzado, pero como en economía, cuando se produce, rara vez se mantiene por mucho. Así los sistemas sufren desafíos, y si consiguen capear las crisis e incorporar a los elementos “anti-sistema” obtienen rotundas victorias de cara a su supervivencia. Sigue leyendo

Podemos: entre el fracaso y la consolidación

En Elecciones 20D/España por

La consultoría electoral persigue desesperadamente alcanzar el momento indicado en el que la opinión pública y el contexto responden positivamente a las acciones que los partidos y candidatos llevan a cabo. La demoscopia permite identificar aquellos temas que en la agenda pública y posibilita la realización de actividades alineadas con los intereses con mayor potencial electoral.

Hace no más de un año, tras el excelente inicio en una candidatura europea, las puertas de la Moncloa parecían abiertas al profesor y tertuliano devenido en político, Pablo Iglesias. La crisis y el desencanto de los españoles promovió el crecimiento exponencial de Podemos otorgándole 5 eurodiputados a tan sólo pocos meses de la creación del partido.

Durante toda la segunda mitad del año 2014 y la primera mitad de 2015, Podemos llegó a posicionarse como el segundo partido político en preferencia nacional (llegando incluso a convertirse en primera fuerza en las estimaciones durante los dos primeros meses de 2015). Hoy el panorama se ve diferente, siendo desplazado por el PSOE y por Ciudadanos en su carrera por convertirse en cabeza de la oposición y alternativa a un nuevo gobierno del Partido Popular. Sigue leyendo

Rajoy y la lucha por resistir

En Elecciones 20D/España por

Hay países donde la situación económica determina el resultado de una elección. Así, hasta la victoria de Obama en 2012, ningún presidente norteamericano había sido reelecto con un nivel de desempleo superior al 10%. La economía puede ser decisiva para la política, pero no constituye un lastre imposible de superar. Otros países se manejan en clave internacional, un entorno económico muy positivo no bastó al PP para superar el problema de 2004 y la crisis producto de la intervención española en Irak.

Las cifras van y vienen, pero las elecciones son constantes. Un adelanto de las elecciones en 2011 permitió al PP hacerse con su segunda mayoría histórica, y el inicio de lo que parecía ser un nuevo ciclo político. Recordemos que meses atrás, el Partido Popular había arrasado en las elecciones municipales, relegando a su rival histórico a las Provincias de Andalucía (donde también gobernaba a nivel autonómico) y Asturias. Salvo los tradicionales feudos inexpugnables de Cataluña y País Vasco, los populares parecían gozar de un poder total.

Mariano Rajoy, siendo un hombre de partido, despuntó por liderazgo organizacional, más que por carisma (apartado por el que siempre es criticado). Y fue precisamente esa fortaleza organizativa (que aprovechó la fuerte caída del PSOE), lo que permitió al PP ganar de forma aplastante en 2011. Sin embargo, una crisis heredada comenzó a hacer mella en la popularidad. Sigue leyendo

Debate a cuatro

En Elecciones 20D/España por

Esta noche, los representantes del Partido Popular, Partido Socialista, Ciudadanos y Podemos se medirán en un debate histórico.

Nunca antes en la historia democrática de nuestro país se ha visto una confrontación, directa y en el mismo plató, entre cuatro partidos políticos en la televisión por ganarse el voto de la población. Principalmente porque nunca antes cuatro partidos se presentaban con opciones a la Presidencia, o al menos de influir determinantemente, si tenemos en cuenta los resultados de las últimas encuestas. De inicio, el encuentro ya ha dado mucho de qué hablar.

La defensa del PP estará delegada a Soraya Sáenz de Santamaría, de quien son más que conocidas sus tablas dialécticas en el Congreso. El resto de los partidos estarán representados por sus líderes – Sánchez, Rivera e Iglesias –  que tratarán de apretar el ritmo en una etapa clave de esta carrera de fondo. Sigue leyendo

¿Quién dijo dignidad?

En Cataluña/España por

Debe de ser duro haber perdido la dignidad. Ese complejo de serpiente que Artur Mas va arrastrando sorprende al más incrédulo. ‘¿Quiénes somos?’, ‘¿De dónde venimos?’ o ‘¿A dónde vamos?’ son preguntas que martillean su cabeza cada mañana.

Gané las elecciones. “Gané” mi invento de plebiscito. ¡Hice creer a todos que era un referéndum! ¿Qué ha podido pasar?, parece estar pensando. Con Artur Mas hemos conocido las infinitas maneras que tiene el ser humano de perder por completo el amor propio ante una sociedad entera. Que si presidente provisional, que si plantearse la presidencia rotatoria, que si hacer un esquema de Gobierno coral… ¡Tantas buenas ideas de una sola persona! Lo curioso es que no esté volcada toda Cataluña en semejante planazo. Es que a veces parecéis españoles, collons. Sigue leyendo

Mitinea , que algo queda

En España por

El verbo intransitivo mitinear no está recogido por el diccionario de la Real Academia Española, pero sí aparece en el Diccionario de español en línea, que lo describe como “dar mítines o participar en ellos”.

Pues bien, ahora que falta poco para que comience lo que oficialmente se denomina campaña electoral (lo anterior, lo que estamos viviendo día a día desde hace tiempo, se llama precampaña) conviene reflexionar un instante: dentro de unos días vamos a vivir rodeados, sobre todo por parte de la televisión, de mítines por todos los costados. Nos van a mitinear de lo lindo.

Y el mundo de la comunicación y del periodismo va a verse envuelto especialmente de las campañas electorales que desarrollarán los partidos políticos de cara a las importantes elecciones generales (para el Congreso y para el Senado) del 20 de diciembre. Son muchos los observadores que critican que las campañas electorales se han convertido en pura propaganda. Sigue leyendo

La conjura de los cenizos

En España por

Cabecera de la página web de la nueva coalición
Cabecera de la página web de la nueva coalición

Hay un nuevo zorro en el corral. Otro más, sí, solo que esta vez amenaza con comerse las gallinas del otro lado del “ring” político, el que hoy corre detrás de Pablo Iglesias. Se trata de Ahora en Común, una nueva plataforma procedente de la izquierda y extrema izquierda que aparece para atacar a Podemos desde la retaguardia.

Hasta ahora, el equilibrio que permitía a Podemos campar a sus anchas por la izquierda, e incluso hacer incursiones para robar las gallinas del centro del cuadrilátero radicaba en el hecho de tener cubiertas las espaldas por una IU completamente desactivada y encastada, incapaz de robarle votos por ese costado.

No hay que olvidar que, en su mejor momento, tras décadas encabezando la “resistencia” contra la dictadura de Francisco Franco, el PCE (más adelante IU) obtuvo el 9,3% de los votos en las primeras elecciones democráticas, en junio de 1977.

Tras ese “rechazo” de los españoles a un proyecto más alineado con el tono previo al levantamiento nacional que con la melodía que hizo bailar a los españoles durante la Transición, el proyecto IU se ha mantenido a remolque de la democracia española sin ser capaz de aglutinar en torno a sí más que a los “cenizos” (Pablo Iglesias dixit) que se reúnen –cual fieles parroquianos– a cantar la Internacional y a despotricar contra un sistema que pretenden heredero de la dictadura (por aquello de creerse todavía necesarios).

Prueba de ese inmovilismo es que, con los años, sus resultados apenas han conseguido igualar el porcentaje de votos de la formación en las sucesivas elecciones generales. Ni siquiera antes de que Podemos viniera a rentabilizar el desastre que José Luis Rodríguez Zapatero supuso para la izquierda española y que ni Rubalcaba ni Sánchez han sabido remontar.

Conscientes de ello, la estrategia ganadora de Podemos consiste en, desde una posición fuertemente asentada en la izquierda, “emplumarse” lo suficiente para ganarse a las gallinas del centro, a la par que transmitir a los suyos una narrativa de “misión” que, avalada por los poco acostumbrados resultados en las encuestas, fuera capaz de ilusionar a los “cenizos” sin ceder al discurso casposo de IU y sus socios.

Los idus de marzo

Ocurre, sin embargo, que de tanto estirar los brazos hacia el resto del corral y hacia la política “de verdad” ha quedado hueco para una el recelo y la conspiración entre los suyos.

A nadie se le pasa por alto que, desde que en enero de 2014 apareció un joven con coleta que se proclamó heredero del 15-M y proponía gobernar España mediante asambleas de vecinos, hasta la presentación –la semana pasada– de un controvertido sistema de primarias para elegir candidato a la presidencia del Gobierno, ha pasado algo más que meses: ha habido un cambio rotundo del proyecto Podemos.

Dicha evolución supone  –desde cualquier perspectiva que se mire– una traición a casi un año (el primero) de discursos sobre la renovación política y el déficit democrático que, a juicio de ese sector de la izquierda española, sufre España.

Sin embargo, responde también a la constatación evidente, por parte de los líderes de Podemos, de que pretender gobernar siquiera un partido (ya no digamos un país) exclusivamente a base de reuniones en la calle lideradas por el frutero, el arquitecto, el peluquero y el responsable de marketing de una pyme no solamente es una chiquillada sino que supone una tremenda pérdida de operatividad respecto a las demás opciones políticas, mucho más ágiles en la toma de decisiones gracias a su “injusto” sistema vertical y su sentido de lealtad partidista.

No hay que dejar de recordar la salida (hace varios meses) de Juan Carlos Monedero del partido debido a discrepancias con la estrategia de la formación, o el hecho de que incluso la muy aclamada Manuela Carmena (la primera en arrebatar el Gobierno de la capital a la derecha) se ha desdicho rápidamente de su pretensión de adoptar un gobierno horizontal, al afirmar que el programa electoral elaborado mediante participación social eran meras “sugerencias”.

En lugar de eso, el “gobierno de los ciudadanos” de Carmena ha quedado reducido a una postura poco menos que estética basada en un recorte de sueldo y unas cuantas fotos en el metro, pero no ha supuesto un aumento real de la participación social en la toma de decisiones.

Como resumen de todo ello, ha quedado un hueco que se ha convertido en lugar de encuentro para los “cenizos” y los puristas del proyecto original de Pablo Iglesias. De este hueco nace Ahora en Común.

Si bien es poco menos que imposible que el nuevo proyecto llegue a sustituir a Podemos como primera opción de la izquierda, en un escenario en el que, a día de hoy, tres fuerzas políticas se sitúan prácticamente en el empate de cara a las generales, es una piedra en el zapato bien grande.

Es obvio que el “bombazo” que ha supuesto la irrupción de Iglesias en el escenario político español no se corresponde con un cambio drástico del espectro político en el que sitúan los españoles (la extrema izquierda continúa siendo minoritaria) sino más bien al éxito de Podemos en la construcción de un relato capaz de atraer a buena parte de la izquierda y del centro.

Por ello, perder pie (aunque solo sean unos dedillos) en su principal caladero de votos, obliga a Podemos a tener que tomar la decisión de apostar más fuertemente por el centro (y perder la base de apoyo que le permite estar más sólidamente asentado que Ciudadanos, por ejemplo), o fundirse con la izquierda y resignarse a ser un proyecto residual, como lo es IU.

50 sombras de Brey

En Elecciones 24M/España por

Se abrió la tierra, las nubes descargaron tormenta y los justos temblaron, mientras sus príncipes y guías eran arrojados al abismo, despojados de su antigua gloria, y sus palacios ocupados por los malditos.

¿Dónde está el presidente? ¿Dónde está Rajoy?

Nadie lo sabe. Ni está ni se le espera.

La segunda gran cita electoral desde que los populares accedieron al gobierno de la nación ha adquirido un tono apocalíptico entre las filas del partido. Muy posiblemente ha contribuido a ello el discurso electoral del “voto del miedo”, que al parecer ha calado más entre los voceros que en la audiencia. “¡Qué vienen los comunistas!“, ha sido la esencia del mensaje que, con poco éxito, ha tratado de inculcar la campaña dirigida por Floriano durante los últimos meses.

En esta huida hacia delante, los barones y líderes del partido coinciden en señalar al culpable, al “tapón”, que impide que fluyan las fuerzas necesarias para salvar al partido de la debacle más absoluta. Se llama Mariano Rajoy Brey.

No en balde, progresistas, conservadores, liberales y socialdemócratas (dentro del amplio espectro ideológico que cubre el partido) se han visto por igual sepultados bajo la carga de las siglas del PP. El tiempo apremia, pero no se aprecia en Génova más que un murmullo, apenas nada frente al muro de silencio de la disciplina popular.

Un muro –recordemos– que se ha convertido en la seña de identidad más notable de este Ejecutivo: silencio ante Bárcenas, silencio ante el “prusés” independentista, silencio ante la liberación de presos etarras, silencio ante las consecuencias de los recortes y el aumento de la desigualdad, silencio ante los partidos emergentes. Demasiada oscuridad para haber tantos fuegos encendidos.

Para la posteridad quedará, como un mal sueño, la comparecencia de Rajoy ante varias decenas de periodistas convocados a la sede del partido, para ver al presidente de Gobierno dar su discurso a través de una pantalla. Se apagó el monitor. No hay preguntas.

Detrás de esa cortina de sombras está probablemente la voluntad de un hombre, quizá un estadista, puede que un visionario, que no se permite que los acontecimientos alteren el curso que ha trazado para sus decisiones. En su balance de fuerzas ha previsto que en muchos de los fuegos que hoy estallan con vehemencia y estruendo no hay aire suficiente. Se apagarán.

Lo que no ha podido prever Rajoy es la capacidad de la duda y del miedo para desmoralizar a los suyos. Ante la aparente pasividad del presidente en medio de la tempestad, asoman ya las primeras voces de alarma. Esta semana, Álvarez de Toledo, la pasada, algunos de los barones territoriales. “¡Maestro, que nos ahogamos!“.

El tiempo apremia (‘winter is coming’) y el líder –depositario del poder temporal– tendrá que someterse al refrendo de los suyos y del pueblo.

Como ya le ocurrió al profeta, puede que los suyos prefieran abandonar al que les sacó de Egipto con la promesa de una tierra que manaba leche y miel (y que por ahora es poco más que un espejismo). Ante la inmensidad aterradora del desierto, es plausible que prefieran agarrarse a la seguridad del becerro de oro, obra de sus manos, sí, pero brillante y atractivo, tangible y presente.

Puede que el “profeta” gallego haya errado la naturaleza de su autoridad, que haya olvidado que es el pueblo y no el FMI quien habrá de respaldarle en noviembre. Puede que lo que haga falta sea un poco más de becerro y un poco menos de promesas, por el bien y la paz de todos.

Otro mesías que viene… y se irá

En España por

Una de de las evidencias más claras de la religiosidad humana es la cantidad de iluminados que se han alzado a cada momento histórico reivindicando para sí el signo de los tiempos y la salvación de su generación. Todavía más sorprendente y vergonzoso para el género humano resulta el apoyo con que siempre han contado dichos mesías y la fe ciega con que en muchas ocasiones han sido elevados por la multitud, aunque no por todos.

Montaje que circula por Internet
Montaje que circula por Internet

Como es natural –a excepción de algún honroso caso– todos ellos tienen una duración limitada o muy limitada y tanto su persona como su legado son, por lo general antes de consumar sus aspiraciones, desenmascarados y convertidos en víctima sacrificial a través del escarnio, la burla y el disimulo de quienes antes los habían elevado sobre el común de los mortales.

La lección que sacamos de todo ello -o la que no terminamos de aprender, según se mire- es que el hombre es, por definición, un ser imperfecto y condenado a caer una y otra vez en lo que la cultura judeocristiana ha venido a llamar “pecado” y que se explica por la debilidad de la voluntad humana. Tanto más, cuanto más amplio es el grupo de los llamados a redimir el mundo.

La cuidada pero vieja estrategia de Podemos va precisamente en esta dirección. A través de la clasificación de los españoles entre los buenos y los malos, la “casta” y el “pueblo“, se han erigido en portadores de una verdad moral cuya manifestación política y órgano redentor es Podemos.

El mismo nombre de la formación recoge en la acción indefinida (el verbo sin complemento directo) cualquier aspiración o esperanza con que se quiera adornar a quienes llevan la corona (no pretendida) de someter a la “casta” a su juicio final y llevar al “pueblo” al paraíso. Ya en su momento lo intentó Gordillo cuando al prometer su cargo de diputado del Parlamento Andaluz, lo hizo comprometiéndose con “las criaturas humanas, la utopía, el pueblo andaluz, la nación andaluza, la insumisión y la libertad”.

Aunque más pueblerino, estrafalario y algo menos agraciado, el edil de Marinaleda afronta, como le tocará en su momento al apuesto profesor universitario, el destino histórico de completar el círculo natural de todos los mesías y pasar por el ara sacrificial, como es de rigor.

Así, independientemente del ámbito en que se pretenda la “salvación” de los hombres, el mesianismo es una de las más explosivas formas de promoción social (si no, recuerden quién era Pablo Iglesias en enero de 2014) pero también una de las más difíciles de mantener. Su efectividad radica en lo más íntimo de la antropología: en su sentido religioso. Sin embargo, a diferencia del resto de líderes, (a quienes se podrá vituperar si caen) al mesías no se le permite bajar del pedestal si no es con una piedra de molino al cuello.

El mito griego de Ícaro y Dédalo ilustra bien lo que ocurre a quienes se olvidan de la debilidad de la condición humana.
El mito griego de Ícaro y Dédalo ilustra bien lo que ocurre a quienes se olvidan de la debilidad de la condición humana.

Hay que reconocer que Iglesias ha sido valiente, y que hará falta más que una entrevista con Ana Pastor para empañar el brillo de la estatua de oro con que presuntamente le adoran cientos de miles, quizá millones, de españoles. Es posible incluso que, independientemente de lo equivocado de sus ideas, en lo personal sea “trigo limpio”. Lo desconozco.

El error original de la formación que lidera, sin embargo, es olvidar la condición natural del hombre, y la verdad de que, independientemente de la bondad de las propias ideas, todo el mundo es capaz de convertirse en casta. Si no, que se lo digan a Errejón.

No tenerlo en cuenta es infantil, presuntuoso y peligroso, pues, aunque uno pueda engañarse a sí mismo, el “pueblo” que ahora le adora terminará por aborrecerle. La pregunta es si caerá antes de las elecciones generales, o habrá que cargar con él durante la próxima legislatura.

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