Tiburones almibarados
Hay un momento crítico en la historia del arte. Un lugar, un día, y una hora en la que cambió de manera definitiva el concepto de obra artística y que se hace imprescindible conocer, para tratar de entender la dinámica actual de un mundo en el que se venden tiburones en formol o esculturas con forma globo por millones de euros.
Son las seis de la tarde, es 2 de abril de 1917. Marcel Duchamp se detiene en el 118 de la Quinta avenida. Frente a él una tienda de objetos de fontanería. Lo acompañan dos amigos, Joseph Stella y Walter Arensberg, que hacen las veces de huéspedes del joven artista francés en Nueva York. Sigue leyendo