Amar lo que tenemos
Era hace unos años, cuando aún teníamos la casa al pie de la sierra segoviana. Por entonces yo andaba a vueltas con el segundo Informe de la Felicidad, auspiciado por Coca-Cola, dentro de un interés profesional más amplio sobre el comportamiento del consumidor. Aún no había descubierto a Bauman.
Por entonces, ya digo, teníamos una casa (¡qué casa!) en Segovia y alternaba mis relaciones urbanas y cosmopolitas con el trato, no siempre sencillo, de la gente del lugar. Sigue leyendo