Revista de actualidad, cultura y pensamiento

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Periodistas: mis profetas favoritos

En El astigmatismo de Chesterton/Periodismo por

Desde finales del siglo XVIII hasta bien entrado el XIX, la guillotina era la última parada de las ideas desbocadas y los actos consumados con alevosía institucional. Los ilustrados se las gastaban así. Con nosotros, te mantienes peinado. Sin nosotros, tu cuero termina en un cesto.

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La mísera vida de ciudad

En Democultura/Pensamiento por

Lo decía el gran Dámaso Alonso, aquel poeta enhollinado de la era franquista: subía la demografía en la capital española y se situó por primera vez sobre el millón de habitantes. Los residentes de la gran villa aplaudían orgullosos de que su ciudad creciera, y esbozaban sonrisas de altanería y superioridad. Y mientras los titulares de los diarios afamaban el nombre de Madrid, él escribía en Hijos de la ira:

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres, según las últimas estadísticas.

¡Ah! ¡Cadáveres…! Madrid era un sepulcro, y sus habitantes sacos de hueso y ceniza. Sigue leyendo

DiCaprio, no te mereces el Oscar

En Cine/Democultura por

Los medios de comunicación o la prensa oficial, como diría Hilaire Belloc, han conseguido que el lector inconformista dude, por sistema, de todas las afirmaciones rotundas que éstos hagan sobre cualquier tema.

Sucede con política, donde determinadas cabeceras televisivas han trasladado -ante la inoperancia actual del Parlamento- a diputados de todos los colores al plató de televisión y ya les vemos legislando;  a golpe de encuestas a pie de pantalla y de hashtags traviesos.

Sucede con los temas de migración, donde toda verdad qué conocemos sobre los centenares de miles de personas que andan deambulando por Europa ahora, en este momento; con las manos destrozadas de tanta verja, se debe a la cámara  caprichosa de la agencia de comunicación que ande peinando la zona.

Y como no podía ser menos, sucede con la cultura. Sigue leyendo

¡Si te vieran los bosques!

En Columnas/El astigmatismo de Chesterton por

Desde muy pequeño tengo la idea de que los árboles de los bosques, a la mínima que se levanta un poco de viento y entran en contacto sus ramas, se intercambian los secretos de los hombres. Y  he aquí la principal razón -no el agua o el sol como la biología dicta- por lo que sus jugosas raíces se retuercen por la tierra. Por lo que sus troncos y bifurcaciones despuntan la gravedad, quedando expuestos a un vendaval de anhelos, absurdos y disparates. Sigue leyendo

Tiburones almibarados

En Democultura por

Hay un momento crítico en la historia del arte. Un lugar, un día, y una hora en la que cambió  de manera definitiva  el concepto de obra artística y que se hace imprescindible conocer, para tratar de entender la dinámica actual de un mundo en el que se venden tiburones en formol esculturas con forma globo por millones de  euros.

Son las seis de la tarde, es 2 de abril de 1917. Marcel Duchamp se detiene en el 118 de la Quinta avenida. Frente a él una tienda de objetos de fontanería.  Lo acompañan  dos amigos, Joseph Stella  y Walter Arensberg, que hacen las veces de huéspedes del joven artista francés en Nueva York. Sigue leyendo

Un no sé qué de febrero

En España por

O la febril historia del tipo que le robó la Luna a Calígula

Existe un no sé qué seudo romántico en los que defienden la ideología como único subterfugio del hombre. Como única vía de realización del proyecto del “bien común”.

Son arquitectos de sueños que con la libertad, la igualdad y la memoria histórica llevan a la acción –porque se consideran los únicos moralmente válidos para titánica tarea-  el proyecto de dibujar lo imposible; contentar al derrotado. Éste se considera de esta condición por la pérdida de “su bando” en el campo de batalla. Si se le pregunta si su derrotismo no puede ser algo fútil de la vida como que no le conteste al WhatsApp la chica deseada, te reclama con mirada encendida y te echa una perorata sobre las relacionas plásticas y la falacia histórica de las identidades sexuales. Sigue leyendo

“¡Marcos! Ven a echar aceitunas a los nazis muertos”

En Columnas/El astigmatismo de Chesterton por

Dieciséis horas después de la matanza de París, después de la rebelión de los hashtag, un amigo de toda la vida y yo nos encontrábamos en el Monasterio de Yuste.

Era una gran mañana para un paseo despreocupado. Nada en el ambiente; ni los naranjos, ni los turistas, ni los eucaliptos, ni el busto de Carlos V, parecían saber cosa alguna del maniqueísmo que entonces bullía en tertulias y telediarios.

 “¿Cómo es esto posible? ¿A qué clase de Dios macabro se le ocurre un día tan sublime después de Bataclan?”.

Después de pensar esta ocurrencia, supuse que algo parecido escribirían los más valientes de Twitter y Facebook si vieran la foto de un hombre contento pasear tras las huellas del Rey Emperador.

“¿Cómo se le ocurre andar por ahí en lugar de estar en casa; velando ruidos y furias con la Marsellesa a todo trapo?”. Sigue leyendo

Musas rotas, camas negras y pastores felices

En Cine/Democultura por

Hacer un par de días tuve el raro placer de disfrutar del último trabajo de José Luís Guerín, La Academia de las Musas. Digo “raro” para calificar tanto el tipo placer, como el hecho de disfrutar de una producción cinematográfica española. El largometraje acompaña al profesor Raffaele Pinto y a sus alumnas en un seminario sobre la centralidad del papel de la musa en los temas del amor y de la belleza en la poesía occidental, especialmente en Dante. Pero lo que aparece a primera vista como una inocente discusión filológica, más superficial y aburrida que menos, se troca de pronto en un regocijante experimento humano que le da un sabor fascinante y un sentido profundamente trágico. Sigue leyendo

Fabián, la fe remotamente lírica

En Democultura por

Marta Modino

Era de esperar que con su nuevo disco La Fe Remota, Fabián agotase las entradas de su presentación en Madrid. Con producción propia a cargo del sello ‘La Viejita Music’, este es su sexto trabajo en el que se puede ver una madurez exquisita acompañada de melodía estrictamente ajustada a un verso trabajado y bien tallado.

Marcaban las nueve de la noche del pasado viernes, cuando la sala Siroco comenzaba a llenarse de gente entusiasmada y expectante por escuchar el directo de este leonés que con sus diez años de trayectoria musical y cinco discos publicados arrastra el detalle y la tonalidad en sus letras. Sigue leyendo

Bowie no es un personaje bíblico, pero podría serlo

En Democultura por

Marta Modino

 

David Robert Jones. El resto de los mortales nos dirigiremos a él por su nombre artístico: David Bowie, una de las figuras musicales británicas más importantes de todos los tiempos.

Músico londinense nacido en Brixton en el año 1947, es conocido también bajo el pseudónimo de Ziggy Stardust. Ha sido la cabeza de éxitos musicales como Space Oddity en 1969 ;The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars en 1972 ; Young Americans en 1975, o su álbum más reciente The Next Day en el 2013 tras una década de silencio. Sigue leyendo

El principio del fin en la Universidad

En Educación/Filosofía/Pensamiento por

Si hay algo que nos ha enseñado a hacer la escuela moderna es a cuestionar los motivos y a desconfiar. Alguno habrá que considere su fe ciega en las noticias y su desconfianza igualmente ciega en las enseñanzas de sus profesores de ética como la cumbre de la reflexión filosófica plurisecular. Se aceptan las explicaciones que los locutores de los noticieros hacen de los últimos supuestos hallazgos de la ciencia como se duda a priori del valor de la clase de lógica del profesor de filosofía.

El progresivo alejamiento de la filosofía no se debe a que lo que resultaba culturalmente relevante y pedagógicamente necesario hace unas décadas haya dejado de serlo. A más de un filósofo le podría resultar paradójico que la filosofía –o una de sus ramas– se haya enseñado como materia obligatoria en los bachilleratos o en algunas carreras universitarias. Algún filósofo de lengua afilada y ánimo cínico podría argumentar, no sin buenas razones, que la filosofía ha sufrido un genuino proceso de autodestrucción y que, llegado el siglo XX, los buscadores de la verdad llevaban décadas sin creer que existiera la verdad.

Quizá no. Pero a la gente la verdad le interesa. O eso cree. Cuando menos, eso exigen. Los noticieros, internet, las redes sociales; les proporcionan esas dosis de verdad que su mente les exige de forma convenientemente dosificada. Y siempre con imágenes y mensajes que, si no siempre silogísticamente correctos, nunca carecen de una chispa de humor. Sigue leyendo

Langosta con Salsa de Disparate

En Cine/Democultura por

Todavía tengo muy presente el sketch de Padre de Familia donde Stewie, emulando a Jiminy Glick, se pone a vacilar a Colin Farrell:

Por todos es sabido que los actores pasados de rosca por sobredosis de azúcar de culebrón y tiros californianos, recurren a algún tipo de agente secreto, gurú artístico, brebaje mágico o suerte de códice oscuro que los vuelve a poner en órbita. Estos actores son los responsables de que nos desdigamos de nuestras sentencias y repitamos en círculos selectos donde compartimos una latita de anchoas en almíbar, la funesta frase: “Puf. Ha mejorado mucho este actor”.

A todos nos pasó con Matthew McConaughey, que con Cómo perder a un chico en diez días y otras maravillas a sus espaldas, se arrojó a esta terapia sin vuelta atrás (o quién sabe) con MUD y confirmó su profesión con todas las letras en True Detective, Dallas Buyers Club y la archipirateada Interestellar. Sigue leyendo

Érase una vez…

En Columnas/El astigmatismo de Chesterton/Elecciones 20D/España por

Érase una vez un país extraordinario.

Repleto de rostros, rasgos, lenguas e intereses.

Con montañas, ríos, valles, desiertos, rincones de azahar y sendas con escorpiones a ambos lados.

Durante mucho tiempo, pues este país fue nación antes que cualquiera, ilusionistas y magos de capas largas y gastadas fueron haciendo y deshaciendo sus embrujos y pociones, sin tener muy en cuenta —pues jamás faltaron té con churros a los brujos— a los que a las faldas de los castillos y abadías se peleaban por cuatro migas de pan negro. Sigue leyendo

Los Irreconciliables

En Elecciones 20D/España por

La falacia del discurso de la nueva y vieja ideología en la España del siglo XXI

Mi nombre es Ricardo Morales Jiménez. Soy Periodista, amago de escritor y hostelero a tiempo parcial, si es que eso existe. Soy alicantino y tengo 26 años. Hoy, #20D #EspañaenSerio #FelizDomingo #MileyCyrusAgain, he sido convocado a las urnas para ejercer mi derecho y obligación cívica de votar.

Soy bisnieto de Francisco Morales, desaparecido en el ecuador de la Guerra Civil. La historieta familiar  que todos los años es narrada ante un Nacimiento de plástico, con restos de turrón de chocolate sobre la mesa, cuando ya casi no hay luna y a duras penas queda algo de “Gaitero”, dice que fue  arrojado a las orillas del Guadalquivir tras una reyerta. Regentaba una tienda de comestibles que hacía las veces de taberna en Córdoba. Allí, cuenta mi padre, solían ir a comer y beber hasta reventar miembros de Comisiones Obreras y algunos soldados del Bando Gubernamental.

Cuando mi bisabuelo quería  echar el cierre y exigir el pago de la cuenta, aquellos hombres les decían que saliera a fuera. Que iba a cobrar. Así estuvo en repetidas ocasiones  hasta que mi bisabuelo, lindando los dos metros de altura (nada heredado por mi parte) salió. Y le cobró a esos tres tipos todos los abusos  y miserias propias de la corrupción humana de las dos Españas de la época.  Un par de semanas después, fue al mercado a por género y jamás volvió a casa. Un  presumible testigo de su lanzamiento al río fue a contarle, acabada la guerra, la historia a mi bisabuela. Sigue leyendo

#Venezuela: Democracia de verdad

En Elecciones Venezuela/Mundo por

El pasado 5 de diciembre de 2015 me pidieron que escribiera una palabras sobre el proceso vivido por Venezuela durante sus últimos 16 años de vida política- democrática, y quiero iniciar estas letras y decir las cosas sin ofensas, pero con verdades.

Nací en el octavo mes del año 1957, es decir, 5 meses antes de la culminación de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, por lo que puedo pregonar que nací cuando la brisa de la democracia latinoamericana hacia su entrada triunfal a las costas venezolanas, nací prácticamente en democracia. Y durante 43 años viví y participe como dirigente político, primero como dirigente estudiantil y luego como dirigente de base del partido Acción Democrática, alcanzando cargos políticos y gubernamentales, desde vocal de la directiva hasta presidente de Centro de Estudiantes de la institución donde estudié mi educación media, el Liceo ” Francisco Antonio Risquez”, así como Concejal y Alcalde del Municipio Arismendi Capital del estado Nueva Esparta.

Todas estas actividades pude desarrollarlas dentro de los parámetros de los principios democráticos de libertad, independencia de pensamientos, de expresión, sin dejar de existir y sufrir las ventajas y desventajas de ser o no del partido de gobierno.

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#Venezuela: Cuando la esperanza no es lo último que se pierde

En Diario compartido por

Hoy, 6 de diciembre de 2015, la antigua “Venezuela Saudita”, marca un antes y un después dentro de su historia reciente. Muchos dirán que estas elecciones supondrán el fin de una revolución/dictadura socialista que durante 17 años se ha ido sepultando en vida con el espectro de Chávez, que a través de pajarillos y carteles que le aferran a la vida, va recitando las suertes del país a Maduro .  Muchos otros  dirán que estas elecciones reafirmarán el proceso revolucionario y sueño del “comandante supremo y eterno” en un mundo confundido, destrozado por “las garras del capitalismo”. Y es que, aunque los medios internacionales den a entender que los segundos parecieran ser menos cada vez y que poco a poco abren los ojos del corazón para reconocer la realidad por delante de la demagogia socialista, siguen siendo prácticamente la mitad del país y sea cual sea el resultado de hoy,

grande será la tarea del próximo presidente de crear un proyecto común. 

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La violencia mata al género

En Asuntos sociales/Mujer y género por

Cuando no me ardía el trasero en el asiento de la facultad de periodismo era cuando un profesor se salía del tiesto para expresar una opinión, a mí modo de entender, fundamentada y léxicamente bien construida.

Es un error garrafal atribuir todas las muertes de mujeres en nuestro país a la violencia de género”.

He hablado, con el debido cuidado a las tetas y empujones de Femen, sobre este tema en corrillos selectos. Y no extraigo muchas  más conclusiones que las personales.

Por encima de todo; Un hombre, como una mujer, mata.

No creo que el animal que decide liarse a planchazos con su mujer, en ese horripilante momento, se remonte a la Babilonia que “obligó” a las mujeres a prostituirse. Dudo que viaje al repudio farisaico que terminaba con piedra en cabeza de las mujeres que eran acusadas de adulterio. Permítanme “descreer” que ese monstruo hace un repaso mental de la historia del sufragio restrictivo del voto y participación de la mujer desde que la razón dio a luz en forma de “democracia” y concluya: “Todo esto está mal” y opte por terminar con los derechos y obligaciones de la “mujer que ama” a mamporros. Sigue leyendo

Silencio, “s’il vous plaît”…

En Asuntos sociales por

Ha dicho Hollande que lo de París ha sido un ataque a toda Francia. Aún más, Merkel se ha sumado y ha hecho extensiva la herida a la Europa toda de la fraternidad y de la concordia. Retóricas unitivas y consoladoras en medio de la barbarie, que se justifican por su intencionalidad última, y porque todo se perdona cuando todo calla y todos anhelan una voz a la que asirse.

Más descolocado me ha dejado el discurso de, entre otros muchos, Rajoy, que aseguraba que esto entero ha sido un golpe a la democracia, o el de Iglesias, dulce caudillo, que ha visto amenazado un estatuto de derechos. Renzi superponía la fuerza de la libertad a la fuerza de su enemiga la violencia, y así un luengo etcétera que me ha dado que pensar. Luego he observado desde el último anfiteatro cómo algunos tomaban la palestra desde la platea y los palcos más vistosos y voluminosos, y quemaban las banderas de Francia con monólogos encendidos en favor de la justicia y la equidad con las demás víctimas. Sigue leyendo

Atentados en París: Condenados a vivir juntos

En Mundo por


Ayer viernes, París llegó como una respuesta atronadora a esta cabeza amodorrada e instalada en la comodidad de la rutina, como una amenaza dolorosísima, poniendo de manifiesto que no es posible huir de la realidad y construir un discurso al margen del dolor, del odio y de la muerte. Ayer París me sacudió.

Como prólogo a la masacre, un amigo me invitó al teatro a ver ‘A puerta cerrada’, del francés Jean Paul Sartre, en un pequeño escenario de Madrid. A la salida de la obra, comentábamos con extrañeza las dificultades que habíamos experimentado para acceder a la propuesta del filósofo francés: “El infierno son los otros“. Sigue leyendo

“El Club”

En Cine/Democultura por

“Carga la cruz, carajo”

Galardonada tanto en Berlín como en San Sebastián, “El Club” de Pablo Larraín, es uno de los mejores dibujos cinematográficos del año.

El director de “No”, nos presenta a lo largo de hora y media de película una bonita casa en la costa chilena donde cuatro sacerdotes viven una apacible y “estimulante” rutina.

La llegada de un nuevo religioso, cuyo pecado rápidamente quedará revelado por una de sus víctimas, muestra el verdadero sentido de esta singular comunidad. Se trata de una casa “de oración y penitencia”. Sigue leyendo

Órdago a la chica en Cataluña

En Cataluña/España por

“Jugador de chica, perdedor de mus”, dicen quienes conocen los entresijos de este juego que hay que dominar para poder fanfarronear en cualquier bar castellano que se precie. Lamento decir que no me cuento entre ellos.

El caso es que lo vivido ayer en Cataluña, una declaración de independencia en diferido, con toda su pomposidad y su épica no es sino la única opción que permiten los resultados de las pasadas elecciones catalanas. Eso, o tirar la toalla e irse cada uno a su casa.

Si hubieran tenido “pantalones” o, en realidad, si el movimiento independentista contara con la legitimidad que de cara al público pretende para sí —si fuera capaz de movilizar realmente al “pueblo catalán” (ese sujeto indeterminado)– es difícil pensar que la cámara autonómica hubiera apostado por seguir “pinchando” al Estado para tratar de forzar una reacción con la que poder seguir jugando a la víctima ante el resto del mundo. Sigue leyendo

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