La deriva totalitaria del radicalismo en España
Allí donde se empieza quemando libros, se termina quemando hombres, decía el clásico moderno. Podríamos añadir que allí donde se empieza por sublevarse contra el Estado de derecho, se termina por violar las libertades individuales.
¿Cómo no asistir estupefacto y preocupado a la espiral de noticias en que se nos presenta una España insurgente y, además, prevalecida de su insurgencia, engolfada en la virtuosa apariencia democrática con que los radicales invisten sus actos ilegales? Sigue leyendo