Revista de actualidad, cultura y pensamiento

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Democracia - page 2

Los dos círculos de la democracia

En Cataluña/Cultura política/Pensamiento por

Perdonen que uno vuelva al manido tema catalán, pero si una virtud tiene tal turbamulta es permitirnos pensar qué es y qué no es una democracia, explorar y llegar a comprender mejor nuestro sistema político y, quizá lo más importante, sus límites. Aquel punto más allá del cual nos precipitamos al vacío.

El manido tema catalán me ha llevado a percibir que nuestras democracias representativas giran en torno a dos círculos. Uno sería lo que cabe denominar el círculo liberal. Este estaría vinculado con el imperio de la ley, la división de poderes y el pluralismo. Es un círculo yo diría que oscuro, que solemos pasar por alto, pero en el que reposa el significado más profundo de nuestra democracia. Es decir, aquellas ideas y procedimientos que, decantadas por siglos de luchas y conflictos, nos han permitido alumbrar un sistema de libertad en el que tenemos el derecho, como diría Odo Marquard, a ser diferentes sin sentir miedo. Sigue leyendo

Negar la Transición

En España por

A mediados de los años 60, un desconocido Gabriel García Márquez se puso a escribir. Dedicó 18 meses a dar forma a Cien años de soledad. Era una historia que llevaba dentro, que había madurado durante una década en su interior. Necesitaba contar esa historia. Pero el colombiano nunca pensó que estaba escribiendo el libro más importante, tal vez, del siglo XX.

A principios del siglo XVI, cumplidos ya los 50, Leonardo Da Vinci comenzó a dar forma al Retrato de Lisa Gherardini. Era un retrato más, otro retrato por encargo de los muchos que había creado a lo largo de su próspera vida. Puso lo mejor de sí pero seguro que el florentino no pensó en pintar el cuadro más reproducido, más admirado y más popular de la historia.

Las grandes obras se hacen, no pensando en su grandeza sino en hacerlas. Sólo una vez terminadas empiezan a crecer.

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La situación de los derechos humanos en África

En África desde dentro/Asuntos sociales/Internacional por

Cuando se habla de los derechos humanos en un lugar, se está refiriendo a la capacidad que tiene cada ciudadano de ver su vida y sus pertenencias protegidas por la ley de su país. Y esta ley ha de ser justa, promulgada con la finalidad de alcanzar el bien común.

Cuando es perturbado en sus derechos, ha de tener la posibilidad de recurrir a instancias superiores, administrativas o judiciales. Todas las estructuras políticas, administrativas, jurídicas, policiales y sociales tienen el cometido de asegurar que nadie se sienta injustamente tratado. Sigue leyendo

¿Qué es actualidad?

En Periodismo por

Hoy, jueves, algunos de los que escribimos en estas páginas acudiremos al CaixaForum de Madrid para ver si nos cae un premio: el de Mejor Blog de Actualidad de los Premios 20blogs, que concede el diario 20 minutos. [Actualizado: ¡Nos lo dieron!]

Si es usted uno de los que ya se ha dado un garbeo por Democresía, quizás se sorprenda. ¿Actualidad? ¿Desde cuándo? Lo cierto es que es más probable leer en esta revista textos y nombres de personajes pretéritos que encontrar algún resquicio –que los hay– de lo que uno podría encontrar en un periódico común y corriente. Y, sin embargo, la mayoría de los que escriben en estas páginas son periodistas en alguna medida, sea por formación o por vocación. O ambas. Entonces… ¿nos hemos vuelto locos? Sigue leyendo

Turquía o la democracia suicida

En Internacional/Mundo por

Al igual que los griegos, que en su democracia clásica condenaron a Sócrates a ingerir la cicuta para matarlo, la democracia representativa padece de instintos suicidas intermitentes. Un nuevo bollo, este con aspecto de donner, ha venido a engordar el descrédito hacia los valores demócratas tras el referéndum acontecido hace escasas semanas en Turquía. Una vez más, la democracia disparándose en el pie.

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Cine, superhéroes y democracia (V): el precio de la lucha del superhéroe

En Democracia y Superhéroes por

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La ambición de los agentes antidemocráticos en el cine de superhéroes es oceánica. La lucha por proteger la democracia de los ataques del totalitarismo (ver artículo anterior) es una empresa que requiere plena dedicación por parte del superhéroe. Se da la circunstancia de que no es el FBI, ni las fuerzas del orden, ni el ejército quienes tienen los mecanismos definitivos para luchar contra los supervillanos; no así el superhéroe.

La lucha contra criminales y supervillanos detrás de una máscara conlleva circunstancias incómodas: Sigue leyendo

Cine, superhéroes y democracia (IV): los villanos, siempre antidemocráticos

En Democracia y Superhéroes por

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En el anterior artículo hemos comprobado de qué manera la ciudad democrática es la condición de posibilidad para el surgimiento del superhéroe. La realidad urbana en el seno de la democracia nos da pie a hablar de los peligros que la amenazan: los supervillanos. Ellos son los representantes de las fuerzas que pretenden conducir una sociedad democrática a una sociedad sometida a alguna de las formas del totalitarismo. Sigue leyendo

Cine, superhéroes y democracia (III): la ciudad, el ecosistema

En Democracia y Superhéroes por

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En anteriores artículos se ha mostrado que la democracia es una parte fundamental del mito del superhéroe en el cine. En un mundo sin trascendencia eficiente, la subjetividad del superhéroe reconoce que sólo los valores democráticos son dignos de fe (y algunas personas que los encarnan, también).

Conviene ahora prestar atención al ámbito del superhéroe, su ecosistema artificial: la ciudad democrática. El superhéroe del cine no surge en cualquier tipo de ciudad. Los núcleos urbanos comunistas, totalitarios y pseudodemocráticos son superheroicamente estériles. Según la filmografía superheroica, que un superhéroe surja en Venezuela, Cuba o China tiene tanto sentido como pretender que los delfines erijan universidades. Esto, en parte, explica por qué a ciertos sectores de la izquierda no les agrada este tipo de cine. Sigue leyendo

Cine, superhéroes y democracia (II): la fe del superhéroe

En Democracia y Superhéroes por

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En el artículo anterior pusimos de manifiesto la importancia de la democracia en la mitología del superhéroe en el cine. Ahora quisiéramos dar cuenta de las convicciones más profundas que mueven al superhéroe. ¿En qué tienen fe los superhéroes? ¿En qué o en quién confían? 

Los superhéroes no creen en el Dios del que habla el cristianismo, el judaísmo o la religión musulmana. Los pocos casos de superhéroes que creen en la trascendencia, Hellboy, Kurt Wagner/Rondador Nocturno y Matt Murdocck/Daredevil, ponen de manifiesto la relación entre la fe y la oscuridad en el sentido en el que el pensamiento moderno las ha vinculado. Hellboy es un demonio que se mueve de noche en el subsuelo. El aspecto del atormentado Kurt Wagner/Rondador Nocturno es sombrío, al igual que los ambientes en los que aparece y desparece. Matt Murdocck/Daredevil es ciego, se mueve en la oscuridad y su aspecto superheróico también tiene reminiscencias demoníacas. Sigue leyendo

Cine, superhéroes y democracia (I): El mito

En Democracia y Superhéroes por

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Este artículo inaugura una serie de reflexiones en torno al lugar de la democracia en el cine de superhéroes: Cine, superhéroes y democracia. Quiero mostrar de qué manera el ideal democrático informa los rasgos fundamentales de estas narrativas cinematográficas.

Los capítulos de esta serie son breves y veloces. Confío en que el lector sepa perdonar los inconvenientes de una escritura tan urgente y telegráfica. En esta ocasión prefiero ofrecer garabatos intelectuales que puedan ser leídos y asimilados con cierta rapidez. Sigue leyendo

Protagonistas de nuestra historia (Manifiesto Elecciones EEUU)

En Cultura política/Elecciones EEUU 2016/Mundo por

Estados Unidos, 2016

La inminencia de las elecciones  ha puesto en evidencia una cruda realidad: en el país de las oportunidades, mientras los más dotados de recursos prosperan, otros muchos luchan por sobrevivir. Nuestro país se apoya en la convicción de que el trabajo duro y la iniciativa personal garantizan la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Hoy esa promesa parece fallar. Sigue leyendo

[Más de] Cuatro aspectos en los que has perdido la soberanía

En Elecciones 26J/España por

Una de las grandes pegas del mandato representativo, como avisara Rousseau, es la eventual alienación de la soberanía nacional en la clase política, si se difumina el vínculo institucional entre mandante y mandatario –ciudadano y diputado–. Al final, acaba convirtiéndose el período de elecciones no ya en el único momento de libertad y democracia (así decía el teórico francés), sino en una negociación mercantil, en la que las partes –votantes y partidos– negocian sus intereses, y no están dispuestas a dar más de lo necesario como contraprestación para conseguir lo suyo. Sigue leyendo

Libertad de Prensa

En Periodismo por

La libertad de prensa, garantía imprescindible de un régimen democrático

La libertad de prensa es una libertad que es garantía imprescindible de un régimen democrático”. Es una de las frases rotundas del manifiesto que la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) ha lanzado con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra todos los años el 3 de mayo. Sigue leyendo

Pues Pablo tiene razón

En España/Periodismo por

España aún persigue su quimera, la independencia de los medios, y ayer sobrevivió una vez más a las miradas furtivas.

Los periódicos protestan por el reciente ataque de Pablo al derecho a la información; un discurso en la UCM ante alumnos de Filosofía que reían sus gracias, representando con algo de jira la realidad editorial. Eso de que el jefe del periódico manda sobre el redactor y de que el pez gordo manda sobre el jefe, y que entrambos son capaces de alterar noticias y hasta mentir dolosamente si les conviene. Ha sido poco elegante, pero ayer llevaba en la punta de la lengua el blasón de los profetas. Sigue leyendo

Periodistas: ¿Sirve de algo lo que hacemos?

En Periodismo por

El domingo recibí un mensaje a las 21:15 de la noche:

-Duda existencial: ¿Tú crees que nuestro trabajo sirve para algo? (Era de una periodista amiga mía tras una jornada laboral de 12 horas)

-Pues a un nivel básico, damos un servicio, somos vasos comunicantes. La gente necesita enterarse más o menos de qué va la cosa y nosotros se lo contamos… Eso tiene un valor. Pero imagino que tú hablas de cambiar las cosas.

Básicamente… Sigue leyendo

Sobre la violencia

En Cultura política/Pensamiento por

Acercarse a la obra de Hannah Arendt (1906-1975) suele ser una experiencia tan desafiante como refrescante. Y adulta, cabría añadir. Nunca he tenido la oportunidad de trabajarla “monográficamente” en clase, pero llevo ya dos años animando a su lectura en posgrado. Creo no exagerar cuando digo que la respuesta del alumnado es abrumadoramente positiva: explicar sus ideas, conocer su vida, seguir sus indicaciones y realizar ejercicios de comprensión te lanza de lleno a practicar la filosofía en el siglo XXI superando las estrechas barreras de la especialización y la erudición. Sigue leyendo

Los que quedamos en medio

En Cataluña/España por

Jueguen a las naciones si les da la gana, pero háganlo en sus casas, déjennos en paz y respeten la democracia.

Es infantil y tramposo creer que una minoría mayoritaria tiene legitimidad democrática alguna para forzar al resto de catalanes a subirnos a un proyecto que ni queremos ni ofrece ventaja o seguridad alguna de prosperar. De hecho, solo las formas que se están empleando para llevarlo a cabo (la rebeldía contra la ley, el acaparamiento de las instituciones autonómicas, el bombardeo ideológico omnipresente y la utilización del “prusés” para tratar de encubrir a corruptos y violentos) son ya de por sí causas suficientes para que la deriva independentista a muchos nos produzca más dudas que ilusión, como bien señalaba ayer Agustín Pery. Sigue leyendo

La democracia, en peligro

En Periodismo por

Este tipo de influencias se produce desgraciadamente en todos o casi todos los países, y entre ellos, en el nuestro, en España, donde noticias que pueden ser importantes aparecen en un segundo o en un tercer plano en las publicaciones impresas porque su difusión puede perjudicar a los intereses de la empresa cuyo anuncio aparece en otras páginas del periódico.

Escribe Osborne en su carta de dimisión que la separación que tradicionalmente ha existido en el periodismo británico entre la publicidad y la información ha desaparecido en el caso de su periódico. Y entre el trato favorable que The Daily Telegraph ha prestado al banco HSBC figura el hecho de que le dedicara solo unos párrafos en una página interior del cuadernillo de economía a la noticia de que la entidad bancaria había tenido que reservar la friolera de 1.000 millones de libras esterlinas para pagar multas y compensaciones por la manipulación de mercados que había protagonizado, mientras que otros periódicos publicaban la noticia de forma destacada, de acuerdo con la importancia y el interés que tenía tal noticia. Sigue leyendo

¡Una de democracia!

En Cataluña/Elecciones 27S/España por

“Nosotros hemos intentado dialogar, pero el Estado Español nos ha fallado, se ha negado a reconocer la singularidad de Cataluña y su encaje dentro del proyecto español. No tenemos nada más que hablar.”

Con palabras similares a estas el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, pretende darle la vuelta a la tortilla –esto es, a su pretensión de romper con toda legalidad y separarse de España— y vender al mundo entero que su proyecto busca, en realidad, garantizar la democracia frente a la “opresión”. Sigue leyendo

La vieja vieja política… la de verdad

En Cultura política/Pensamiento por

Nos hemos acostumbrado ya a que los telediarios abran con noticias sobre corrupción, detenciones, irregularidades, contratos un tanto sospechosos y adjudicaciones a dedo: “Es la política, que viene con tara”.

Sin embargo, todo apunta a que estamos asistiendo a la evolución de la política, a un “cambio de ciclo” como dirían los más futboleros. Se ha acabado el tiempo de la vieja política y ha comenzado uno nuevo, en el que el ciudadano reclama más transparencia y participación, y entran pisando fuerte nuevos partidos.
Ante una oportunidad como la que se nos brinda, la de estrenar un tiempo nuevo, debemos recuperar la vieja vieja política, la de verdad, aquella que no corresponde como tarea únicamente a los políticos, sino, en la medida de sus posibilidades, a cada uno.

Debemos buscar y exigir una política verdadera, que busque el bien común y que sea capaz de sobreponerse a las diferencias para construir juntos, codo con codo.

Konrad Adenaue (Bundesarchiv)
Konrad Adenauer (Bundesarchiv)

No se puede concebir una regeneración sin una serie de puntos comunes que pesan más que cualquier ideología: Encontrarlos es la principal y más urgente tarea que debemos afrontar para canalizar cualquier esfuerzo reformador. Para apoyar en este esfuerzo, he elegido algunos fragmentos del discurso ‘El fin del nacionalismo’ de Konrad Adenauer, uno de los padres de Europa, que publica Ediciones Encuentro en el libro del mismo nombre.

  • “Las raíces de la cultura tienen su núcleo en un elevado concepto de la dignidad de la persona y en los valores de cada individuo.(…)la libertad personal es, y seguirá siendo, el mayor bien del individuo.”

Sencillo y claro: Si anulamos a la persona despojándole de su dignidad y de su libertad habremos perdido su esencia. Esto debería ser una urgencia para cada uno, no solo para el Estado.

Papá Estado no ha venido a salvarnos la vida y a eximirnos de cada responsabilidad. Que nadie se equivoque: su misión es facilitar y promover el desarrollo de la persona.

  • Un partido debe participar en las iniciativas de otros partidos, y si es necesario, también en sus métodos de movilización. Basta argumentarlo con la convicción de que ningún partido puede salvar al país por sí solo, y que los partidos tienen que cooperar por el interés del pueblo alemán.”

A cualquiera que haga un poco de memoria le vendrán imágenes a la cabeza de escenas asombrosas que se han vivido en debates, tanto televisivos como parlamentarios, donde lo único que importaba era descalificar al adversario. Si se daba el caso de que alguien –por extraño que parezca– propusiera algo razonable y justo, era vetado.

Los partidos no quieren reconocer propuestas interesantes de otros porque tienen la convicción de que eso sería rebajarse, perder votos y apoyos, someterse a los intereses de otros. La realidad es que deben colaborar juntos para construir para todos, escuchar a una parte de la población que pese a que no les ha votado, tiene el mismo derecho.

Los partidos no son enemigos, aunque ellos lo quieran ver así, son vecinos, son la voz de los ciudadanos; y los ciudadanos de la calle, de los barrios, construyen su espacio propio, lo hacen juntos porque de otra manera entienden que cada 4 años no pueden tirarlo todo abajo para volver a construir. Es contraproducente, nos mete en un fango del que es muy difícil escapar.

  • “El partido no puede reclamar el monopolio de la perfección para sí mismo. Todas las personas tienen fallos, y también todos los partidos.”

El problema presente en buena parte de los partidos políticos es la idealización del mismo, poner al partido y a sus intereses por encima de las personas. Esto hace el vacío entre la ciudadanía y sus representantes políticos, aparta de la realidad al propio partido y a las personas que creen en él.

  • “El pueblo tiene derecho a que todos los partidos le hablen clara, abierta y honestamente.”

Seamos realistas, la política en la que nos encontramos ha perdido una serie de valores necesarios para el buen funcionamiento de la democracia. Los partidos más “viejos” han perdido la credibilidad, están en juicios por sobres, maletines y desviaciones de fondos, y la respuesta que encontramos ante esto es un silencio revelador.>

Han entrado en un juego donde todo vale y todo es justificable para no caer. Recuerda un poco a la serie House of Cards, que tanto éxito está cosechando, quizá porque allí nos muestran a través de la cámara lo que aquí se empeñan en esconder.

Evidentemente, ese no es el camino. Es caer en la fragilidad más absoluta mientras te metes en un callejón sin escapatoria. Por mucho que lo alargues, al final encontraras el final, y para entonces ya será demasiado tarde.

  • “Una oposición parlamentaria no solo debe tener en cuenta los objetivos partidistas. Una oposición tiene que tener en cuenta los intereses del pueblo alemán, y ser capaz de poner esos intereses por encima de los del partido.”

Este proceso de fragmentación puede tener dos consecuencias. O sirve para alcanzar una mayor pluralidad, donde reine el debate y donde quepan más propuestas -cosa que nos beneficiaría a todos los españoles-, o sirve para que, donde antes discutían dos, lo hagan cuatro, lo que al final sería un cambiarlo todo para que todo siga igual.

Esta lección deberían estudiarla y aprenderla de memoria todos los partidos que se encuentren en la oposición después de estas elecciones. Por el bien de ellos y por el nuestro.

  • “El político solo puede hacer justicia a los problemas de la realidad concreta si es consciente de la conexión entre todas las manifestaciones vitales, incluidas las culturales.”

Un político, para trabajar a favor de los ciudadanos debe ser consciente de la realidad en la que se mueve. Un político debe “oler a oveja” y no refugiarse en grandes despachos que hacen de realidad paralela donde todo son sonrisas y apretones de manos.

Es algo que clama al cielo en periodo electoral: se pasan las largas jornadas entre besos y abrazos, pero desaparecen como magos una vez les asignan en el despacho o el escaño que consiguen. Quién no recuerda, en aquel famoso debate donde los ciudadanos de a pie hacían preguntas a políticos, el famoso café de Zapatero…

Estas, que pueden parecer cosas de sentido común, son la gran asignatura pendiente. La política surge por el interés de construir entre todos, por dar una estabilidad y una serie de mejoras. No debe ser para unos pocos, nos pertenece a todos y debemos trabajar en la búsqueda de ese bien común.

El cliente siempre tiene la razón

En Andalucía/España por

Estamos de resaca de unas elecciones andaluzas donde los ciudadanos han decidido dar un giro de 360º. Abundan los análisis sesudos sobre la victoria del PSOE, la derrota del PP, el ascenso de Podemos y Ciudadanos y las crisis de IU y UPyD.

En lo que va de día ya he leído media docena de veces que en democracia los votantes siempre tienen la razón. Por un lado, es un axioma indudablemente cierto: igual que el cliente siempre tiene la razón porque tiene el dinero que anhelas, el votante siempre tiene la razón pues es dueño del voto que buscas obtener.

Son sus votos los que dan y quitan el poder político, y darles la espalda está condenado con el fracaso. Son los votantes los que deciden qué tiene importancia electoral y qué es irrelevante a la hora de votar. Sigue leyendo

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