¿A quién le echaremos la culpa?
A nadie con dos dedos de frente se le escapa el hecho de que, al margen de las prestaciones que ofrezcan, la principal función de los cargos políticos es la de recibir palos. Los hay que vienen full equiped y los hay que vienen con más inglés o con menos, con un doctorado en economía o con la economía de dos tardes, con mejor o peor planta… Incluso los hay con coleta. Pero lo fundamental es que sean “apaleables”. Cuanto más, mejor. Sigue leyendo