Periodistas, ¿parte del problema?
Decía Enrique Meneses que el periodista ha de entender su oficio como el de un aventurero. Ante cada obstáculo, cada revés del destino, se le presenta la oportunidad de probar su valentía, su raza. Y puede que en algunas honrosas ocasiones, cuando se haya metido tan hasta el fondo con un tema en el que los actores implicados tengan que emplear el soborno o manipulación para acallar su historia, se den las circunstancias para sacar a la luz su calado moral; ese que se aprendía más en las meriendas con Nocilla que en las cañas de la facultad.
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