Madrid era una fiesta
“Cuando llegaba la primavera, incluso si era una primavera falsa, la única cuestión era encontrar el lugar donde uno pudiera ser más feliz. Si estábamos solos, ningún día podía estropeársenos, y bastaba esquivar toda cita para que cada día se abriera sin límites. Sólo la gente ponía límites a la felicidad, salvo las poquísimas personas que eran tan buenas como la misma primavera”, Ernest Hemingway, París era una fiesta.
No muchos pueden presumir de una biografía tan repleta de aventuras, encantos y desencantos como la de Hemingway, un hombre de acción bendecido por el don de la sensibilidad artística. Fue combatiente en la Primera Guerra Mundial, corresponsal en África y en la Guerra Civil española. Su experiencia le granjeó fama y la típica imagen de tipo pasado de vueltas que no se amilana ante cualquier cosa. Sigue leyendo