De bodas: entre OT y Grease
Haber sido concebido en una familia grande tiene todo tipo de peajes. Aunque, sin duda, el más feliz de todos ellos es la época de bodas. Les juro que cuando llega marzo miro mi agenda y parece que, por curiosidades inexplicables del destino, a mi mesa ha ido a parar el calendario del Duque de Kent en lugar del de un desgraciado madrileño cuya única culpa es la de tener muchos primos.