En el diván con Nietzsche
El Anticristo (Der Antichrist, Fluch auf das Christenthum) de Nietzsche comienza así:
“Mirémonos a la cara, nosotros somos hiperbóreos,- sabemos cuán aparte vivimos” Sea esta frase el clavo más largo que clava el martillo. Digo más largo, por su profundidad y la extensión ideológico-creadora que supuso para el Tercer Reich. La hermana de Nietzsche hizo su labor censora y mediática consecuente a su declarado antisemitismo y al de su, entonces, difunto marido. Y es que cuando el filósofo alemán habla de hiperbóreos, nos traslada a esa región mitológica inaccesible de la antigua Tracia (hyper-boreas “más allá del norte”) que utiliza como imagen de la superación de la época en la que se encuentra (modernidad-laberinto). Sigue leyendo