Revista de actualidad, cultura y pensamiento

UserImg Etiquetas

amor

La perversión del amor

En Amor y sexualidad/Antropología filosófica por
amor vejez ancianos

He aprendido sobre el amor en un contexto cristiano. Un poema de Juan Pablo II decía “El amor me lo ha explicado todo”. Y ciertamente, el amor en el cristianismo, es vértice y es fin. El amor en el cristianismo no es abstracto, se vive en la carne y de forma concreta. Tan concreto como lo define San Pablo en una de las Cartas más bonitas de la historia: “El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece (…)”.

Sigue leyendo

Narcisismo y autosexualidad: el disparate que nos consume

En Amor y sexualidad por

Hace un tiempo, en un importante diario nacional, apareció un artículo sobre los llamados “autosexuales”. El titular es el siguiente: “Ni hetero ni homosexual: soy autosexual y estoy enamorada de mí misma.” Define la autosexualidad como una orientación sexual más que implica “la capacidad de tener una relación romántica y sexual con nuestra persona. Puede que hasta en exclusiva.” Quise saber lo que pensaba la gente de todo esto, y leyendo los comentarios a la noticia pude (afortunadamente) recuperar algo de fe en la humanidad.

Sigue leyendo

Entronar la historia: el final de Juego de Tronos

En Series por

Este texto es una oda al spoiler. Ni se te ocurra leerlo si todavía no has visto el capítulo final de la serie Juego de Tronos.

Sigue leyendo

Cafarnaúm: lo horrible de la vida o todo lo contrario

En Cine por

Nadine Labaki (Caramel, Et mainteinant, on va oú?) firma esta sinfonía de imágenes e historias extraordinarias.

Sigue leyendo

Aquél verano de 1993 que es hoy y ahora

En Cine por

La historia de cada persona pasa por momentos concretos. Hay acontecimientos puntuales donde la vida cambia, y que ocurrieron en ese momento y no en otro; en ese lugar y no en otro. Puede ser un día, un mes, o una estación. Y el del 93, a priori, fue un verano como tantos otros. Menos intenso, quizá, que el anterior, con la llama del Estadio Olímpico de Montjuic ya consumida y la omnipresente figura de Cobi que comenzaba a fosilizarse como un icono pop de nuestra historia reciente. Yo tenía cuatro años aquél verano del 93 y sólo guardo dos recuerdos: el viaje a Jaca con mi familia y la llegada de mi hermano Pablo. Uno de esos recuerdos se convirtió en hito, en memorial, en uno de esos acontecimientos puntuales donde mi vida cambió (aunque de eso fui consciente más tarde). Efectivamente, no fueron las vacaciones en los pirineos.

Sigue leyendo

Solo quien ama canta

En Antropología filosófica por

Buscando mis amores,

iré por esos montes y riberas;

ni cogeré las flores,

ni temeré las fieras,

y pasaré  los fuertes y fronteras.

San Juan de la Cruz

En Solo quien ama canta encontramos una serie de deliciosos textos de Joseph Pieper sobre las andaduras terrenales del hombre en torno al trabajo, el ocio y las artes en general y la música y la escultura en particular. ¿Para qué trabajamos?, se pregunta Pieper, y responde siguiendo a Aristóteles: para poder tener ocio. El trabajo ha absorbido el tiempo y el esfuerzo de los hombres, en un régimen de «estado totalitario de trabajo» y el Arte parece asomarse como la hierba entre los adoquines de una acera en tiempos estériles, donde nos preguntamos para qué sirven los poetas, como reza el canto de Hölderlin.

Sigue leyendo

Irlanda: prisión, amor, héroe y carta a una madre

En Mundo por

La palabra marketing no tiene traducción directa al castellano, y no me extraña. Si bien es cierto que los estadounidenses tienen la merecida fama de hacer la mejor comunicación y el mejor marketing actual, los ingleses hacen un marketing histórico que ningún otro país puede emular. Mucho menos España, país cainita que reniega hasta de sus propias hazañas.

Sigue leyendo

John Ford: amor a primera vista

En Cine por

Como decía Graham Greene en su célebre novela, una historia no tiene ni principio ni final, sino que elegimos el momento de la experiencia desde el cual mirar hacia atrás o hacia adelante. En un momento determinado de mi vida conocí a John Ford. Desde entonces soy más feliz. Nunca tuve un padre o unos abuelos que me pusieran películas, pero gracias a Dios, navegando por la Red me topé con José Luis Garci y Eduardo Torres-Dulce, que han sido como ese padre, o esos abuelos, que me han enseñado lo que es el cine.

Sigue leyendo

El arte de educar según Franco Nembrini

En Educación por

La educación “es un acto de misericordia, un gran perdón continuo”. Con estas provocadoras palabras Franco Nembrini, profesor italiano de Literatura e Historia en la enseñanza media, y autor de diversos ensayos sobre Dante y la Divina Comedia, ilumina la difícil tarea del educador en este ameno y reconfortante “manual” educativo. Fruto de la recopilación de diversas charlas, encuentros y conferencias con familias y profesores, el profesor Nembrini huye de abstracciones educativas y habla desde su experiencia personal como hijo, alumno, padre y profesor.  En los diversos capítulos se percibe la influencia del libro “Educar es un riesgo” de Luigi Giussani al que Franco Nembrini considera un referente.

Sigue leyendo

Érase una vez el BBK Live 2018

En Música por

Hace poco más de una semana las tiendas de campaña de Quechua empezaron a poblar el monte de Kobetamendi, en Bilbao.

Aquel mar de plástico pintoresco y de promoción marcaba el inicio de una nueva edición del festival de música BBK Live 2018.

Sigue leyendo

Por qué no soy especial

En Columnas/No sabría decirte por

“Hacerse mayor” es, además de una expresión horrible, un conjunto de factores y circunstancias que logran –o pretenden- hacer que tu brújula vital se estabilice. O al menos así lo veo yo. Paradójicamente y para que eso suceda, por el camino tienes que desaprender muchas cosas. Desaprendes tanto como aprendes, en un vals incesante de conocimientos y lecciones vitales que esperas que en algún momento te ofrezca un descanso para poder reposar y repasar. Aunque eso raramente sucede, y tú tienes que ir encadenando compases mientras esperas que absolutamente nada se te olvide.

Sigue leyendo

Seis reflexiones sobre el amor

En Amor y sexualidad/Asuntos sociales por

Cuando leemos al gran Homero a menudo perdemos de vista que la Ilíada, con todos sus dioses y sus héroes, con su Aquiles enfurecido y su Héctor humillado, no es sino la narración de una disputa por una muchacha, Helena. Desde entonces hasta nuestros tiempos -es decir, durante toda la historia de los ingenios humanos- el amor ha sido, es y será el primer foco de atención de escritores, poetas, cineastas… Amar y ser amado, el mayor y más hondo deseo de cada hombre y mujer desde el primer día hasta el último.

Aunque sin la épica del magno vate de la Antigüedad y sin el preciosismo y la melancolía de Chazelle en La La Land, también nosotros hemos querido aportar una palabra sobre el amor desde nuestro tiempo (que es también el de usted, por cierto). Amar se conjuga en cada momento de la vida humana, desde la infancia hasta la vejez. Por eso hemos querido traer aquí una selección de algunos de los mejores textos que hemos publicado sobre EL ASUNTO desde distintas perspectivas.

Sigue leyendo

Yo sé que estás ahí

En Asuntos sociales por

Estos días en que se habla de películas y galardones, me gustaría recuperar un largometraje dirigido por Icíar Bollaín con varias nominaciones en la pasada edición de los Goya: El olivo (2016). Al margen de la trama o el reflejo de la crisis económica y el espacio rural, lo que más me interesa de esta cinta es una perla que regala la protagonista, Alma, al dirigirse a su abuelo enfermo que ha dejado de hablar, e incluso de comer.

“Yo sé que estás ahí. Yo lo sé”, susurra la joven de 20 años a su yayo, tras acariciarle y besarle la cabeza. Esta frase pasa desapercibida en el guion. Sin embargo, es difícil que se les haya podido deslizar a aquellos que han sentido la certeza que encierra, a esos hijos y nietos que conocen bien el Alzheimer o sus variantes. Sigue leyendo

Game of Breakingmad: dilemas morales en las series

En Democultura/Series por

El género de las teleseries ha experimentado un desarrollo espectacular en los últimos años, hasta el punto de haberse convertido éstas en productos de consumo masivo cuyos niveles de calidad y coste de producción no desmerecen nada, en muchos casos, a los del celuloide.

Sigue leyendo

El consuelo de la Belleza

En Asuntos sociales por

Leyendo la prensa estos días, mi atención ha sido atrapada por una noticia: la historia de un matrimonio japonés, el señor y la señora Kuroki, que viven en la región de Miyazaki. Ella se había quedado ciega a consecuencia de una diabetes severa y había caído en una profunda depresión. Para consolarla, durante dos años su marido había plantado en su jardín miles de shibazakura, una variedad de flores minúsculas que desprenden un perfume delicioso. Y la señora Kuroki ha vuelto a sonreír, ya sea por el olor de las flores o por el amor de su marido… La historia y el jardín de flores atraen desde entonces a muchísimos visitantes. Hete aquí el consuelo de la belleza.

Sigue leyendo

Amor y liberación en el cine de Hayao Miyazaki

En Cine/Democultura por

De los ocho millones de dioses que acuden a la casa de baños de la bruja Yubaba, no es probable que entre ellos encontremos a Eros. Pero la razón de esta ausencia es su falta de tiempo: el dios griego no se toma descanso en la filmografía de Miyazaki. El amor humano es uno de sus grandes temas, y el genio japonés, de una u otra manera, acaba por invocarlo en todas sus películas. Es verdad que aparece en compañía de otros  amores, como el amor filial y sobre todo la amistad. Pero siempre hay un lugar reservado para Eros. ¿Cómo no iba a tener este amor un lugar privilegiado en el imaginario de un artista que sustenta su universo en el poder transformador de la mirada? Sigue leyendo

El amor, según Kenji Mizoguchi

En Cine/Democultura por

No he visto ninguna película de Mizoguchi (Tokio, 1898- Kioto, 1956) que no sea para enmarcar. Todas ellas encierran un valor en sí mismas, porque expresan las sensibilidades más profundas del ser humano. Es más, me gusta pensar en esa época de los grandes cineastas japoneses: Ozu, Mizoguchi, Kurosawa y Kobayashi, como la época del cine humanista. Y, tiene sentido, si nos damos cuenta del periodo de tiempo que lleva el cine entre nosotros. Pero la labor de Mizoguchi no es comparable a la de ninguno de sus homólogos; básicamente, por el ritmo de trabajo que se imponía a sí mismo. Sigue leyendo

La vida es para el verano (I)

En La angustia de vivir por
Acabo de terminar de leer un libro. Fue hace un par de noches. El libro me ha gustado. Ha sido más que un buen compañero, mucho más de lo que fue Alfredo para Elisa De Santis. No sé en qué campaña publicitaria he escuchado que los libros son para el verano. Mi eterna pose de intelectual me impide suscribir al cien por cien un eslogan, pero he de decir que hay algo de real en ello. La verdad es que los libros son para cualquier momento. Pero en verano se tienen más momentos. Ay, el verano. El mensaje hace una clara referencia al título de la obra de Fernando Fernán-Gómez: Las bicicletas son para el verano. Con eso también estoy de acuerdo, pero no se puede entrar en todo.
Volvamos a esa noche. Pasé la última página. La siguiente estaba en blanco. Y la siguiente.  Las pasé con decisión. No sé muy bien la razón pero soy un verdadero escéptico con el final de las obras de ficción (bueno, con cualquier cosa). Siempre doy una oportunidad más. Igual hay otro capítulo corto esperándome, en todos los sentidos. Creo firmemente que es uno de los traumas propios de una generación que ha crecido con escenas después de los créditos de las películas de animación.
He de decir que me tomo esta clase de momentos muy en serio. El mundo para de girar. Respiré profundamente y me quedé un rato mirando por la ventana. Puede que en tu pueblo de veraneo no, pero en Madrid esta clase de cosas le dan a uno un cierto aire de nostálgico. Terminar un libro que te ha gustado es comparable a los grandes momentos de una vida posmoderna tipo: el final de temporada de tu serie favorita, la primera copa que te tomas, un cigarrillo a escondidas, el beso de una chica en una noche de verano o la primera vez que ves el césped del Bernabéu. Conforma una suerte de síndrome de Stendhal para un millennial como yo, los patos de mi Central Park particular.
Únicamente las noches de julio y agosto brindan la oportunidad de apreciar estos incorruptibles suspiros del tiempo y permiten hacer una irracional (aunque no por ello menos veraz) radiografía de la coyuntura. Porque en verano siempre se está al borde del precipicio. Y eso lo cambia todo. Como decía Cuartango en El club de los corazones solitarios: “Esa conciencia de la fugacidad hace más precioso cada instante, porque en él se condensa toda la eternidad”.  Ay, el verano. La vida es para el verano. 

¿Es posible amar para siempre?

En Pensamiento por

En “The entire story of you”, Black Mirror nos presenta la historia de Liam, un joven e inseguro abogado que empieza a sospechar a sentir celos de la relación de su mujer con otro hombre. A medida que la historia avanza, sus celos se vuelven más paranoicos, y, desgraciadamente, los hechos acaban confirmando sus peores sospechas. Sigue leyendo

Punset: ¿el amor es un instinto de supervivencia?

En Amor y sexualidad/Asuntos sociales por

El divulgador científico Eduard Punset me resulta bárbaro en dos sentidos bien distintos de la expresión. ¡Bárbaro!, que diría un hermano argentino, por su inquietud intelectual, por su capacidad de sorpresa, por su afán de responder a las preguntas importantes de la vida –unas, por implicarnos existencialmente y, otras, por el placer de saber más– y por su capacidad para comunicar no tanto su saber, como sus ganas de aprender. Sin duda es de esas personas que alimenta la curiosidad intelectual de muchos otros y, en eso, veo a un compañero de viaje divertido, valiente, conversador y muy agradable.

Sigue leyendo

La La Land… y que siga el baile

En Democultura por

Se encienden las luces. Parpadeo para acostumbrarme y sigo un rato en silencio. No tengo palabras. Me invade una sensación agridulce… La película me ha conquistado, pero el final me pesa como una losa. Aún resuenan los acordes de jazz al piano, que no consiguen acallar un “¿por qué?” que se eleva desde mi alma hasta el infinito.

Tan solo unas horas después consigo articular una frase con sentido a mi compañero: “nostalgia, esta película es pura nostalgia”.

Y ahondando en el largometraje de La La Land, me he ido afirmando en esta primera intuición que para nada pretende ser una vara de medir, sino más bien una ayuda para los que, como yo, terminaron con un nudo en el corazón y una sonrisa melancólica en los labios. Sigue leyendo

Ir al inicio