¿Qué pasa con Democresía?

En Periodismo por

Lo que pasa es que tenemos que echar un poco el freno. No del todo, pero un poco sí.

Desde que pusimos en marcha Democresía, hace ahora cinco años, la web no ha dejado de crecer tanto en visitantes como en colaboradores y calidad de sus artículos. También en ritmo de las publicaciones. Tanto es así que quienes estamos detrás de este proyecto, que somos menos que pocos, nos hemos visto desbordados por el trabajo que supone seguir alimentando una plataforma que cada día pide más y más artículos. Y, honestamente, no quisiéramos hacerlo a costa de rebajar la exigencia de calidad.

Nos hemos casado, hemos ido dando pasos por el mundo profesional, hemos tenido hijos y la vida nos pide que también dejemos tiempo para todas esas cosas.

¿Qué va a ser entonces de Democresía?

Pues que seguiremos estando aquí, hablando de las cosas verdaderamente importantes y contribuyendo a la reflexión, al diálogo y a la cultura del encuentro. Pero lo que va a ocurrir también es que vamos a hacerlo a un ritmo que nos permita seguir disfrutando de escribir e intercambiar ideas, algo que tal vez había dejado de ocurrirnos desde hace algún tiempo.

Algunos de quienes nos seguís con más frecuencia sabéis que en los últimos tiempos hemos acometido la quijotada de “profesionalizar” lo que ya parecía ser un pequeño medio de comunicación. Habíamos apostado por las dos cosas más rentables del mundo, como son el Periodismo y la Filosofía. Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir.

Constatamos así, con pesar, lo que los primeros filósofos supieron ver con claridad: que las artes y saberes más valiosos florecen con más gracia y autenticidad en el ocio que en el nego-ocio.

Seguimos estando aquí. Seguimos contando con vuestros artículos, comentarios y apoyo. No nos olvidéis, aunque no aparezcamos tan seguido en vuestros muros de Facebook e Instagram o en vuestros timelines de Twitter. Os queremos.