Recuerdo que una vez en el colegio un profesor, no recuerdo de qué asignatura, me preguntó a quemarropa: “¿tú cuál crees que ha sido el mejor invento de la Historia?“. No me detuve a pensar un solo momento acerca de la cuestión, convencido como estaba entonces de que la sabiduría consiste en haber reflexionado sobre todas las cuestiones –y haber obtenido respuestas– en un tiempo ignoto pero siempre anterior al de la inquisición de terceros. Contesté altaneramente que el candidato perfecto había de ser el coche.
El profesor había estado aguardando con cierta curiosidad mi resolución, como si intuyera que había de sorprenderle, y cuando me escuchó hizo una mueca de aceptabilidad y resignación y se marchó. Sigue leyendo
De Borges recuerdo un poema llamado Un poeta menor que decía: “La meta es el olvido, yo he llegado antes”. El paso del tiempo todo lo borra, antes o después nosotros y las cosas que para nosotros han sido importantes se diluirán hasta desaparecer. Quizá lo importante sea tratar de alcanzar esa meta anticipada por Borges lo más tarde posible.
Tengo para mí que no será Guillermo Rodríguez, conocido como Arkano, uno de los primeros en llegar. Su carrera musical ha sido una sucesión excepcional de éxitos habiendo ganado con 21 años dos campeonatos nacionales de la Red Bull Batalla de los Gallos y una Final Internacional, que lo consagró como mejor del mundo de habla hispana en Chile el año pasado. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, batió el récord mundial de improvisación tras rapear durante más de 24 horas en la Puerta del Sol de Madrid. Pero no es eso, siendo mucho, lo que a mi juicio pone un punto y aparte entre Arkano y el resto de raperos, y lo que le convierte en una artista llamado a perdurar. Sigue leyendo
La vida, en ocasiones, es como un viaje en una montaña rusa llena de subidas y bajadas que no te esperas cuando van a llegar. Pese a todo, siempre hay una nueva oportunidad para volver a intentarlo otra vez, para no perder ni la esperanza ni la ilusión. Un claro ejemplo de ello es Cesare Prandelli, actual entrenador del Valencia, que por más golpes que ha recibido siempre ha acabo levantándose.
Desde que era joven, el técnico del equipo che, no lo ha tenido nada fácil. Con 16 años, cuando empezaba a despuntar como futbolista en las categorías inferiores, sufrió su primer golpe en la vida al morir su padre. Pese a ello, supo reponerse y levantarse para lograr su gran sueño: jugar en la Serie A.
Cesare Prandelli durante su etapa en la Juventus
Lo acabó consiguiendo con creces al llegar a jugar en la mítica Juventus de los años 80, aunque una vez más la tragedia se volvió a cruzar en su camino. Prandelli, como jugador bianconeri, vivió in situ la final de Copa de Europa más dramática: la de Heysel, que será recordada más por la muerte de 39 personas en el estadio que por el resultado final del partido.
Años más tarde, Prandelli acabaría colgando las botas antes de lo esperado, a la edad de 32 años, debido a una grave lesión de rodilla. Pese abandonar la práctica del fútbol antes de lo esperado, no se vino abajo y supo rápidamente reconvertirse a entrenador.
Como técnico, su primera gran oportunidad llegaría cuando le designaron manager del Parma. Un equipo con un ambicioso proyecto que años atrás ya había ganado la Copa Italiana, la de la UEFA, la Supercopa… y que quería seguir esa estela de títulos con el actual entrenador valencianista. Sin embargo, al poco de su llegada se produjo la caída del grupo Parmalat, que era el sustento económico de la entidad y el club entró en una gran crisis. Pese a ello Prandelli, gracias a su tesón, consiguió sacar el proyecto adelante lo que le valió que la Roma se fijara en él para contratarlo como entrenador.
Por fin le llegaba la oportunidad que tanto había anhelado, ya que el conjunto capitalino era el subcampeón del campeonato y querían que él les convirtiera en campeones. Pero Prandelli no llegaría a sentarse en el banquillo de la Roma, la vida volvería a ser injusta con él. Su mujer cayó gravemente enferma y el italiano decidió renunciar a todo para estar a su lado. En el país transalpino muchos no entendieron que dejara escapar el tren de la Roma y Prandelli les respondió con una frase que aún muchos recuerdan allí al afirmar sin dudar que “el fútbol sí enamora, pero a mí, solo me enamoró ella”.
Su esposa mejoraría, lo que le sirvió para volver a los banquillos de nuevo, esta vez de la mano de la Fiorentina. Con el equipo viola vivió grandes momentos, como llegar a la semifinal de la Copa de la UEFA y clasificarse para la Champions League, aunque no llegó a saborearlos debido a que su mujer volvió a recaer y esta vez no pudo vencer a la enfermedad.
Fueron los peores momentos para Prandelli, que veía como en lo profesional era nombrado mejor entrenador del año en Italia, pero en lo personal su vida se derrumbaba al perder al gran amor y motor de su vida. Aún así –si hay alguien que sabe lo que es luchar contra la adversidad es él– supo sobreponerse a este duro golpe y aceptar el cargo de seleccionador italiano.
Prandelli supo reconstruir el equipo tras el fracaso del Mundial de Sudáfrica y convirtió a Italia en subpcampeón de Europa en la Eurocopa de 2012. En este puesto, como viene siendo habitual en su vida, tampoco lo tuvo nada fácil ya que poco antes de comenzar el campeonato tuvo una nueva piedra en el camino: la trama de las apuestas que estalló en Italia aquel año.
Prandelli, como seleccionador nacional de Italia durante la Eurocopa 2012
Ahora tiene una nueva meta: devolver al Valencia a la élite. En el conjunto che ya se nota su mano, ya que ganó un partido y perdió otro pero ante el todopoderoso Barcelona y de penalti en el último minuto del partido. Prandelli confía en conseguir el difícil reto para el que le han contratado, porque si de algo sabe es de superarse ante todo tipo de adversidades.
De todos es conocida la situación de bloqueo político de nuestro querido país en virtud del puzzle parlamentario resultante de las dos últimas convocatorias electorales. En Democresía nos hemos propuesto alejarnos de la cómoda actitud, tan en boga, de comentar y criticar, golpeándonos el pecho con resignación ante el supuesto mal endémico nacional que se esconde tras la incapacidad para pactar de nuestros representantes, y hemos ido más allá tratando de plantear una solución constructiva. Sigue leyendo
Hace algún tiempo, el diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, l´enfant terrible del Carrefour, nos evocó, por lo disparatado del asunto, a “Los libros, la locura y otros ensayos” de Chesterton.
En una esperpéntica rueda de prensa veraniega mostró a la sociedad española que renunciaba, aunque fuera simbólicamente pues no puede ser de otra manera, a su aforamiento como diputado. Esta medida, anunciada ya en campaña, estaba dentro de la planificación de shows mediáticos de Podemos y los pocos periodistas que se congregaron para escuchar al jornalero, no se escandalizaron. Lo único que les descuadró fue que en la sala había dos “periodistas” infiltrados del equipo de Cañamero, que le formularon un par de preguntas guisadas en El Coronil, que poco tenían que ver con lo que allí se había ido a tratar. Sigue leyendo
Son las 07 de la mañana en la hospedería de los carmelitas, en el Valle de Eliasówka.
Me asomo por la ventana que varios millonetis pagarían por tener instaladas en sus cuevas urbanas. Bosque, campo y rosales flanquean los accesos a la casa principal donde están las sostras del Carmelo Descalzo. Hace fresco. Pero éste, por contrato con Polonia, no tardará en esfumarse en un par de horas, cuando enfilemos rumbo a los autobuses y al tren que nos lleve con el resto del grupo a la Universidad Económica de Cracovia. Sigue leyendo
Martes 26. 1:17 de la mañana. En el pasillo de una casa de Carmelitas. En mitad de alguno de los muchos bosques que rodean Cracovia.
Me encuentro en chanclas, con un pijama de pelotillas de un morado insoportable (gracias abuela por el regalo), con una camiseta del siempre aséptico Primark y una sudadera de capucha marrón que me da un toque, o a mi yo de madrugada se lo parece, al Zuckerberg en su época de pringado total en Harvard.
Un sacerdote ronca de tal manera que parece que está catalizando las confesiones de la jornada. Eso o alguien le ha clavado una lanza en el costado y no nos ha querido decir nada. Sigue leyendo
En julio de 1960, Ryszard Kapuscinski, el reconocido reportero polaco, volvía de Ghana tras haber cubierto el ascenso al poder de Kwame Nkrumah, aquel que en fanti era apodado como Kasapreko (El Hombre cuyas Decisiones son Irrevocables). Mientras sobrevolaba la selva vernácula rumbo a su nuevo destino -cubrir reportajes locales después de haber pasado dos años en África– se enteró de la independencia del Congo -uno de los países más herméticos de la época-, del levantamiento del ejército, la expulsión y asesinato de los colonos belgas y la intervención de la brigada de paracaidistas, que para los brujos y cuerpos de adobe de la zona no significaba otra cosa que “seres no-humanos que caen del cielo”.
Tan pronto como supo la noticia, se dirigió de inmediato a Varsovia con la esperanza de que su medio, el Polytikia, le enviara de nuevo a África, aprovechando que todavía llevaba encima los aromas del continente negro. Sigue leyendo
Hoy, 9 de julio de 2016, se celebra en Argentina el bicentenario de la declaración de la Independencia. Esta declaración supuso un hito en el proceso de consolidación del Estado argentino, que comenzó ya en la revolución de Mayo de 1810 y se extiende hasta la promulgación de la Constitución en 1853. Revolución, Independencia y Constitución en un período largo de tiempo, que anuncia ya la complejidad característica del tejido de voluntades que intervinieron en este proceso de ruptura con España. Sigue leyendo
Nos produce un gozo celestial, casi lo mismo que una buena rascada de barriga, ver al humilde vencer. Aunque sea sólo una vez al año. Claro que esto se cumple exclusivamente en el fútbol y con nuestro círculo de amistades más cercano. El resto de los días, cargado de matices y salivazos sucios, somos más de la hornada de los Karamazov de Dostoievski; donde el Starets Zosima anunciaba con acierto “que los hombres se alegran de la caída del justo y de su deshonor”. En lo cotidiano, por norma general, nos sale un topo negro y feo de las entrañas que se ocupa de hablar por nosotros. Sigue leyendo
Hace algo más de medio siglo, en nuestra memoria audiovisual blanquinegra, España buscaba a Chencho, unida en torno a La gran familia, la saga familiar del aparejador Carlos Alonso (inolvidable Alberto Closas), su esposa, el abuelo Pepe Isbert y los dieciséis hijos que llenaban de vida el pequeño apartamento y la gran pantalla. La familia se fue encogiendo y estirando con el siglo XX hasta transitar por La familia y uno más o La familia, bien, gracias y La gran familia … 30 años después, cuando solo los problemas crecían y la familia menguaba.
Hoy nuestro espejo sentimental se parece más a aquella otra Familia a la carta de Fernando León de Aranoa, la cinta de 1996, en la que ya se apuntaba hacia esa familia caleidoscópica (¿familias?), familias de ficción y fragilidad que incluyen como condición de felicidad tener perro y, al menos hasta que las posibilidades económicas lo permitan, pasan palabra cuando les preguntan por los hijos. Sigue leyendo
Del 16 al 19 de junio ha tenido lugar en la Caja Mágica de Madrid el festival de música Mad Cool.
Un evento que ha congregado a más de 60 bandas de todos los rincones del mundo. The Who, Neil Young, Editors, Bastille, Two Doors Cinema Club, Garbage, Vetusta Morla, Lori Meyers… Un guisado de riffs, cejillas y arpegios fabuloso donde se han podido ver desde estrellas viejunas con los dedos rápidos a chicos monocordes donde lo más destacable -una vez más- son sus peinados, sus camisetas de HM después de haber pasado por un circo romano activo y las míticas zapatillas de fútbol sala para dar conciertos. Sigue leyendo
El debate de ayer noche fue aburrido se mire por donde se mire. Si hay que buscar un ganador, seguramente fue la selección italiana, que se estrenó de forma brillante ante Bélgica, para deleite de los futboleros (que pudieron aducir motivos religiosos para no tener que comulgar con el mitin electoral a cuatro bandas).
Solamente el hecho de que hubiera tres presentadores era ya un indicador de que, con tantas condiciones de todas las partes implicadas (partidos políticos y televisiones), lo que menos importaba era que se produjera algún tipo de diálogo o choque entre candidatos. Cada uno ocupó su espacio de tiempo, dijo lo que tenía que decir –que es lo que vienen diciendo desde hace seis meses– y se fue tranquilamente a su casa. Lo importante era cumplir.Sigue leyendo
La historia de Fernando Torres podría ser la típica historia de un deportista de élite con final feliz. La del aventurero que sale de casa para aliviar la economía familiar y que, años más tarde, vuelve cargado de experiencia para conducir a la familia hacia su época dorada. La historia también podría ser la de aquel héroe que jamás encontrará la ansiada gloria en su casa, sino que tendrá que cruzar mares y montañas para firmar las estocadas que ponen fin a las más épicas batallas. Sigue leyendo
La madrugada del jueves sonaba en el “Partido de las 12” un histórico del balón. Paulo Futre, el “Hijo del viento”, uno de los cuatro magníficos de la historia del Atlético de Madrid. Todo Futre, según recogió el vídeo de COPE, era un caldo de nervios. Sacaba con gusto y movimientos pendulares, como un chisporroteo de madera húmeda, sus dejes portugueses, sus secretos e inquietudes sobre lo que se avecina esta noche para el equipo colchonero. Larrañaga lo había traído para que contrastase la historia de Simeone y su tropa cholista con su propia aventura con el Oporto, cuando conquistó la primera Copa de Europa allá por 1987 frente al Bayern de Múnich. Aquella noche fue insólita si comparamos a los dos equipos. El equipo del Duero era ostensiblemente menor al rodillo alemán de Matthäus, Flick o el pequeño de los Rummenigge, que venían de golear al otro finalista de Milán, al Real Madrid de Butragueño, Sanchís, Hugo Sánchez y el sempiterno vacile para cualquier banquillo; Michel. Sigue leyendo
El Real Madrid es una trampa mortal para el hombre, un veneno para la inteligencia y una muerte para el espíritu. Conozco media docena de personas con buenas dotes intelectuales que comulgan con la estupidez y sinrazón cuando se trata de justificar su afiliación al Real Madrid. Uno de ellos hasta me ha querido convencer, a partir de una deducción bíblica, que el mismísimo Dios es forofo del Madrid.
Como conozco un poco la Sagrada Escritura, me di el lujo de rasgarme las vestiduras y relatarle el pasaje de David y Goliat. ¿El Madrid es el débil de la historia o el gigante y seboso capitalista afanoso por estamparlo todo con su pie de oro?
Recuerdo todavía mi experiencia burguesa en el Bernabéu. Un madridista me invitó a presenciar la repugnante farsa de las gradas piperas. Sentaditos en nuestros blandos culos, escupiendo cáscaras de pipas mal escarbadas, “contemplamos”. ¿Quién en su sano juicio va a “contemplar” a un estadio de fútbol? El único elemento propio del escenario futbolístico eran los insultos. Pero ¡ojo! No se trataba de insultos al árbitro, ni al rival, ni a los jugadores del equipo contrario. Se trataba de escupir hacia arriba para que nos caiga en toda la cara. Insultar a los propios, pedir la expulsión del técnico o los jugadores. Qué decir si el equipo va perdiendo… Uno se levanta de la silla y se marcha amargado aún cuando quedan diez o quince minutos de juego.
Ser del Real Madrid contradice todo el sentido del concepto “aficionado”. Y lo peor son las victorias. ¿De qué se alegra un madridista? ¿De que su equipo tiene pasta? Porque lo que es alegrarse de un surgimiento heroico de las cenizas, o de una victoria esforzada en contra de todas las predicciones… eso el madridista jamás lo conocerá. No conocerá la proeza davídica del equipo pequeño, ni la fidelidad inamovible del aficionado auténtico.
Necesito un madridista que me explique, si esto es posible, por qué carajo es del Madrid.
Nuestro último día en Erfoud fue definitivo en el viaje.
Salimos de madrugada del campamento ya que a las 5 de la mañana debíamos estar en el control de salida. Corríamos de noche.
Excitados por la aventura que íbamos a dibujar y por ver que estábamos peligrosamente cerca de los puestos de cabeza, salimos con determinación a hacer nuestro mejor tiempo.
Pinchamos a los pocos kilómetros de empezar a rodar. Sigue leyendo
Analistas y expertos del mundo de la comunicación denuncian cada vez más que el periodismo se adultera cuando se mezcla con el espectáculo. Un ejemplo de ello es que en los noticiarios de televisión predominan los sucesos y los deportes, en detrimento de la información general.
Y así, cuando surgen noticias importantes, como un atentado, lo que predomina es el aspecto espectacular, y no la explicación de las causas, por ejemplo, y no se sitúa al telespectador en el contexto político del hecho. Generalmente, la información se limita a entrevistas con personas que expresan su lógica emoción ante el trágico suceso y a ofrecer al espectador duras imágenes de la tragedia. La información se limita a ser una extensión del espectáculo. Sigue leyendo
Con montañas, ríos, valles, desiertos, rincones de azahar y sendas con escorpiones a ambos lados.
Durante mucho tiempo, pues este país fue nación antes que cualquiera, ilusionistas y magos de capas largas y gastadas fueron haciendo y deshaciendo sus embrujos y pociones, sin tener muy en cuenta —pues jamás faltaron té con churros a los brujos— a los que a las faldas de los castillos y abadías se peleaban por cuatro migas de pan negro. Sigue leyendo
Me explico: He hecho el trabajo de quitarme la camisa y rebuscar en ella en busca de algún tipo de información. Además de lo ya señalado, he podido averiguar que está hecha completamente de algodón y que si la lavo a más de 40 grados centígrados probablemente el resto de mi colada se vuelva color de rosa.
En nuestras dinámicas de compra los productos simplemente están ahí, no hace falta que nos preguntemos ni por qué ni cómo. En una sola estantería de un país moderno podemos elegir entre una veintena de variedades distintas del mismo bien, muchas de las cuales se fabrican a centenares o miles de kilómetros de distancia. Los instrumentos de estudio de mercado permiten al productor danés darse cuenta de que si traslada parte de sus cajas de galletas de mantequilla a la otra esquina del continente obtendrá beneficios de forma más eficiente que si reduce su ámbito de negocio al mercado local.
Hasta ahí, parece que todo es correcto: el mercado es capaz de movilizar la actividad económica allí donde el mercado permite detectar una bolsa de necesidad (una demanda) susceptible de ser cubierta de forma que tanto productor como consumidor obtengan un beneficio.
Ahora bien, este tipo de análisis, que es el que habitualmente se realiza a la hora de valorar la conveniencia o no de una decisión comercial (tanto de compra como de venta, en términos de coste de oportunidad) no da razón de la realidad de la actividad económica. Es únicamente un análisis relacional, un marco cerrado que limita la perspectiva al intercambio entre dos o varias voluntades, dentro del cual no entran –ni deberían entrar, a juicio de algunos– todos aquellos factores que inevitablemente forman parte de la realidad del producto. A estos factores los he llamado “lo invisible”. Sigue leyendo
Nos hemos acostumbrado ya a que los telediarios abran con noticias sobre corrupción, detenciones, irregularidades, contratos un tanto sospechosos y adjudicaciones a dedo: “Es la política, que viene con tara”.
Sin embargo, todo apunta a que estamos asistiendo a la evolución de la política, a un “cambio de ciclo” como dirían los más futboleros. Se ha acabado el tiempo de la vieja política y ha comenzado uno nuevo, en el que el ciudadano reclama más transparencia y participación, y entran pisando fuerte nuevos partidos.
Ante una oportunidad como la que se nos brinda, la de estrenar un tiempo nuevo, debemos recuperar la vieja vieja política, la de verdad, aquella que no corresponde como tarea únicamente a los políticos, sino, en la medida de sus posibilidades, a cada uno.
Debemos buscar y exigir una política verdadera, que busque el bien común y que sea capaz de sobreponerse a las diferencias para construir juntos, codo con codo.
Konrad Adenauer (Bundesarchiv)
No se puede concebir una regeneración sin una serie de puntos comunes que pesan más que cualquier ideología: Encontrarlos es la principal y más urgente tarea que debemos afrontar para canalizar cualquier esfuerzo reformador. Para apoyar en este esfuerzo, he elegido algunos fragmentos del discurso ‘El fin del nacionalismo’ de Konrad Adenauer, uno de los padres de Europa, que publica Ediciones Encuentro en el libro del mismo nombre.
“Las raíces de la cultura tienen su núcleo en un elevado concepto de la dignidad de la persona y en los valores de cada individuo.(…)la libertad personal es, y seguirá siendo, el mayor bien del individuo.”
Sencillo y claro: Si anulamos a la persona despojándole de su dignidad y de su libertad habremos perdido su esencia. Esto debería ser una urgencia para cada uno, no solo para el Estado.
Papá Estado no ha venido a salvarnos la vida y a eximirnos de cada responsabilidad. Que nadie se equivoque: su misión es facilitar y promover el desarrollo de la persona.
“Un partido debe participar en las iniciativas de otros partidos, y si es necesario, también en sus métodos de movilización. Basta argumentarlo con la convicción de que ningún partido puede salvar al país por sí solo, y que los partidos tienen que cooperar por el interés del pueblo alemán.”
A cualquiera que haga un poco de memoria le vendrán imágenes a la cabeza de escenas asombrosas que se han vivido en debates, tanto televisivos como parlamentarios, donde lo único que importaba era descalificar al adversario. Si se daba el caso de que alguien –por extraño que parezca– propusiera algo razonable y justo, era vetado.
Los partidos no quieren reconocer propuestas interesantes de otros porque tienen la convicción de que eso sería rebajarse, perder votos y apoyos, someterse a los intereses de otros. La realidad es que deben colaborar juntos para construir para todos, escuchar a una parte de la población que pese a que no les ha votado, tiene el mismo derecho.
Los partidos no son enemigos, aunque ellos lo quieran ver así, son vecinos, son la voz de los ciudadanos; y los ciudadanos de la calle, de los barrios, construyen su espacio propio, lo hacen juntos porque de otra manera entienden que cada 4 años no pueden tirarlo todo abajo para volver a construir. Es contraproducente, nos mete en un fango del que es muy difícil escapar.
“El partido no puede reclamar el monopolio de la perfección para sí mismo. Todas las personas tienen fallos, y también todos los partidos.”
El problema presente en buena parte de los partidos políticos es la idealización del mismo, poner al partido y a sus intereses por encima de las personas. Esto hace el vacío entre la ciudadanía y sus representantes políticos, aparta de la realidad al propio partido y a las personas que creen en él.
“El pueblo tiene derecho a que todos los partidos le hablen clara, abierta y honestamente.”
Seamos realistas, la política en la que nos encontramos ha perdido una serie de valores necesarios para el buen funcionamiento de la democracia. Los partidos más “viejos” han perdido la credibilidad, están en juicios por sobres, maletines y desviaciones de fondos, y la respuesta que encontramos ante esto es un silencio revelador.>
Han entrado en un juego donde todo vale y todo es justificable para no caer. Recuerda un poco a la serie House of Cards, que tanto éxito está cosechando, quizá porque allí nos muestran a través de la cámara lo que aquí se empeñan en esconder.
Evidentemente, ese no es el camino. Es caer en la fragilidad más absoluta mientras te metes en un callejón sin escapatoria. Por mucho que lo alargues, al final encontraras el final, y para entonces ya será demasiado tarde.
“Una oposición parlamentaria no solo debe tener en cuenta los objetivos partidistas. Una oposición tiene que tener en cuenta los intereses del pueblo alemán, y ser capaz de poner esos intereses por encima de los del partido.”
Este proceso de fragmentación puede tener dos consecuencias. O sirve para alcanzar una mayor pluralidad, donde reine el debate y donde quepan más propuestas -cosa que nos beneficiaría a todos los españoles-, o sirve para que, donde antes discutían dos, lo hagan cuatro, lo que al final sería un cambiarlo todo para que todo siga igual.
Esta lección deberían estudiarla y aprenderla de memoria todos los partidos que se encuentren en la oposición después de estas elecciones. Por el bien de ellos y por el nuestro.
“El político solo puede hacer justicia a los problemas de la realidad concreta si es consciente de la conexión entre todas las manifestaciones vitales, incluidas las culturales.”
Un político, para trabajar a favor de los ciudadanos debe ser consciente de la realidad en la que se mueve. Un político debe “oler a oveja” y no refugiarse en grandes despachos que hacen de realidad paralela donde todo son sonrisas y apretones de manos.
Es algo que clama al cielo en periodo electoral: se pasan las largas jornadas entre besos y abrazos, pero desaparecen como magos una vez les asignan en el despacho o el escaño que consiguen. Quién no recuerda, en aquel famoso debate donde los ciudadanos de a pie hacían preguntas a políticos, el famoso café de Zapatero…
Estas, que pueden parecer cosas de sentido común, son la gran asignatura pendiente. La política surge por el interés de construir entre todos, por dar una estabilidad y una serie de mejoras. No debe ser para unos pocos, nos pertenece a todos y debemos trabajar en la búsqueda de ese bien común.