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Una gaviota llamada Gürtel

En Viñetas por

La primera parte de la investigación iniciada en el 2007, el Caso Gürtel, sobre la financiación ilegal del Partido Popular no ha dejado al partido de Génova bien parado. Por orden de años de cárcel, los condenados han sido: Francisco Correa (51), Guillermo Ortega (38), Pablo Crespo (37,5), Luis Bárcenas (33), Alberto López Viejo (31), Rosalía Iglesias (15), Jesús Sepúlveda (14) y Ana Mato y el Partido Popular condenados a devolver 27.800 y 245.492,8 euros, respectivamente.

La condena al Partido Popular dentro de este caso, teniendo pendiente otra investigación sobre la posible caja B y otras irregularidades, ha precipitado la moción de censura de Pedro Sánchez (que acaba de cumplir un año desde su retorno a la Secretaría General del PSOE) sobre el Gobierno de Rajoy y tornado las gaviotas del partido en cuervos.

Más viñetas de Don Cástulo, aquí.

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La última lección de Adolfo Suárez

En Cultura política/Dialogical Creativity por

«En 1980, Adolfo Suárez concedió una entrevista a Josefina Martínez del Álamo que se salía de lo habitual. Fue una conversación tan franca que sus consejeros decidieron vetarla. “Un presidente no puede ser tan sincero”, dijeron».

Los domingos de Abc publicó aquella entrevista con motivo de su 75 aniversario el 23 de septiembre de 2007. Hoy la ha rescatado ABC, por razones evidentes. La actualidad de los contenidos, más allá del personaje, es ahora más relevante que entonces. Los azares de su historia convierten esta entrevista en su última aparición pública, aunque aconteciera 27 años antes. Es su testamento político para nosotros.

Te recomiendo leer la entrevista entera: nos ayuda a recordar que en la vida pública siempre hay una persona detrás del personaje. Aquí reproduzco algunos párrafos directamente relacionados con la temática del blog, acompañados de una breve reflexión. Cierra esta nota su discurso electoral de 1977, con su famoso “puedo prometer y prometo”, que nos permite repasar con sus palabras lo que hizo, lo que dijo que haría y lo que efectivamente logró.

«—[los españoles] tienen derecho a conocerle. Si le votan, y si se ponen en sus manos, necesitan saber con quién se juegan el porvenir.

Sí. Ellos tienen derecho; y yo tengo la obligación de explicarme. Estoy de acuerdo. Y voy a procurar remediar ese desconocimiento; a darles una respuesta. Quiero utilizar más los medios de comunicación. La televisión sobre todo… porque en televisión soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que dicen que he dicho… Tengo muchísimo miedo de cómo escriben después las cosas que he dicho […]

—Quizás el problema es también nuestro, de la prensa. Últimamente parece que algunos nos sentimos demasiado inclinados a ser protagonistas.

Sí. Yo noto ese afán de protagonismo. Algunos periodistas me preguntan sobre un tema político para tratar de convencerme de sus posturas. Entonces les digo: ¿Ustedes, qué quieren: saber mi opinión o convencerme de la suya?… Porque si vienen a hacerme una entrevista, les interesará conocer mi criterio, supongo. Y tendrían que escucharlo libre de prejuicios. Después, ustedes lo estudian, se informan y, si no les gusta, lo critican… Después, todo lo que ustedes quieran. Pero sólo se tienen presentes a ellos mismos. Escriben para ellos mismos… […]

Y noto, además, que algunos periodistas no intentan obtener los datos necesarios para hacer una información exacta. He hablado de Autonomías con un grupo de periodistas. Y les he dicho: ¿ustedes se dan cuenta de que han desprestigiado totalmente el estatuto gallego? Les pregunto: ¿lo ha leído alguno de ustedes? Y no… ¿Y han leído ustedes el título octavo de la Constitución?… Y no. […]

Así me va… Soy un hombre absolutamente desprestigiado. Sé que he llegado a unos niveles de desprestigio bastante notables… he sufrido una enorme erosión.

—¿Y por qué no intenta arreglarlo? Debe tener una solución.

Sí. Pero la tiene utilizando los mismos procedimientos; y no me gusta. No quiero convertirme en un hombre que busca sectores que lo cuiden, que lo mimen… ¡En absoluto, no va conmigo! Yo sólo digo que me juzguen por mis obras. […]

El 80 por ciento de lo que se escribe de mí no responde a la realidad… ¿Y qué voy a hacer? ¿Usted sabe lo que supone pasarse el día rectificando?[…]

Al final, he llegado a la conclusión de que los políticos son hombres como los demás. En el fondo, las cualidades que verdaderamente cuentan son las humanas.

Un político no puede ser un hombre frío. Su primera obligación es no convertirse en un autómata. Tiene que recordar que cada una de sus decisiones afecta a seres humanos. A unos beneficia y a otros perjudica. Y debe recordar siempre a los perjudicados… Gracias a Dios, yo no lo he olvidado nunca. Pero se sufre porque no puedes tomar decisiones satisfactorias a corto plazo para todos los españoles. Aunque esperas que sean positivas en el futuro y asumes el riesgo… Hay personas que no ven a los gobernados uno a uno… Yo los sigo viendo. ¡Les veo hasta las caras! Otro requisito indispensable en un político es la capacidad para aceptar los hechos tal y como vienen, y saber seguir hacia delante. Nunca puede sentirse deprimido. Tiene que continuar luchando. Confiar en lo que siempre ha defendido y en los objetivos programados a largo plazo… Pasar por encima de las coyunturas. Porque, a veces, las circunstancias pueden desvirtuar el destino histórico de un país. Y es preferible decir sí a la Historia que a la coyuntura. Yo lucho, intento luchar, contra esas coyunturas. […]

Hay que estar dispuesto a aceptar un grado enorme de impopularidad —como en una confesión hecha a sí mismo, arrastra las palabras—. Pero yo estoy dispuesto a eso. Lo estuve desde el primer día en que fui presidente. […]

Cuando en el año 77 se consolida la democracia y las leyes reconocen libertades nuevas, pero también traen aparejadas responsabilidades individuales y colectivas, empieza lo que llaman el desencanto… ¡El desencanto! Yo no creo que el pueblo español haya estado encantado jamás. La Historia no le ha dado motivos casi nunca.

Tuvimos que aprender que los problemas reales de un país exigen que todos arrimemos el hombro; exigen un altísimo sentido de corresponsabilidad. Y sin embargo, los políticos no transmitimos esa imagen de esfuerzo común… La clase política le estamos dando un espectáculo terrible al pueblo español. […]

Pero le hemos hecho creer que la democracia iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en España… Y no era cierto. La democracia es sólo un sistema de convivencia. El menos malo de los que existen.

[…] Mi mayor preocupación actual es la convivencia. La democracia puede ser más o menos buena, pero lleva en sí unos altos niveles de perfeccionamiento. Y la perfección máxima consiste en la convivencia perfecta. Hay que crear las condiciones necesarias para que los españoles convivan por encima de sus ideas políticas; que las ideologías no dañen las relaciones de amistad, de vecindad.

Sé que es un objetivo posible; estoy convencido. Y si lo conseguimos, habremos hecho una labor histórica de primera magnitud. Por fin habríamos acabado con todas las previsiones de enfrentamientos históricos. La transición española dará un ejemplo al mundo.

El símbolo, para mí, es que sean amigos personas de partidos diferentes, pero amigos. Que por la mañana puedan ir a votar juntos, y después sigan charlando y discrepen, pero civilizadamente. Que no traslademos al país nuestro rencor personal. Que no ahondemos con diferencias políticas las diferencias regionales y económicas que ya existen. Diferencias que, además, tampoco son insalvables… ese es mi auténtico objetivo. Esa sería mi compensación.

[…] Cualquiera sabe lo que dirá la Historia dentro de 30 o 40 años… Por lo menos, pienso que no podrá decir que yo perseguí mis intereses.

Admitirá que luché, sobre todo, por lograr esa convivencia; que intenté conciliar los intereses y los principios…, y en caso de duda, me incliné siempre por los principios.

[…] Yo suelo decir que me he empeñado en un combate de boxeo, en el que no estoy dispuesto a pegar un solo golpe. Quiero ganar el combate en el quince round por agotamiento del contrario… ¡Así que debo tener una gran capacidad de aguante!…

Es una imagen que refleja bien mi postura. Si en mis decisiones públicas hubiera un pequeño ingrediente personal —el más mínimo— derivado de las ofensas que he recibido, en ese mismo instante me marcharía. Porque estaría cometiendo los mismos errores que se han cometido históricamente. Caería en las equivocaciones de esos políticos que, por razones personales, llevaron a España a enfrentamientos muy graves.

A veces cuesta un gran esfuerzo mantener esta actitud… A mí me han estado insultando de una forma tremenda… Y yo he seguido saludando con el mismo gesto, con la misma intención, hasta con el mismo afecto, a la persona que me insultaba.

[…] Eso es tener un cierto sentido de responsabilidad —de nuevo su voz se vuelve hacia sí mismo—… de responsabilidad histórica… que la da el cargo. Yo he sido siempre un hombre responsable.
Y también me influye la ilusión que conservo. La ilusión de que es posible conseguir lo que me había propuesto. Los políticos se rinden, a menudo, porque no ponen todo el esfuerzo necesario para alcanzar la meta; porque priman los objetivos a corto plazo. Pero yo todavía tengo una enorme ilusión. La misma que tuve toda mi vida».

Como habrás visto por las fechas, unos meses después de esta entrevista Adolfo Suárez dimitió. Sus palabras y testimonio fueron diluyéndose. González y Aznar no supieron aparcar con igual rotundidad los intereses particulares o ideológicos del bien común. A Zapatero y Rajoy expresiones como “bien común” o “Historia” les quedan grandes. Es como si les avergonzara pronunciarlas.

Suárez repasa en esta entrevista los males propios de la incomunicación, que incluso un hombre de su talla y éxito profesional sufre terriblemente en primera persona: la falta de veracidad y confianza, la difamación y la mancha del buen nombre, la imposibilidad de encontrar un terreno común para el debate cuando al otro le interesa más vencer que encontrar ese espacio común. Al tiempo, reconoce la necesidad de una comunicación más plena y sincera, más transparente, del político con los ciudadanos, aunque eso le lleve a encajar muchos golpes bajos y dolorosos. En esta entrevista denuncia ya las enfermedades más terribles del Periodismo y la Política en España: el espíritu partidario que vela por los propios intereses, siendo un mal ejemplo y alentando más a la división y al odio que al encuentro y la sana convivencia.

Suárez subraya con lucidez que la democracia es sólo una forma de regular la convivencia, la menos mala, pero también la más exigente. Lo es porque nos obliga a todos a vivir en diálogo, que es mucho más difícil que limitarse a mandar u obedecer. Vivir en diálogo nos exige escuchar y renunciar a los prejuicios, nos exige exponernos tal cuál somos, nos obliga a purificarnos de nuestros intereses y caprichos particulares, por legítimos que sean, en nombre del bien común. Nos exige trabajar juntos, codo con codo, abrazados al radicalmente distinto, pero hermano.

Por último, nos revela parte de su secreto: la responsabilidad, la ilusión y encajar todos los golpes sin devolver ninguno. Quien quiera entender, sabrá quién fue su maestro en poner siempre la otra mejilla. Nos deja un gran testamento político que es a un tiempo un gran un testimonio personal.

Merece la pena repasar los vídeos del especial de RTVE “Muere Alfonso Suárez”. Aquí, un aperitivo: su “puedo prometer y prometo” en la campaña electoral de 1977, que nos ofrece un ángulo muy distinto que la citada entrevista, aunque reconocemos en ambas a una y la misma persona. Gracias, Presidente.

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de su autor y es reproducido aquí con su permiso.

PP y Ciudadanos: la derecha bicéfala

En Cultura política/España por

El pasado 15 de enero, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dijo que su partido tenía que “aglutinar todo ese voto de izquierdas en torno a la única fuerza que puede ganar a la derecha bicéfala”. Como toda expresión surgida del argumentario de una formación política, tiende a la simplificación. Pero da una idea muy gráfica –esa era, nos tememos, la intención- del nuevo escenario que la irrupción de Ciudadanos ha traído consigo. La frenética sucesión de elecciones del período 2014-2016 ha hecho difícil encontrar el reposo necesario para hacer la digestión de tanta novedad. Ya con cierta perspectiva, unos y otros van asimilando la realidad: el centro-derecha ha dejado de ser propiedad exclusiva del Partido Popular (PP). Sigue leyendo

Kiko Matamoros: “Vivimos en una disparatada y pueblerina feria de la corrección”

En Asuntos sociales/Entrevistas por

En una escena de La ley de la calle de Francis Ford Coppola, uno de los personajes dice, refiriéndose al ‘chico de la moto’ que ha vuelto a la ciudad tras un tiempo de retiro, que “parece un rey en el exilio”. Nos encontramos con Kiko Matamoros delante de un bar de Pozuelo. Se mantiene erguido y con la mirada como apuntando a un horizonte remoto que no existe, mientras da profundas caladas a un cigarro. Es como un rey en el exilio, alguien que ha encontrado la tranquilidad fuera de sus dominios. Sigue leyendo

Campaña de muertos

En España por

Originariamente, el término “campaña” hacía referencia al espacio de tiempo en el que un ejército permanecía en el campo sin regresar a sus cuarteles. Más tarde, se entendió por “campaña” el conjunto de movimientos que llevaba a cabo un ejército hasta alcanzar el objetivo propuesto. Todo orquestado a través de operaciones que ocurrían en un mismo espacio geográfico y en un momento determinado de la historia. Por ejemplificar las definiciones dadas; ahí tendríamos la campaña contra los piratas cilicios en la Roma de Marco Antonio y Pompeyo. La campaña en África donde tras dos años de conflicto los aliados llegaron a empujar a las fuerzas del Eje hacia Túnez, logrando la retirada de Mussolini en 1941. Y, por ir al puchero regional, la Campaña de Extremadura donde los nacionales o el ejército sublevado consiguió  unir la península con el Marruecos español, conectando al Ejército de África con el Ejército del Norte. Hecho que tuvo como consecuencia legitimada por las armas casi cuarenta años de franquismo.

El origen de las campañas políticas, sin embargo, es un tanto incierto. Los historiadores hacen la consideración de que la primera gran campaña fue en favor de la ejecución de Sócrates.  El “perturbador de la juventud”, como llegó a ser tildado por el Ágora a ración única de cicuta, encontró el castigo propio de aquellos que trataban de corromper con su discurrir dialógico y su cipotudismo intelectual la estructura sofista donde la apariencia y la verborrea lo eran todo.

Francisco Madero, Churchill, Hitler, Gandhi, Adenauer, Vargas – Llosa, Obama, Rajoy o Trump. Todos ellos, para la consecución de sus fines políticos, han tenido que pasar por la criba de la campaña. Algunos lo lograron. A otros les mataron. Y los menos, se dedican a debatir sobre sus fracasos en los cursos de verano de la complutense y a escribir libros monumentales entre las brisas y las caricias de papel de oro Rocher.

Esta semana, la actualidad española ha puesto de relieve la siguiente verdad: la política en nuestro país está en campaña permanente. Y en las campañas hay muertos.

Como un jilguero en primavera, como un nuevo gol de Messi, como una nueva corruptela política, las redacciones de los mass media han pasado por alto esta obviedad. Porque no es noticiable el tener a los políticos entre los pelos de la sopa. Va en el juego del derecho a conocer los entresijos del Congreso. Es el hijo incestuoso de la actualidad y la irrupción de las redes sociales. De pronto, todo sugiere, que lo que digan nuestros portavoces parlamentarios ha de ser el eco de lo que digan nuestro gritos.

La política les pierde. La mediocridad de nuestro corazón les devora.

Pero, claro.  ¿Hasta dónde les tenemos que exigir que se manifiesten? ¿Hasta qué punto es imprescindible un Tweet o una declaración de un político sobre lo que no es ámbito de su competencia?

Quizás sea llamativo que entre lo mucho que se ha escrito sobre Gabriel, sobre la prisión permanente revisable o sobre los disturbios en Lavapiés, nadie haya dicho que quizás los políticos estarían mejor callados en según qué momentos. Lejos de eso, abrimos telediarios con sus reacciones en redes, no salvamos tertulia de bar sin un hashtag o mención de por medio. Es curioso que nadie les haya apelado, respetando su dignidad parlamentaria,  a que sería valioso y deseable el que se pronunciaran exclusivamente para condenar los hechos y para acompañar a los afectados. Pero no. La política les pierde. La mediocridad de nuestro corazón les devora. Tiene que hablar porque no sabemos vivir sin el “tú más” del escaño digital. El sofista que se cuela entre los deberes no entregados a tiempo hace que en este mundo, que es muy afectado y vanidoso y que requiere de su pedagogía permanente por el mero hecho de ser político, hace, digo, que sea imprescindible para ellos el mostrar  los recovecos de su  trinchera ideológica, desde donde menean palabras y sentimientos de igual manera que el marrano se desparasita con el fango, compuesto, dicho sea de paso, de sus propias heces entre otras inmundicias.

Señora Villacís, señora Robles, señor Espinar, señor Hernando. Su opinión nos importa poco en materia de muertos.  Su fariseísmo sin ley, su recuento de cábalas demoscópicas solo son verdura de hastío.

Hacer política desde la morgue es viejo y es uso y costumbre de nuestro abecedario titular.  Pero porque esté arraigado en nuestro ADN político no quiere decir que sea cuanto menos despreciable.

J. Baldoví: “Si nos acostumbramos a vivir con la corrupción la democracia puede estar en peligro”

En Entrevistas/España/Vídeos por

Joan Baldoví ha crecido en un entorno rural y se nota.

Quizás haya quienes tras esta primera línea hayan hecho un aspaviento similar al chiste jocoso y de mal gusto, como si los que se ocuparon en entrevistarle en aquel entonces, buscasen alguna forma de descrédito gratuito del personaje antes de nada.

Pues no es así. Sigue leyendo

La obligación del realismo

En Cataluña/España por

El atracón de fechas históricas terminó (¡por fin!) este jueves con las elecciones catalanas y hay ya quien ha hecho un llamamiento a poner en cuarentena el “procés”, al menos en la conversación pública. “He vuelto a hablar de series con mis amigos”, decía aliviada una tal Ana en un periódico digital.

Al margen de las interpretaciones más en detalle que se puedan extraer de los resultados, como la abrumadora diferencia de voto entre campo y ciudad, hay algo que resulta evidente: no hay una mayoría parlamentaria posible que permita “secuestrar” el procés y neutralizarlo a base de escaños, y la mayoría independentista que sí hay, está respaldada por menos de la mitad de la población y se sitúa exactamente donde estaba el 5 de septiembre, con algunas bajas por el camino y una experiencia traumática que no se olvidará en décadas. Sigue leyendo

Carles Puigdemont, “como uno más”

En Cataluña/España por

Una de las cosas que más me divierten de YouTube es la capacidad que tiene de relacionar contenido random en reproducción automática. Estaba viendo un vídeo de un caballero que ha tenido una experiencia espiritual intensa en determinado movimiento religioso en España y un par de segundos después me encuentro un concierto de Sopa de Cabra con Carles Puigdemont a la guitarra. Sigue leyendo

Ante el vértigo y manipulación en Cataluña; Democresía y encuentro

En Cataluña/España por

Todos estaremos de acuerdo en que lo que ha ocurrido en Cataluña durante la jornada de ayer y lo que cabe esperar en los próximos días es, desde cualquier punto de vista, descorazonador.  Por los heridos y por los atropellos a la democracia. Urnas tiradas por el suelo, votos arrojados como si fueran colillas, activismo político con niños en los colegios, policía viéndose forzada al uso de la fuerza y aplicándola con una contundencia sobrecogedora…

 

 

Parece más necesario que nunca, que de igual manera que la clase política tiene la obligación moral de promover un diálogo escenificado y con los puntos a tratar extraordinariamente claros entre las partes de una misma nación, los ciudadanos deben asumir la corresponsabilidad  de construir un nuevo marco de convivencia cuando las relaciones están dañadas. Sigue leyendo

Se acabó

En Cataluña/España por

O tendría que acabarse. Diez millones de papeletas incautadas. El sistema informático para el recuento de los votos del 1 de Octubre, tumbado. Cualquier fondo público que se pudiera desviar al secesionismo, intervenido y controlado por el Ministerio de Hacienda.  Los artífices de la organización del 1-O, los ejecutores de los portavoces públicos y mediáticos, detenidos. Sigue leyendo

Pedro Sánchez ya es Pedro Sánchez

En España por

La nueva andanza de Pedro Sánchez al frente del Partido Socialista es una continuidad más liviana, en tanto que sus ideas y pretensiones están más depuradas de críticas en el seno del partido. No obstante, esta nueva etapa trae consigo para Pedro Sánchez dos herramientas que, combinadas, creo que ayudan a entender el “estado líquido” desde el que podemos mirar al PSOE hoy: el discurso y la coyuntura.

Se ha roto el maleficio de alianzas entre Pedro Sánchez y Podemos. A golpe de militancia. Como hiciera en diciembre de su primer mandato, se aseguró de contar con el apoyo de los socialistas de calle para que cualquier amago de disensión pusiera al intrépido osado frente a las masas. Sigue leyendo

Gris-20

En Mundo por

Los principales líderes del mundo se dieron cita en la Cumbre del G20 de Hamburgo y reflejaron el decreciente nivel de carisma de la clase política global, lo cual queda confirmado por la ostensible ausencia de personalidades extraordinarias.

La anfitriona, la incombustible Angela Merkel, sigue tan comedida en su elocuencia como en sus gestos políticos, mientras que la esperada reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin no fue más que el encuentro de un magnate adicto a la verborrea con un inexpresivo exagente de la KGB; el primero se muestra totalmente inexperto en el campo de la geopolítica, y el segundo, en esa perpetua e inalcanzable aspiración rusa de convertirse en el hegemón, continúa desperdiciando una inigualable oportunidad de por fin democratizar Rusia. Sigue leyendo

El terraplanismo hoy

En El astigmatismo de Chesterton por

O una noche con la locura

Hace muchas cenas tuve la ocasión de estar con un tipo que Chesterton tildaría de “pagano”.

No sólo por las exóticas creencias a propósito de la divinidad de Jesús, que entra dentro de lo ponderable y esperable de cualquier conversación de hoy. Más bien era de esos tipos que en algún momento había dejado de creer en el todo y había empezado a creer en la nada. O como diría el artífice de “El regreso de Don Quijote” o “El Padre Brown“, “cuando se deja de creer en Dios; se empieza a creer en cualquier cosa”. Sigue leyendo

Un mártir por la independencia

En Cataluña/España por

El independentismo catalán ha vuelto a envidar al Gobierno de Mariano Rajoy, envite que se vería reducido a intento si pretendía Puigdemont dirigir el dardo, en forma de ley, contra el Estado democrático. Tanto es así que la supuesta ley de desvinculación de Cataluña de la España opresora, sólo exigiría al Gobierno lo que anunció la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría: recurrir tan pronto alguien se atreva a rubricar esa ley.

Las instancias judiciales serán el escenario para una nueva pelea entre la etérea pretensión de cuperos, junteros y esquerros con la realidad de la democracia y de un país como España: el cumplimiento de la ley vigente en la Constitución. A la hora de contemplar el problema territorial de España, en particular con Cataluña, se trata de saber que España es una nación indivisible que reconoce la diferencia de los territorios que lo forman, no de esgrimir únicamente un sentimiento como respuesta a ver a quién le late más fuerte la carótida. Lo que España es hoy, que reza la Carta Magna, es lo que realmente tratan de petardear algunos sectores políticos catalanes. Sigue leyendo

Madrid era una fiesta

En Democultura/Literatura por

Cuando llegaba la primavera, incluso si era una primavera falsa, la única cuestión era encontrar el lugar donde uno pudiera ser más feliz. Si estábamos solos, ningún día podía estropeársenos, y bastaba esquivar toda cita para que cada día se abriera sin límites. Sólo la gente ponía límites a la felicidad, salvo las poquísimas personas que eran tan buenas como la misma primavera”, Ernest Hemingway, París era una fiesta.

No muchos pueden presumir de una biografía tan repleta de aventuras, encantos y desencantos como la de Hemingway, un hombre de acción bendecido por el don de la sensibilidad artística. Fue combatiente en la Primera Guerra Mundial, corresponsal en África y en la Guerra Civil española. Su experiencia le granjeó fama y la típica imagen de tipo pasado de vueltas que no se amilana ante cualquier cosa. Sigue leyendo

Los dos mejores defraudadores del mundo

En Cuero/España por

Hace unos días conocimos la escalofriante cifra que percibirá Messi por temporada durante los próximos cuatro años. A la espera de confirmación oficial, porque la sección espectacularizada de Deportes Cuatro se ha ganado el derecho a no ser del todo fiable, el montante ascendería a 44 millones de euros limpios al año.

Dentro de unas semanas sabremos que Florentino Pérez le hará una mejora de contrato a Cristiano Ronaldo con el objetivo de disipar los malos humos judiciales con los que empezaba el verano para CR7. Y también, como toda lógica dualista y maniquea de quienes viven una realidad muy pequeña pero que se empeñan en hacer muy grande, porque a Messi le pagan más. Sigue leyendo

El PSOE, un partido para una minoría militante

En España por

Pedro Sánchez es el nuevo-viejo secretario general del Partido Socialista Obrero Español.

En una noche plagada de gestos, de instantáneas fugaces de los tres candidatos como muestra claroscura de “unidad”, de corrillos incesantes de votantes y militantes que hablan a la par de esperanza y de hecatombe.

En unos comicios con una participación histórica, donde el 50,21% de los militantes apostaron por el Sí es Sí que otrora fuera el No es No

Sánchez vuelve a Ferraz. Y lo hace para quedarse.

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El despiece de las primarias del PSOE. El debate

En España por

Susana Díaz ha actuado como si ya fuese la Secretaria general del PSOE. Ha hecho un Rajoy para entendernos. Pedro Sánchez ha volcado sus esfuerzos en conservar los apoyos que tiene. Una especie de prietas las filas que pocos apoyos va a sumar por falta de visión y de ambición. Patxi López ha hecho el mejor debate dejando en evidencia a sus dos oponentes, cosa poco complicada, la verdad. Sale vivo del debate pero sabe que su batalla de verdad empieza el día 22 de mayo y le ha de llevar hasta el 17 y 18 de junio. El Congreso Federal del PSOE que dibujará los equilibrios de poder tras esta batalla tan fraternal como fratricida.

Nunca un proceso interno del PSOE, en la historia reciente, ha sido tan cainita. Ni en Suresnes, entre la vieja guardia y los jóvenes cachorros del interior. Ni a finales de los ochenta entre guerristas y renovadores. Ni en la pugna entre Almunia y Borrell en el 98 (la victoria más clara, por cierto, en un proceso de este tipo, que se decantó a favor del catalán por 21.394 votos). Ni la de Zapatero y Bono en 2000. Ni la de Rubalcaba y Chacón en 2012. Ni las primarias de 2014 que convirtieron a Pedro Sánchez en Secretario general por 16.352 votos. Sigue leyendo

¿Qué es actualidad?

En Periodismo por

Hoy, jueves, algunos de los que escribimos en estas páginas acudiremos al CaixaForum de Madrid para ver si nos cae un premio: el de Mejor Blog de Actualidad de los Premios 20blogs, que concede el diario 20 minutos. [Actualizado: ¡Nos lo dieron!]

Si es usted uno de los que ya se ha dado un garbeo por Democresía, quizás se sorprenda. ¿Actualidad? ¿Desde cuándo? Lo cierto es que es más probable leer en esta revista textos y nombres de personajes pretéritos que encontrar algún resquicio –que los hay– de lo que uno podría encontrar en un periódico común y corriente. Y, sin embargo, la mayoría de los que escriben en estas páginas son periodistas en alguna medida, sea por formación o por vocación. O ambas. Entonces… ¿nos hemos vuelto locos? Sigue leyendo

La rana, el ratón y la charca Popular

En España por

«Un ratón de tierra se hizo amigo de una rana, para desgracia suya. La rana, obedeciendo a desviadas intenciones de burla, ató la pata del ratón a su propia pata. Marcharon entonces primero por tierra para comer trigo, luego se acercaron a la orilla del pantano. La rana, dando un salto arrastró hasta el fondo al ratón, mientras que retozaba en el agua lanzando sus conocidos gritos. El desdichado ratón, hinchado de agua, se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana. Los vio un milano que por ahí volaba y apresó al ratón con sus garras, arrastrando con él a la rana encadenada, quien también sirvió de cena al milano».

Esta historieta del fabulista clásico Esopo, profeta de los sofistas de bareto, parece pertinente con la actualidad que enfanga -por alusiones, por compartir siglas o por estar íntimamente implicados en “la trama”– a toda la estructura del Partido Popular.

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Susana Díaz es de Pontevedra

En España por

Hay una cuestión que es innegable. Susana Díaz tiene temple. Tiene aguante. 

Es una mujer que desde el primer momento de su carrera política ha tenido que demostrar que está ahí por su carácter, independientemente de los dedos de los siempre bajo sospecha Chaves y Griñan. Por la contundencia de su discurso, siendo éste en ocasiones -como la presente- nulo. Porque lo que ha descolocado a los fagocitadores de exclusivas que se apostan amanecer tras amanecer en la sede de Ferraz ha sido el mutismo de Díaz.

¿Se va a presentar a la Secretaría General? Sigue leyendo

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