Por fin ha llegado la película que todos los seguidores de la saga X-Men (y especialmente de Wolverine) estábamos esperando. “Logan” representa más que un póster que enmarcar en la pared de la productora; representa el fin de una era, un punto y final de una saga que vio la luz por primera vez hace ya diecisiete años y con la que muchos crecimos.
James Mangold (director) y Hugh Jackman (actor que interpreta a Wolverine) han hecho los deberes. Se han encargado de alimentar a los fans, pedigüeños y hambrientos, con una película maravillosa que no solo cumple con las expectativas, si no que rompe con las anticuadas reglas de la saga para proporcionar una historia que habla por sí sola.
Mangold toma una de las mejores decisiones haciendo que la película sea para mayores de edad, dotándola de la misma brutalidad que caracteriza al cómic, desembocando en la versión más auténtica y salvaje de Lobezno.
(Aunque no contiene spoilers, se recomienda haber visto la película antes de leer este artículo).
La sinopsis del argumento narra la última misión de un viejo y desgastado Logan, en un mundo hostil donde los X-Men son leyenda, los mutantes se hallan casi extintos y sus poderes lo han ido abandonando. Afligido, atormentado y por primera vez vulnerable y expuesto a la muerte, Logan vive como puede tratando de proteger a Charles Xavier. Pretende huir de su pasado hasta que una niña toca a su puerta: Laura o X-23 (Dafne Keen).
Hugh Jackman hace un trabajo espléndido caracterizando a un Lobezno vándalo y a la vez muy humano, jamás visto antes en la gran pantalla. Si antes podía resistir cualquier ataque, ahora Logan sufre cada golpe, cada tropiezo. Así, por primera vez, el espectador se mantiene en vilo cada vez que éste se mete en una pelea, pues perfectamente podría ser la última.
Un oxidado y decrépito Charles Xavier es interpretado por última vez por Patrick Stewart, también de manera maravillosa, mostrándonos al mutante que todos respetan y a la vez a un pueril anciano, desgastado por la vejez. Este Charles Xavier es poderoso a la vez que quebradizo.
Es imposible no tomar esta película como personal: aquellos que cumplían espeluznantes misiones imposibles, ahora se muestran naturales, frágiles y endebles. Pero Laura es la luz al final del túnel. Es tan temible como lo era Wolverine en sus tiempos, poseída por una rabia extremadamente difícil de controlar, que tan solo con la mirada es capaz de reflejar. No obstante, el guionista entiende que aparte de ser un arma, X-23 es también una niña que está descubriendo el mundo.
Las magníficas actuaciones de los actores reflejan una desesperanza deprimente, sumergida en una predicción oscura sobre el final de una era. Estos aterrizan en una historia asfixiante, en un marco espacial herrumbroso y cerca de ser post-apocalíptico, y en la realidad cruel que se pretende representar, influenciada por las historias de “Old Man Logan”. Los tres tienen habilidades, pero esta vez pueden no ser suficientes para solucionar sus problemas.
En mi opinión personal, es imposible concebir un mejor cierre de telón que “Logan”. Las ocho películas que forman la saga dejan paso a este último aliento que exhalan Logan y Charles, en un reclamo a la empatía que todos sentimos por estos personajes. Es, con total seguridad, la cinta más salvaje y a la vez más humana de los mutantes que ha visto la luz en el cine, mostrándonos unos personajes que antes podrían ser considerados como dioses, pero ahora no se muestran como mutantes, sino como personas, demacradas y torcidas por todas las batallas libradas.
Hugh Jackman ha sido capaz de dotar de alma a un Logan más que digno, finalizando un ciclo de emociones y sentimientos. El Lobezno que emprendió un largo viaje, llega a su final diecisiete años después tras numerosas aventuras, tras provocar diversión; tras provocar risas; tras provocar lágrimas. Hoy le decimos adiós a toda una generación. Y bien es cierto que este filme no es perfecto, pero cumple totalmente con lo que se propone. Es una cinta de superhéroes, pero consigue ser esencialmente humana, y por ello es el mejor cierre de saga que un admirador de los X-Men podría desear.