“Carga la cruz, carajo”
Galardonada tanto en Berlín como en San Sebastián, “El Club” de Pablo Larraín, es uno de los mejores dibujos cinematográficos del año.
El director de “No”, nos presenta a lo largo de hora y media de película una bonita casa en la costa chilena donde cuatro sacerdotes viven una apacible y “estimulante” rutina.
La llegada de un nuevo religioso, cuyo pecado rápidamente quedará revelado por una de sus víctimas, muestra el verdadero sentido de esta singular comunidad. Se trata de una casa “de oración y penitencia”.
Un auténtico vía crucis del siglo XXI, donde cada uno de sus personajes vive su propia pasión a través de la falta propia y ajena y donde finalmente hay un lavatorio de pies a la altura de una auténtica redención, digamos con manoseo inoportuno; la esperada catarsis.
La película es insoportable. Es cruda y dura. Es un trago de porquerías y sufrimientos.
La fotografía muestra la frialdad de un amanecer y la desesperanza que emerge al caer el sol.
El tiempo en este potro de tortura se vuelve un aceite espeso que tienes la obligación de tragar mientras contemplas la miseria humana.
Por un momento te da la sensación de estar estrangulándote con la “cinta blanca” de Haneke.
Y es que a fin de cuentas, en algún momento de nuestra vida, ante las cuestiones fundamentales, la angustia se ha tratado de colar en nuestras decisiones con la fuerza de una vara rígida en las costillas.
Y por ello, para quien adolezca de una vida normal, tiene que ir a verla. Necesita enfrentar esa miseria. Y necesita contemplar esa misericordia.
Si hay un anhelo de reconciliación profunda con el ser humano, esta película es lo más parecido a un reencuentro de lo que hemos podido ver en la gran pantalla.
El final de esta película es una de las composiciones narrativas más extraordinarias y más sublimes que me he encontrado en mucho tiempo. Y no es que mi visionado y mi juicio sean valiosos como crítico, es que como espectador sensible, el cierre a la película es La Conclusión de lo que debe ser el viaje al que nos invita el director.
¿Lo mejor? La tensión con la que discurre y el cierre.
¿Lo peor? La concreción y particularidad de esa tensión la hace no apta para todos los públicos.
¿Valoración final? Trago indispensable para la gente normal.
Título:“El Club”
Año: 2015
Duración: 98 min.
Producción: Chile
Director: Pablo Larraín
Género: Drama/ Religión
Reparto: Roberto Farias, Antonia Zegers, Alfredo Castro, Alejandro Goic, Alejandro Sieveking, Jaime Vadell, Marcelo Alonso