Revista de actualidad, cultura y pensamiento

Javier Aller: el marciano inmortal

En Cine por

Javier Aller se fue hace unos días. Regresó al planeta surrealista que pertenece. El primer avistamiento de su persona en nuestro planeta fue en el año 1998 con El milagro de P. Tinto donde debutó en el cine interpretando un fastidioso marciano adicto a la gaseosa.

Aller desde entonces nunca dejaría de interpretar en sus películas la misma actitud vital bizarra y sencillamente genuina.


La parodia, el surrealismo y el absurdo es una constante en gran parte del cine de Javier Fesser, su mejor exponente es, claro está, El Milagro de P.Tinto, influido indudablemente por películas como Delicatessen o La ciudad de los niños perdidos del director francés, Jean-Pierre Jeunet junto con su característico actor fetiche Dominique Pinon. Javier Aller forma parte de ese cine. Un cine extinto y mal interpretado. Nuestro cine actual tiende a lo sofisticado, a lo solemne o a lo trágico, como si quisiera olvidar la alegría pasada de esas tramas alocadas donde lo importante era vernos reflejados en la película. Todos, catastrofistamente, se ponían a parir en universos que mostraban nuestras miserias, haciendo un homenaje constante a la posmoderna España picaresca.

Muchos se sorprenden cuando abiertamente considero El milagro de P. Tinto una de las películas más portentosas de nuestro cine. No trato de adular insustancialmente lo bizarro, sino defender una película verdaderamente entrañable que retrató con personalidad toda una vida. La vida de un matrimonio que sentía la fuerte convicción de crear una familia y dejar un legado de amor. Independientemente de a quien ames, amar es una completa locura, pero lo es más si es conjuntamente abrazados hacia lo impredecible. La belleza del surrealismo es comprender que por muy irracional que aparente ser la realidad recreada, la verdad siempre estará presente; como hay humor en la buena comedia y en la honesta ocurrencia de un niño.

Javier Aller formó parte de esa excepcional familia/película que demostró que los milagros existen si se tiene fe para querer contemplarlos.

Descansa en paz, Javier.

¿TE HA INTERESADO? SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN SEMANAL PARA RECIBIR UN RESUMEN DE LOS ARTÍCULOS.

(@AaronKadars) Licenciado en Comunicación Audiovisual con Máster en Cinematografía es un hombre tritema desde que empezó a ir al cine, jugar a la Super Nintendo y chutar violentamente una pelota contra una ventana. Cree que toda película/videojuego/gol debe aspirar a un anhelo trascendente. Se esfuerza cada día en ser el pensador que no piensa en nada. Actualmente oposita para metaforista. En otra vida fue un koala.

Lo último de Cine

Ir al inicio
A %d blogueros les gusta esto: