Pedro Sánchez, el hombre que todavía puede ser rey
De todas las anomalías políticas que ha habido en la historia reciente de España, mi favorita es la de Pedro Sánchez.
Sigue leyendo(@RicardoMJ) Periodista y escritor. Mal delantero centro. Padre, marido y persona que, en líneas generales, se siente amada. No es poco el percal. Cuando me pongo travieso, publico con seudónimo: Espinosa Martínez.
De todas las anomalías políticas que ha habido en la historia reciente de España, mi favorita es la de Pedro Sánchez.
Sigue leyendoLas próximas líneas no pretenden explicar lo que fue la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Panamá. Tampoco es un análisis pormenorizado de lo que dijo o dejó de decir el Papa Francisco; para ello, animamos a la lectura de cualquier diario o digital especializado en información religiosa, donde seguro encontrarán lo que están buscando. Este texto es, sencilla y torpemente, un pequeño alegato que partió de una experiencia sobrecogedora ocurrida el pasado 24 de enero en el trayecto que unía el barrio de La Locería con el parque recreativo Omar Torrijos -denominado ‘Parque del Perdón’ durante la JMJ- en la capital istmeña.
Sigue leyendoIñigo Errejón pasará a la historia por ser el primer político en conseguir ser candidato de dos realidades políticas al mismo tiempo. Este desdoblamiento astral para optar a la presidencia de la Comunidad de Madrid bajo las siglas del movimiento ciudadano de Manuela Carmena -Más Madrid- sin renunciar a Unidos Podemos, ha terminado por desgajar -según informó Pablo Iglesias, todavía su secretario general- el proyecto que se pergeñó, entre cafés y algún que otro carrujo, en la Universidad Complutense de Madrid.
Sigue leyendoEn 1957, Ignacio Aldecoa escribió Young Sánchez. Se trata de un relato callejero rico en charcos, ganchos y carajillos de barra metálica; un joven boxeador, Paco Sánchez, se prepara para un combate crucial dentro de su corta carrera pugilística. Si logra vencer a su rival, pasará de ser un luchador aficionado a una auténtica promesa nacional.
Agotado, impoluto. Tal vez con migraña. En Jordan B. Peterson hay algo – si no mucho – de estoico.
Las próximas líneas no corresponden a una entrevista aunque la categoría de la página así lo indique.
No lo es porque el personaje evita que lo sea. Hay un número más que generoso de respuestas no acotadas con metáforas que caen con más o menos fortuna en el asunto en cuestión. No hay una línea temática prefijada y parece que el tiempo poco importa en este habitáculo de la calle Alfonso XII, en pleno centro de Madrid.
Juan Manuel Cotelo no prepara guiones, se los encuentra. Dice sentirse incómodo en los preparativos, en el papeleo, en el ir agitando la hucha para producir sus películas. También con las preguntas, con lo excesivamente elaborado, pues esto ahoga, o así lo entiende su interlocutor, la maravilla de lo espontáneo. No tiene ni la más mínima intención de salirse de la etiqueta de “ultracatólico” -signifique eso lo que signifique- y no pretende atraer a las salas donde se pasen sus películas a cinéfilos o entendidos del séptimo arte; pues lo suyo es entretener y tocar el corazón.
Su última película, “El mayor regalo”, nos posibilita un rato con él. En esta casi hora de conversación da la sensación de que pasa de todo estando con las piernas cruzadas.
Sigue leyendoEl pasado 13 de octubre casi nadie conmemoró el fusilamiento de Francisco Ferrer Guardia; el que podemos llegar a considerar como “el primer influencer” de la historia de España.
Hace quince años la televisión era el medio “más completo” para promocionar tu negocio o empresa. Por aquel entonces ni gobierno ni entidades financieras habían tenido la necesidad de crear a los emprendedores; eufemismo para parados de larga duración o jóvenes sin recursos dispuestos a un 18% de interés anual con tal de justificar su inestable situación laboral en las comidas familiares y con los colegas de promoción.
Son las 19:03 de la tarde. Llueve y ha llovido durante todo el día, por lo que los caminos de tierra de El Retiro son una pista de patinaje arcilloso. Si uno se pasea con mal tiempo por la arboleda contigua al Paseo de Cuba, cerca del estanque, puede apreciar ese tono pestilente que destila el suelo, donde las hojas de los castaños de Indias se pudren entre los charcos.
Sigue leyendoDecía Enrique Meneses que el periodista ha de entender su oficio como el de un aventurero. Ante cada obstáculo, cada revés del destino, se le presenta la oportunidad de probar su valentía, su raza. Y puede que en algunas honrosas ocasiones, cuando se haya metido tan hasta el fondo con un tema en el que los actores implicados tengan que emplear el soborno o manipulación para acallar su historia, se den las circunstancias para sacar a la luz su calado moral; ese que se aprendía más en las meriendas con Nocilla que en las cañas de la facultad.
Sigue leyendoUn año después del referéndum del 1 de octubre, Cataluña sigue siendo España. Lo es de una forma peculiar, con un Govern presuntamente más comedido en sus acciones -aunque no en sus declaraciones-, dedicado a internacionalizar el conflicto, al tiempo que, desde el Ejecutivo socialista, se buscan fórmulas de consenso. ¿El objetivo? cambiar la “herencia política” del Partido Popular para con Cataluña y darle un nuevo giro que posibilite un diálogo real y fructífero con Torra y sus socios políticos.
La internacionalización del proceso secesionista, la situación económica de la comunidad autónoma y la problemática educativa, son algunas de las cuestiones que vemos en este artículo.
A la vista de los acontecimientos cabe sentenciar que España es profundamente monárquica. El hecho de que no se entonen salves por el Borbón de la Zarzuela o que los mancebos no se enrolen en el ejército para salvaguardar a su Rey y a su Patria, no quita que nuestra actualidad se contonee al calor de las intrigas palaciegas y las zarandajas de Moncloa.
Sigue leyendoDecía Ratzinger que la duda era el punto de encuentro entre el creyente y el ateo. De igual manera, el hartazgo hacia nuestra clase política parece ser el lugar común donde nos encontramos todos los credos ideológicos.
Sigue leyendo— Mañana viene el Sánchez.
— ¿Cómo es eso? ¿Aquí? ¿A Puerto Quejumbre?
— Sí, sí. Que me acaba de decir el Basilio.
En los años más duros de la crisis estuve en uno de los restaurantes que Joaquín Sabina tiene por Madrid. Habíamos ido un grupito de culturetas a los cines Renoir de Princesa. Después de sacudir o rescatar a Wes Anderson, se nos antojaron unas enchiladas.
Sigue leyendoExiste cierto mantra occidental, cierta idea preconcebida cuyo origen es difícilmente localizable, que asocia a los artistas y las cogorzas de manual como un binomio indisoluble.
Sigue leyendoNo, no se trata de una novela erótica dando vueltas en un carrusel de gasolinera. Tampoco es una canción – o eso creo- de Álex Ubago o Pablo Alborán. Es, simplemente, la mecánica con la que influencers, actrices, modelos y los/las populares de clase celebran haber sobrepasado sus metas de seguidores en Instagram.
Ya sean 1.000, 10.000, 100.000 o el dorado del facing: 1.000.000 de avatares con apéndice en la vida real. Si se alcanza el objetivo, la ropa va fuera.
Esta tendencia arrancó de la mano del famoseo de turno y poco a poco fue permeando en los distintos estratos del smartphone. Aquí vendría la lista de celebridades que recoge a Demi Rose, la Pedroche, Edurne, Paco León u Octavi Pujades. Las/los que ya se desnudaban por dinero o salían en el papel couché portando aquel sobretodo, aquel tanga que justificaba al menos tres apariciones en prime time o un bikini de pasarela que jamás ha catado la arena y colillas de Benidorm, empezaron a hacerlo, con cierta apariencia de gratuidad, en su perfil social. Las marcas se frotaron las manos cuando Instagram se ubicó entre las redes sociales más utilizadas por lo usuarios. Acababan de descubrir una forma de diseminar y posicionar su producto de forma más o menos encubierta en miles de perfiles de toda índole; ya fuera la última nominada al Óscar o el exuberante tiarrón de Carabanchel. La entrada en vigor de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI), que fuerza a los influencers a informar a sus seguidores cuando se trata de una imagen patrocinada, fue un terrible varapalo para aquellos que habían encontrado en su carcasa muscular una forma de llenar el buche y recorrer el mundo por la patilla a través de los filtros de su pantalla.
Sin embargo, las trabas del estado opresor del libre mercado, no les amedrentaron para perseverar en su camino hacia “la cifra”.
Preparando el asalto “a la cifra”. Primero, la imagen
¿Cómo lo podremos conseguir? ¿cómo haremos para aumentar nuestro caché y empezar a decir a todo el mundo que tal marca se ha fijado en nosotros para portar sus vainas? ¿cuándo podré confirmar que soy un chico/chica valla?
Cuando un instagramer -sin importar lo colgante del género- está rondando las inmediaciones de “la cifra”, es probable que empiece a generar, con más o menos tino, una campaña de expectativa -lo que los publicistas llaman “teaser”- para dar a entender lo que ocurrirá cuando,”juntos” (siempre el plural mayestático para los que enarbolan y viven de la individualidad absoluta), lleguemos a la cima del postureo.
El momento tan esperado, la redondez de las vanidades, se prepara de muy distinta forma. Si ya se lleva un recorrido en esto del ser visto y juzgado, tu agencia te pondrá un fotógrafo profesional delante, alquilará un pequeño estudio, te acostará entre algodones con un ventilador salvaje que cabalgue tu indómita cabellera y jugará con distintas ópticas y distintas capas de ropa para pegarle un buen subidón a tu cuenta de followers.
Si por el contrario todavía no se ha conseguido la mercantilización total de tu cuerpo, tocará, poco a poco, posado a posado, ir acercándose al objetivo deseado. Entonces, al no disponer de los fondos para una sesión más cuidada, se apostará por expandir la amortización de las vacaciones familiares y en cualquier poto, macetón de Aloe Vera o palmera indiana, tus nalgas romperán la barrera de seguidores.
¡Ojo! No desmerezcamos este cambio de atrezzo y localización. Supone un salto cualitativo (y estético) importante. Salir a buscar localizaciones con las que alcanzar “la cifra” es salir de los cuartos desordenados, de los espejos del baño del hotel o de las propuestas igual de exóticas como estúpidas de enseñar las mamas antes de una “presumible” comilona.
Después, el texto y el manejo de “seguidos”
Sin embargo, no todo va a ser la imagen. Queda un veinte por ciento que cubrir para conseguir romper “la cifra”. Esto significa llenar ese aburrido pero indispensable hueco que pone “texto”.
Aquí tenemos multitud de posibilidades. Están los que prefieren los emojis para acompañar sus contorsiones, los parcos en frases completas, los poetas de saldo, los que roban citas literarias, los/las que sacan frases de su propia cosecha. A mi modo de ver, son los más valientes pues se exponen con sus anacolutos a que haya algún académico ocioso dispuesto a tirarle de las orejas. También están los instagramers que tiran de retahíla cabalística de hashtags para disparar a todo bicho viviente que more por la red social en ese momento. Si eres de estos, saca tus genitales a la palestra. Nada pone más a tono tu cuenta que tener imágenes “censuradas” con dos cáctus dónde debería haber dos pezones. Eso y el mantra #freethenipple seguro que te proporcionan un buen puñado de followers sedientos de travesuras.
Resueltas las primeras imágenes del feed, toca manejar adecuadamente la bolsa de seguidos. Los gestores de comunidad te dirán que al principio conviene usar una estrategia balanceada entre los que te siguen y sigues pero si por algún casual das un pelotazo y sales en una foto, aunque sea de refilón, con alguien de la vanité, deberías despedir a tus amigos del colegio y la universidad y quedarte con aquellos que te puedan aupar a “la cifra”. Para ello, hay que establecer la máxima del “sígueme” sin reprocidad. Hay que ponerse un objetivo de corazones a la semana y hay que ajustar adecuadamente la política de privacidad para ver quién se puede asomar a las distintas parcelas de tu personalidad. Cuantos más sean los desconocidos que se arrimen a tus bronceados insuperables, más posibilidades tendrás de ir abriéndote hueco hacia tu objetivo.
Sigue estos pasos y tu dicha, al fin, será completa durante unos segundos. Hasta que aparezca el nuevo reto, “la nueva cifra”, a la que hincarle el diente. Entonces, límpiate el champán que quede en la comisura de los labios y lánzate a buscar una nueva perspectiva de tu vientre plano.
Las consecuencias de los narcisos y narcisas
Este exabrupto no solo ha querido reflejar lo que ocurre cuando dejamos nuestro cuerpo a la intemperie. También existe una vulnerabilidad, no tan manifiesta pero sí palpable a medio plazo, cuando se deja en cueros nuestros ámbitos de relación y los lugares que han tenido una significación en nuestra vida. Nadie en Instagram plasma por voluntad propia sus malos momentos. Siempre está el colorín y la purpurina en un recuerdo edulcorado de lo que alguna vez fue una experiencia. Lo que antes quedaba para el archivo de la memoria o en una fotografía enigmática que explicaba su significado a un grupo reducido de personas y era, por decirlo de alguna manera, el tótem de un momento, es ahora una ventana abierta para que cualquiera pueda verlo y manosearlo. La intimidad, el secreto, han quedado postrados ante lo noticiable. El “yo he sido allí” ha quedado bajo el “yo he estado allí”.
Esa calita secreta en la Costa del Sol, aquella gruta donde ocurrió la primera sensación de éxtasis, los boquerones más sabrosos que te habían sido confiados por dos generaciones de familiares que deseaban que ese chiringuito no saliese en ningún lado para que no estuviera saturado en verano.
Ahora todo está escrito y fotografiado. Y si no, es que no has tenido verano. Lo que es, en nuestros tiempos raros, como no tener una vida “realmente plena”. O sea, estar fuera de juego. O sea, no existir.
Ahora que se nos ha echado encima el periodo vacacional, un buen número de seriéfilos se plantea un rebobinado completo de Juego de Tronos sabiendo que en los próximos meses llegará el desenlace definitivo, la batalla definitoria.
¿Quedarán sujetos los Siete Reinos al devenir de los vivos o de los muertos? A partir de ahora, spoilers a machete. Avisados quedáis.
Sigue leyendoEl 23 de julio del año 2000 tuvo lugar el 35º congreso del Partido Socialista Obrero Español.
Entonces, 995 delegados que representaban a cerca de 350.000 militantes socialistas, eran convocados a las urnas de un PSOE abierto en canal, con una crisis programática e ideológica que todavía adolecía de la artrosis de la última etapa del Felipismo. Sigue leyendo
Hace poco más de una semana las tiendas de campaña de Quechua empezaron a poblar el monte de Kobetamendi, en Bilbao.
Aquel mar de plástico pintoresco y de promoción marcaba el inicio de una nueva edición del festival de música BBK Live 2018.
Sigue leyendoEsta semana se celebra el “World Pride 2018“. Lo que hasta la ocupación por la fuerza de los anglicismos llamábamos, sencillamente, la fiesta del orgullo gay.
Marquesinas, banderas, pegatinas, camisetas… Ni siquiera a Netflix o a YouTube se le ha pasado por alto esta cita y han puesto sus arcoíris junto a su logotipo; que no quepa ninguna duda de su apoyo a la causa.