Viaje al centro de la incomodidad
No es el viento lo que incomoda, ni la lluvia, ni el tedio, ni la soledad, ni el abandono, ni la enfermedad, ni la miseria, ni la vejez, ni tampoco contemplar el rostro de la muerte.
Sigue leyendoNatural de Barcelona, residiendo en Tarragona. Tengo 57 años y soy auxiliar de Ayuda a domicilio, donde cuido y atiendo a personas mayores y dependientes. Me gusta la soledad compartido. Prefiero la naturaleza y a los amigos en vez de las redes sociales. He participado en diversas publicaciones. Mi último libro se titula ‘Despertar a la vida’ (2017), Seleer.
No es el viento lo que incomoda, ni la lluvia, ni el tedio, ni la soledad, ni el abandono, ni la enfermedad, ni la miseria, ni la vejez, ni tampoco contemplar el rostro de la muerte.
Sigue leyendoA partir de cierta edad, uno se siente como si se volviera invisible. Es como si el mundo dejara de verte y de contar contigo porque, al no producir activamente como antes, dejaras de interesarle. Esto que estoy diciendo puede parecer muy alarmista, pero la sensación que vamos teniendo los que pasamos de la franja de los 50 es que se nos va arrinconando, a no ser que mantengamos un vivo interés por consumir.
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