Revista de actualidad, cultura y pensamiento

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Manuel González López

Editor de Democresía. Periodista, politólogo y aventurero a tiempo completo. Amante de la literatura y del cine de verano. Master Chef de emociones, que a veces sirve en plato de imágenes o palabras. Sueña con poder hacerlo a lo grande algún día y acertar 15 casillas en la quiniela.

Manuel González López tiene 18 artículos publicados

Un refugiado en Europa: el efecto ilusorio de estrenar mundo

En Internacional por

Ilusión. Esa es la diferencia de caminar por el Paseo de Gracia o por un camino de tierra en los arrabales de Kampala. De asombrarse con las figuras que decoran los adoquines de Barcelona o con el color rojizo de la tierra en Uganda. Es la forma en la que nuestros ojos decoran lo que ven y la manera en que rellenamos aquello que no alcanzamos a ver. La ilusión se alimenta de olores, sonidos y sensaciones, y los deja en algún rincón de nuestra mente, para que esta recurra a ellos sin previo aviso, cuando necesita rellenar los vacíos de la incomprensión. Es la realidad decorada con nuestros miedos y deseos.

Cuando llegué al campo de refugiados de Rwamwanja, en Uganda, tuve que mostrar mi credencial de periodista ante las autoridades. Como el director del campo – allí se denomina ‘Comandante’ – estaba fuera, me vi en la tesitura de esperar prácticamente todo el día a que volviese, así que decidí dejar mis cosas en la oficina de su secretaria y salir a dar una vuelta por los alrededores.

En aquel pueblo colindante al campo encontré un mercadillo, de esos semanales que parecen conseguir congregar a todos los habitantes del pueblo, ya sea en África o en Europa. Un mercadillo africano llama la atención porque puedes encontrar animales atados o enjaulados, y porque la mayoría de vendedores no tienen puesto; les basta con poner una mesa sobre la que enseñar sus productos. A algunos ni eso: lo ponen directamente sobre el suelo.

Me impresionó una señora tumbada junto a una montaña de restos de pescado: cabezas, raspas, colas y tripas devoradas por las moscas. Era la vendedora. Me impactó que eso se vendiese; que eso se comprase. La vendedora casi podía dormir sobre ese montón de restos y a mí se me hacía casi imposible no cubrirme la nariz con la camiseta. Me sorprendió que alguien pudiese sobrevivir a comerse eso, y más aún que la secretaria del Comandante me dijera que no pasaba nada, “que ese pescado está perfectamente”. Era una imagen que pasaba desapercibida para casi todos los transeúntes, pero a mis ojos era lo más excepcional que ofrecía aquel mercado; por lo chocante, por la intensidad del olor, por el zumbido de las moscas y por que alguien pudiese dormir abrazado a todo aquello, rodeado de un constante tráfico de ruido, polvo y personas. Supe entonces que lo que hacía de esa imagen algo especial eran las expectativas que llevaba conmigo. Era la sensibilidad que se despierta en el viajero cuando se enfrenta a una realidad desconocida, cuando camina cargado de sueños ante una primera vez.

Europa: todo demasiado ordenado y silencioso

Cuando Roger llegó a Barcelona, procedente de aquel campo de refugiados, y salió por primera vez a la calle, lo primero que dijo es que no sabía qué decir, “que todo era como un sueño”, que le impresionaba que todo estuviera tan limpio, que hubiese luz en todas las calles. Así que terminó preguntándome él a mí que cómo había hecho para moverme por Uganda.

Era una tarde de Navidad, de esas que casi nacen siendo noche, pero con la excepción de ser un diciembre atípico, sin bares ni mucha vida en la calle. Una tardenoche en la que Roger conoció el frío, y lo dijo como si fuese un invento de más allá del trópico, y a mí me recordó a cuando Aureliano Buendía recuerda el día que su padre le llevó a conocer el hielo. Le pareció que en Europa todo era demasiado ordenado y demasiado silencioso. Entonces recordé las misas de noche en el campo de Rwamwanja, su música atronadora y las plegarias cantadas que parecían salir de la oscuridad de la montaña y que yo, desde mi habitación del hostal, imaginaba como una enorme fiesta de danzas y rituales africanos bajo la fría luz de los fluorescentes. Mi cabeza mezclaba imágenes del espiritualismo africano, que siempre despierta de noche, y las pintaba con los colores eléctricos de la obsoleta precariedad tecnológica del (‘Tercer’) mundo rural.

Roger parece haberse hecho a vivir rodeado de blancos, a mirar las luces de los semáforos para cruzar la calle, a perderle el miedo a las escaleras mecánicas.

Son colores artificiosos, llenos de contrastes, parecidos a los de la fuente iluminada de Gran Vía de les Corts. Cuando Roger la vio por primera vez la vio tan azul que me preguntó si realmente era agua. Le dije que sí, que “solo es un efecto de luz”. Me pidió que le tirara una foto; imagino que para enseñársela a sus amigos de Uganda y mostrarles cómo es el mundo en Europa. Imagino que aquel azul intenso y artificioso cuadraba con su imaginario de la excepcionalidad tecnológica de Europa, como si esa unión de color, coreografía y luz evidenciase las diferencias con su mundo africano. Pensé que la realidad estaba respondiendo a su ideal y el ideal se estaba convirtiendo en belleza, igual que yo con aquella mujer que dormitaba junto al pescado.

El animal que más ha impresionado a Roger en Europa es el perro. Primero porque “en Uganda todos son callejeros” y aquí van atados; y segundo, porque jamás pensó que pudiesen existir tantas razas, ni que un perro pudiese ser viejo y pequeño al mismo tiempo.

Tiempo después, Roger parece haberse hecho a vivir rodeado de blancos, a mirar las luces de los semáforos para cruzar la calle, a perderle el miedo a las escaleras mecánicas y a moverse en metro siguiendo los colores. También hay realidades que sigue resolviendo con su imaginación, como la de los africanos que encuentra por la ciudad, hablando en plazas o cargando carros de chatarra. Piensa que pueden ser mafias y teme que le quieran meter en su sistema, así que evita acercase a ellos.

En lo poco más de tres meses que Roger ha dejado de ser refugiado en Uganda para ser estudiante en Barcelona, la ciudad ha cambiado mucho a sus ojos. Aún hay muchas cosas que no termina de entender y que, seguramente, en su silencio, va rellenando con su propia imaginación, dejando que su subconsciente complete los huecos del desconocimiento con miedos e ilusiones. Algo parecido a lo que hacemos todos al proyectar nuestro futuro. Probablemente, en el caso de Roger su imaginario sea muy distinto al de hace un año, cuando solo era un refugiado en el Tercer Mundo, y ahora se permita soñar con ser diplomático y conseguir un trabajo digno. De ahí que, en ocasiones, ilusión signifique lo mismo que esperanza.

Puedes conocer la historia completa de Roger en Refugio, el documental de Manuel González. Disponible en Filmin y Amazon Prime.

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Unidas Podemos y la altura de miras

En España por

La principal lógica de un sistema electoral con segunda vuelta es evitar una repetición de elecciones. O mejor dicho, evitar perder el tiempo de los políticos, de hacerselo perder a los ciudadanos evidenciando la bajeza de miras de los representantes públicos, y de reducir los costes de reorganizar toda la infrastructura electoral desde cero.

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El arte humano para sobrevivirse

En Pensamiento por

El ser humano es el animal con mayor capacidad de adaptación al medio“. Este dicho popular convence. Solo un científico se atrevería a refutarlo. El resto de los mortales pensamos en los esquimales de Siberia, en los bereberes del Sáhara, asentimos y seguimos a lo nuestro. Si aún le seguimos dando vueltas, la frase gana enteros al revisar el curriculum de una especie capaz de resistirse incluso a su propia amenaza. Obviemos la aseveración científica porque imagino que habrá alguna bacteria, parásito, insecto, o algún ser del inagotable espectro de la vida y sus formas que sea capaz de existir con una cantidad ínfima de oxígeno, bajo alta radiación o sometido a no sé qué tipo de rayo solar ultra-magenta. El caso es que posiblemente ninguno de ellos vea tan amenazada su existencia por su propia raza, por sus iguales.

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MELOPEA con Luis Gonzalo Díez: “La identidad cultural contra un enemigo es muy útil, pero luego se puede convertir en un régimen dictatorial”

En Entrevistas por

“Abro la ventana de Herder para oxigenar los discursos estereotipados de la actualidad”. Luis Gonzalo fue el protagonista de la VIII Melopea Democresiana, que tenía como fin ahondar en la idea del nacionalismo, precisamente huyendo de discursos manidos.

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‘La Carga’ o el peso que arrastramos

En Cine por

La Carga (‘Teret’) es un camino cuesta arriba, que entremezcla y evidencia las diferencias entre la duda, la inseguridad y la tensión. El trabajo de Ognjen Glavonić consigue meter al público en la piel del protagonista del filme, un gran Leon Lucev que encarna la incertidumbre, el miedo contenido y la ligera apariencia de normalidad que se vive en los albores de una guerra borrosa y omnipresente.

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Lugares remotos y mil maneras de viajar

En Democultura por

“¿Qué contaré de nuevo, aún no conocido o no contado? No tengo nada especial que contar”. A mediados del siglo XIX, Fiodor Dostoyevski viajó por Europa con el objetivo de relatar la realidad vecina a sus conciudadanos rusos. El resultado fue ‘Apuntes de invierno sobre impresiones de verano‘ (1863), una crónica que, por la naturaleza e inquietudes del escritor, resultó un estudio psicológico de la sociedad europea de la época.

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Madrid, ciudad huérfana de Champions

En Cuero por
Ronaldo Madrid Champions

Ahora que vuelve la Champions, la de primavera; ahora que la fiesta del fútbol se vuelve exclusiva, donde se mira más el nombre que los méritos; ese fútbol con luz, que nos canta la largura del día, que incita a atreverse con la manga corta y la terraza abierta; ahora que el fútbol padece tocado por el encanto de la primavera, Madrid se da cuenta de que está huérfana.

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El negocio de los refugiados en Uganda

En Mundo por

Al llegar al campo un refugiado me dijo que “Rwamwanja no eran más que tres casas antes de que vinieran los refugiados”. Ahora se podría considerar un pueblo grande, que la gente de la zona denomina ‘town’ (ciudad en inglés), donde los más de 70.000 desplazados del Congo que viven en sus aledaños han convertido la localidad en un núcleo comercial del distrito de Kamwenge (situado al oeste de Uganda).

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Uganda, el país del millón de refugiados

En Mundo por

El pasado 16 de febrero, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció que Uganda había alcanzado oficialmente el millón de refugiados procedentes de Sudán del Sur. Si le sumamos el número de refugiados originarios del Congo y otros países limítrofes, la cifra llega hasta 1.400.000 personas.

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El lenguaje de los sonidos

En Democultura/Música por

Si busca estilos de música en cualquier explorador digital, libro de música o enciclopedia que se precie, a buen seguro que encontrará más de los que era capaz de imaginar. Probablemente por eso de que la música no es más que el lenguaje del alma. Y como cada uno de nosotros cargamos con una –con mayor o menor esfuerzo – significa que lo hacemos con banda sonora propia. Así que he aquí el primer consejo: no se molesten en cuantificar la música.

La inevitable tendencia a la categorización del ser humano hacia toda realidad, incluido el arte, hará que ante usted aparezca una interminable lista de estilos y variantes. De entre todos ellos, hay uno que encarna a la perfección la máxima anteriormente señalada: el estilo libre. Sigue leyendo

[RELATO] Cuba bailó en silencio

En Diario compartido por

Este relato está inspirado en conversaciones, fotografías, costumbres y contemplaciones recogidas por el periodista Manuel Gonzalez, quien estuvo en La Habana,en casa de Miguel y Paola (nombres ficticios a petición de los protagonistas),  durante tres semanas a principios de 2014.

 

22.50 de la noche. La Habana, Cuba.

A punto de alcanzar las once de la noche, la oscuridad va ganando terreno a la vida de La Habana. La ciudad aún resiste con luces que alumbran calles y asoman por las ventanas de los edificios viejos y desgastados de la Habana Centro. Por esas mismas ventanas se escapa el sonido de algún bolero, de un narrador omnisciente o la emoción de la telenovela. Por esas ventanas se asoman soñadores, enamorados que cuchichean en la distancia y algún vecino con pocas ganas de dormir.

A través de una de esas ventanas se puede ver a un hombre. Miguel cumple fiel con su costumbre de esperar al sueño sentado en el butacón del salón. Lo hace mirando a la televisión, vestido con el pantalón y las chanclas de todos los días y fumando el mismo tabaco que ha fumado toda la vida.

Todo está como siempre. Miguel aún saborea el regusto de la cena, que es la misma de siempre. El aire suelta la brisa marina en el marco de la terraza, donde se corta en un silbido susurrado. Pero como es el mismo sonido de siempre, Miguel ya no lo oye. Nada dista de cualquier otro día en la vida de Miguel. Nada en ese día familiar ha advertido a Miguel de lo que vivirá esa noche. Una noche que recordará para siempre.

Una cara de siempre irrumpe en la televisión. Esa cara mira para donde nunca miró. Le mira a él. Miguel se siente intimidado y se incorpora en el asiento. Ese rostro familiar que se toma tanta confianza con Miguel lanza un mensaje. Unas palabras que cambiarán para siempre lo que para Miguel significó, durante toda su vida, la palabra ‘siempre’.

“El barbas ha muerto”, se dice Miguel para sí. Trata de repetirlo en voz alta, pero apenas logra susurrarlo. Se pone en pie y se precipita sobre el mando de la tele que está encima de la mesa. El cigarro se tambalea en su boca, pero él no se da cuenta. Sube el volumen a toda velocidad.

— “¡Paola!”- grita sin levantar la cabeza del televisor –  “¡Paola!”-  Está excitado, el tiempo se detiene o va demasiado rápido. El emisor del mensaje, Raúl, habla con palabras de plomo, saboreando cada pausa, pero a Miguel todo le parece un destello, como si medio siglo se concentrara en siete palabras.

Miguel sale corriendo a la habitación. Al llegar, asoma la cabeza por la puerta .

— “Paola!” – que está sentada de espaldas en la cama, doblando la ropa, ladea la cabeza por encima de la chepa. – “el
Barbas” – dice Miguel, que se toma un respiro para abrir bien los ojos. Ahora sí, Paola gira el cuerpo. Entonces, Miguel saborea el momento y deja que la historia salga de su boca: “ha
muerto”.

Paola se levanta como un resorte. Sus manos se abren y la ropa cae por el suelo y la cama. Arranca cojeando, casi a saltos por su discapacidad, hacia el salón. No quiere llegar tarde a la historia. Allí ya está Miguel, de pie, inquieto frente al televisor. Paola mira al aparato con los ojos vidriosos. No sabe si de alegría, de esperanza o por ver un sueño cumplido. Un sueño que tantas veces aterrizó sobre su cabeza; de día, de noche, de joven y de adulta. Un sueño que podía verse en sus ojos perdidos, y que ella tantas veces había visto en los de cualquier otro. Un sueño que había tenido mil sabores, pero que ahora, convertido en realidad, no correspondía a ninguno de los imaginados.

El cubano lleva 62 años acostándose con la tranquilidad de saber que al día siguiente todo seguiría igual.

Miguel se acerca suspirando éxtasis o nervios, ni él ni Poala saben aún muy bien el qué. Se para frente a ella, que aún no está del todo ahí. Esboza una sonrisa, no se sabe quién a quién primero, quién se la pega a quién. El caso es que los dos sonríen.

Miguel se apresura sobre la ventana, echa un vistazo a un lado y a otro. La calle está desierta, como si la ciudad se hubiese rendido estrepitosamente a la noche. Corre la cortina y vuelve con Paola.

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— “Esto hay que celebrarlo” – dice en bajito mientras la envuelve en sus brazos. Ella se deja caer sobre él y la pareja queda petrificada, apoyado el uno sobre el otro.

La incredibilidad da paso a la reflexión y ésta al cariño. Poco a poco empiezan a mecerse, a acariciarse y a besarse. Un movimiento lento, al que pronto acompaña una carcajada silenciosa que acentúa el brillo en sus ojos. Por un instante sienten un profundo desahogo. Se besan, dan vueltas sobre sí mismos como si bailaran en silencio por miedo, o por festejar algo que deseaban desde hace tanto tiempo, que ese tanto, es un siempre.

El cubano lleva 62 años acostándose con la tranquilidad de saber que al día siguiente, salvo catástrofe, todo seguiría igual. A más del 80% de la población siempre le ha acompañado una misma canción sin letra, que hoy, en frío y sin aviso, se toca públicamente. Pero es un sabor extraño, dan ganas de reír por la emoción de ver un imaginario hecho realidad, pero ¿cómo asimilar de repente que hoy es el día? El día en que tras toda una vida con un regalo enfrente, llega el momento de abrirlo. Ese día del que tanto oíste hablar pero que nunca nadie pronunció. Han llegado al futuro. Lo que no sabían es que ese futuro, tan cierto como aparentemente inalcanzable, es ahora un presente incierto donde nada cambia, salvo que desde esa noche, caminan por el limbo de la incertidumbre de no saber qué pasará mañana. Eso contenía el regalo, un sabor que el cubano ya había olvidado; el de la incertidumbre.

Lo malo de esperar toda la vida a un acontecimiento es que cuando llega, igual has olvidado en qué consiste. Ya no sabes si quieres lo que querías, o si directamente no sabes lo que quieres. Pero eso es un sobrevuelo que dejará la semilla de la incertidumbre para la resaca del mañana. Al menos para Miguel y Paola.

Bailan por los que ya no están. Bailan, porque no saben si después podrán bailar.

Miguel saca la botella de ron. La abre rápido, entre miradas jóvenes, llenas de ilusión y alegría; de risas susurradas, de sonrisas silenciosas y atontadas. Bailan a su ritmo. A su son. Con los pasos que siempre han acompañado su alegría. Pero hay una diferencia, esta vez es más lento. Es en silencio. Están saboreando que el momento ha llegado. Un momento histórico que, de momento, solo sabe a incertidumbre. Pero ellos bailan, porque no hacerlo significaría traicionar a tantos y a tantas veces que se prometieron que lo harían. Bailan por los que ya no están, por los que se fueron y por los que desaparecieron. Bailan por la muerte de un dictador, por la posible muerte de un sistema, por el imaginario hecho realidad y por la posibilidad de soñar. Bailan, porque no saben si después podrán bailar. Bailan por la incertidumbre, y ese baile, es un baile lento que media Cuba no bailará jamás. Pero que tanto los que bailen como los que permanezcan sentados, con lágrimas en los ojos, estarán más próximos de lo que piensan. Ambos se encontrarán en la pregunta de qué será ahora de tí Cuba; qué será de tu tierra, de tu futuro y lo que más les preocupa: qué será de nosotros, tu gente.

Quizás bailarán pensando en que el día de mañana se hablará en pasado de ese día. Una fecha que se escribirá en mayúsculas y que dará pie a mil historias y novelas. Un día que se estudiará en colegios y Universidades, no solo de Cuba, sino de todo el mundo. Se hablará de que en los días siguientes miles de personas hicieron cola para despedir a un dictador, a un ideólogo o a un revolucionario; para ver el pasado hecho cenizas y para no ver ya nunca más la barba de la Revolución. Se dirá que en esos días salían correos de Cuba al resto del mundo bajo el título de “Aquí nada se puede decir”. Pero quizá nunca se sepa que en aquella noche para la historia, Cuba saboreó la incertidumbre y bailó en silencio.

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Lecciones del Brexit y una salida a la salida

En Internacional/Mundo por

Aparte de incendiar las redes sociales y las esperanzas de los jóvenes británicos y no británicos que viven en las islas, el Brexit ilustra algunas particulares que empieza a caracterizar la política del siglo XXI. Si en el siglo XX fueron las ideologías, el asociacionismo y las luchas de clases las que decantaron el voto de los ciudadanos, poco a poco la accesibilidad a la información, los medios de comunicación de masas y la mediatización direccionada de la opinión pública están dando paso a la marketinización de la política – o mercantilismo si lo traducimos al español, lo que acerca el término a un concepto más resultadista y lucrativo, que es al fin y al cabo de lo que se trata. Sigue leyendo

La ilusión de un niño. La confianza de un hombre

En Cuero por

La historia de Fernando Torres podría ser la típica historia de un deportista de élite con final feliz. La del aventurero que sale de casa para aliviar la economía familiar y que, años más tarde, vuelve cargado de experiencia para conducir a la familia hacia su época dorada. La historia también podría ser la de aquel héroe que jamás encontrará la ansiada gloria en su casa, sino que tendrá que cruzar mares y montañas para firmar las estocadas que ponen fin a las más épicas batallas. Sigue leyendo

Vayamos poniendo fecha

En Elecciones 20D/España por

Una simple mañana en el Debate de Investidura ha bastado para saber que no va a haber Gobierno posible. Alusiones, reiteraciones, críticas, achaques e incluso descalificaciones han plagado unos discursos más propios de una campaña electoral que de un Parlamento.

Por si había alguna duda, se ha evidenciado la falta de entendimiento suficiente tanto para formar como para permitir formar un Ejecutivo: el Partido Popular y Podemos no van a votar ni abstenerse en favor de la coalición PSOE – Ciudadanos. Esto es política, y la política, tal y como defendían Anthony Downs, Klaus Von Beyme y demás teóricos reduccionistas, tiende más a semejarse a la economía que a la consigna armónica de la unidad en la diversidad.

Pero dejando de lado los ataques e improperios que los representantes de esta sociedad se lanzan de asiento a asiento, el debate evidencia lo que la mayoría de los españoles augurábamos. Primero, que aquí no hay quién se entienda (por más que se alce la voz) y, segundo, que los discursos empiezan a coger un color llamativamente electoral.

Claras son las posturas de Podemos y PP, visto que no consiguen lo que quieren: sillones, carteras y el control de determinadas instituciones como el CIS (ojito a la importancia de esta herramienta para un partido que tan bien ha sabido estudiar el mercado electoral) además de determinadas medidas políticas o, en el caso de los segundos, sea el hecho simple y directo de gobernar.

Con este panorama, ambos quedan en una posición de beneficio cero de cara al acuerdo y les obliga a marcar un discurso aguerrido y directo. La formación de Iglesias ataca duramente al PSOE, acusándole de deslealtad a su ideología y presentándose a sí mismo como el partido puro de la izquierda. Mientras, el PP se mantiene en sus trece argumentando su legitimidad gubernamental en su mayoría parlamentaria e incidiendo en el punto débil de los socialistas: la estabilidad y recuperación económica.

Podemos: acusa de deslealtad al PSOE y se presenta como el partido puro de la izquierda.

Algo más enrevesada parece la estrategia de Ciudadanos, aunque la intervención de Albert Rivera deja entrever lo que hay bajo el agua. Parecerá difícil de entender su acercamiento al Partido Socialista si, primero, no ha habido ningún guiño especial durante la campaña y, segundo, desde un inicio el propósito de formar gobierno parecía una temeridad. Sin embargo, después de escuchar su discurso en la Cámara y su feroz crítica al PP, el cual se presentaba como un candidato más factible a ofrecer su apoyo que el PSOE y con más opciones de gobernar, ha quedado claro que no ven salida alguna a unas próximas elecciones.

Ciudadanos: primero un acercamiento a la izquierda, después, un ataque al principal partido de la derecha.

Rivera comenzó el asalto a los populares en los puntos flacos tradicionales como la corrupción, el proteccionismo de los intereses empresariales y las puertas giratorias, pero también se lanzó a los puntos que los propios populares utilizan como escudo del miedo en su campaña: unas cifras de paro con las que no nos podemos conformar y la falta a su palabra sobre política fiscal en la campaña de 2011.

¿Es esto una declaración de intenciones? Primero un acercamiento al electorado de la izquierda, cuando tanto se le acusó de ser la marca blanca del PP y después un ataque al principal partido de la derecha. Por si acaso quedaba alguna duda, Rivera volvió a definir a su partido como un partido de centro y liberal. ¿Será esta la estrategia de Rivera ante la quimera de formar Gobierno y al ver que el resto de formaciones ya afila lanzas?

 

FOTO: Pedro Sánchez durante la sesión de investidura de este miércoles. PSOE

Debate a cuatro

En Elecciones 20D/España por

Esta noche, los representantes del Partido Popular, Partido Socialista, Ciudadanos y Podemos se medirán en un debate histórico.

Nunca antes en la historia democrática de nuestro país se ha visto una confrontación, directa y en el mismo plató, entre cuatro partidos políticos en la televisión por ganarse el voto de la población. Principalmente porque nunca antes cuatro partidos se presentaban con opciones a la Presidencia, o al menos de influir determinantemente, si tenemos en cuenta los resultados de las últimas encuestas. De inicio, el encuentro ya ha dado mucho de qué hablar.

La defensa del PP estará delegada a Soraya Sáenz de Santamaría, de quien son más que conocidas sus tablas dialécticas en el Congreso. El resto de los partidos estarán representados por sus líderes – Sánchez, Rivera e Iglesias –  que tratarán de apretar el ritmo en una etapa clave de esta carrera de fondo. Sigue leyendo

Artur Mas, estrategia política

En Cataluña/Elecciones 27S por

Las elecciones del 27S han dado, dan y darán mucho que hablar. Al menos hasta las próximas, que tal y como ha reconocido Durán i Lleida se prevén más pronto que tarde.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención siempre, y que bien reflejan estas elecciones, es la capacidad de los políticos para perpetuarse en el poder, siempre y cuando son elegidos. Creo, sin la menor duda, que es digno de elogio.

Pues bien, el señor Artur Mas, después de algo más de 12 meses de escándalos de corrupción que salpicaron a su partido – y a su persona -, de una ruptura de la formación con la que ganó las elecciones (CIU), de un Referéndum con una participación menor de lo esperado y del desgaste que tiene cualquier trono político, la formación de Artur se llevó 62 de los 135 escaños del Parlamento Catalán. Sigue leyendo

La Grecia postelectoral: prioridades, pactos y seis escaños

En Mundo por

Desde finales del siglo XIX, con la progresiva democratización de los “Estados Modernos” han surgido diversas formas de ver, comprender y actuar en torno a la realidad presentada. Esta cosmovisión y manera de actuar es lo que conocemos como ideologías, ya que como su propio nombre indica –ideo: idea, forma y logía: razón – se trata del conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el comportamiento de una persona o colectivo.

Pues bien, parece que esta lógica ha llegado a su fin. Y el ejemplo no puede ser más reciente. Este domingo Syriza ganó las elecciones griegas con un 35,5% de votos, lo que equivale a 95 escaños del Parlamento griego. Al ser la fuerza más votada, la ley electoral griega estipula que se le concedan otros 50 escaños, lo que hace un total de 145. Como el Parlamento está compuesto por 300 asientos, Syriza sólo necesitaría seis puestos más para obtener mayoría en el hemiciclo. Hasta aquí todo muy sencillo y lógico. Sigue leyendo

Grecia busca héroe

En Mundo por

Por tercera vez en lo que va de año, los griegos acudirán a las urnas. Dos elecciones al parlamento y un referéndum son el claro síntoma de la inestabilidad que sacude un pueblo donde parece que ya nadie entiende de oráculos.

Está claro que no son buenos tiempos para el país heleno. Desbordado por una deuda que supone el 175% del PIB, que a su vez ha descendido un 25% desde 2009, con sus consecuente y escalofriante tasa de paro (25%) –es probable que si usted es español no se haya sorprendido lo más mínimo– con más del 34% de la población bajo el umbral de la pobreza, –según la oficina de estadística griega Elstat–, y además ahora se le suma la oleada de refugiados que cada día desembarca en las islas griegas huyendo de guerras vecinas. Las administraciones públicas deben doblegar sus esfuerzos por paliar las necesidades internas al mismo tiempo que procuran asilo y salida a los recién llegados.

Al lado de este huracán, que sacude sin descanso la Hélade y las islas colindantes con cifras, monedas, estrellas y refugiados, cualquiera de las criaturas mitológicas más aterradoras parecería un dulce regalo para que cualquier osado se convirtiera en héroe. Sin embargo, como en todos los retos que ha planteado la propia mitología, cuanto mayor el reto, mayor el héroe. Sigue leyendo

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