Nuestra virtualidad latina
Súbitamente, lo que era ocasional se volvió habitual. Lo que antes servía para hablarse y verse con relaciones distantes -familiares, amicales o profesionales- pasó a ser el vehículo imprescindible de comunicación con los más cercanos. A partir del distanciamiento social obligado por la pandemia, el espacio cotidiano se hizo grueso, aumentó su espesor hasta hacerse difícil de atravesar.
Sigue leyendo