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Ignatius Reilly Jr.: “La guerra cultural se acabará cuando se extingan los progres”

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Nota del editor: Reaparecen en estas líneas dos viejos conocidos democresianos en un diálogo que acaso nunca haya tenido lugar pero que, por su interés, nos dignamos a reproducir. Se trata de una entrevista que el abominable Gregorio Samsa, responsable de algunas polémicas, como la que encendió al mismísimo Jorge Bustos, mantiene con otro personaje despreciable que figura entre nuestros colaboradores: don Ignatius Reilly Jr. Tras algún tiempo sin dejarse ver por estas páginas, nos afligen con una intervención conjunta que ofrecemos al lector para que haga con ella lo que juzgue conveniente.

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Ignatius, hace ya algún tiempo abandonaste la primera línea de fuego en esta batalla cultural, y somos muchos los que nos preguntamos: ¿por qué lo dejaste? 

Hice números.

¿Podrías explayarte un poco?

La batalla cultural se acabará cuando se extingan los progres. La cultura por la que abogan es suicida, basta ver los perfiles biográficos de sus adalides: resentidos y ofendidos, obsesionados con que los demás reconozcan sus manías y autopercepciones. Pasean perros y vociferan en las redes sociales. Adultos con obsesiones y comportamientos propios de adolescentes. Difícil que saquen adelante una familia quienes la miran como un mecanismo de opresión heteropatriarcal. 

Pero su discurso está omnipresente en los medios de comunicación, las redes sociales, el marketing de las grandes empresas y capitales, el mundo del entretenimiento, la política…

Sí, pero todo eso es propaganda. La familia cuando aúna vocacionalmente a sus miembros y resulta en una experiencia luminosa, de aceptación y entrega mutua, da a luz a personas libres, con carácter, impermeables a la propaganda.

Son varias las voces, vamos a llamarlas “conservadoras”, que animan a dar la batalla cultural, ¿están equivocadas esas voces?

He visto que ha habido cierto revuelo últimamente, al menos en Twitter, entre los miembros del team facha.

Batalla cultural, intelectuales cristianos… por cierto, ¿Dónde están los intelectuales cristianos?

Lo diré en dos palabras: limpiando culos.

¿Perdón?

No es que no los haya, pero les queda poco tiempo para las redes sociales. Una buena parte de estos tienen la suerte de ser profesores universitarios, y tienen que compaginar sobrecarga de docencia, procedimientos burocráticos y sexenios, con una familia, seguramente numerosa y un matrimonio que cuidan como un tesoro, porque saben que es la pieza sobre la que se asientan los hijos y todo su proyecto vital. Es divertido ver como ciertos adalides del progreso, cuando tienen hijos, los ponen en su descripción, antes que otros “méritos”: Menganito, padre de un niño y un perro, crítico de cine, amo los deportes de agua, etc. Mientras que los más conservadores suelen priorizar el vínculo conyugal: Menganito, esposo/a de…

No me has respondido qué piensas de la batalla cultural

Acaba de salir un debate entre Miguel Ángel Quintana Paz y Armando Zerolo sobre esta cuestión. Este debate es interesante por varias razones. La primera de ellas es que es un debate real, hay una voluntad de verdad. Se detienen, exigen definiciones, matizaciones, ejemplos, metáforas y se escuchan mutuamente. En dos horas llegan a algunos pocos acuerdos y quedan claros algunos desacuerdos, y apenas les da tiempo de presentar la cuestión en sus términos básicos. Pero es estimulante ver como intentan comprenderse mutuamente y no simplemente soltar cada uno su rollo.

Sigues sin responder…

Déjame que termine y te responderé. Quintana Paz defiende que hay que dar la batalla cultural, porque la izquierda ha roto los consensos mínimos de las democracias liberales y ha hecho del lema “todo es política” su bandera, lo que quiere decir: mis ideas, mi visión del mundo, mis principios morales deben ser compartidos por todos en la comunidad política. Zerolo en cambio, no está de acuerdo en entrar en el juego implícito de la batalla cultural, el juego dialéctico del nosotros/ellos, porque es esta una forma de (con)vivir siempre destructiva, que merma a la persona y hace imposible la vida común.

A mi modo de ver, lo que estamos viviendo ahora es una vuelta a la religión política fuerte, y en esto Quintana Paz tiene razón: se ha roto el pacto, que consistía en la aceptación de las democracias liberales como religiones civiles (débiles o de mínimos). Vox como fenómeno nace precisamente porque la nueva religión política que pretende una parte de la sociedad amenaza con entrar en las casas y decidir sobre el contenido de las conciencias. 

Pero algo me dice que  estás más cerca de la posición que defiende Zerolo

Creo que la reticencia de Zerolo viene en parte por la experiencia histórica del cristianismo. No me refiero evidentemente a la cultura engendrada por la vivencia de la fe cristiana, sino a los diversos proyectos políticos nacidos de comunidades también cristianas, aunque temerosas e inseguras, que quieren cambiar la cultura, o más bien crear una cultura cristiana olvidándose que es la fe misma la que en la paciencia se eleva como un árbol frondoso donde se posan las aves.

Entonces estás diciendo que tu posición es la de la opción benedictina

No he leído el libro de Dreher, pero si dice lo que Quintana Paz dice que dice, entonces no, no estoy por la opción benedictina. Ahora bien, sí estoy por la opción de San Benito. San Benito no se aisló del mundo, sino que vivió la fe en comunidad, pero lo hizo en un monte, un lugar elevado a la vista de todos. Y no vivió una fe espiritualista sino muy encarnada. Tanto que el monasterio generó riquezas económicas, salvó la herencia valiosa de un pasado precristiano -incluso cuando a veces no lo comprendiera -hizo florecer el arte, parió las universidades. Se dedicó a lo importante, no a lo urgente, y la cultura medieval nació de esa experiencia concreta de comunidad unida. Hoy el desafío de mantener a flote el barco de Odiseo en medio de la tormenta, a mi modo de ver, la cumplen discretamente las familias.

Tu discurso me suena muy @aparachiqui

Soy muy amigo de ese talibán de la crianza. Mientras estaba viendo el debate de Quintana Paz y Zerolo, el segundo quiso emplear una metáfora con sus propios hijos, y Quintana Paz aprovechó para preguntarle cuantos hijos tenía. Zerolo le contestó: cinco. Y @aparachiqui, que no estaba viendo el debate ni había oído los argumentos, se paró y dijo: Jaque mate.

Te confieso que estoy algo sorprendido. Has empezado muy beligerante, diciendo aquello de que los progres se extinguirían y has acabado muy cuqui en plan abrazo fraternal universal.

Sí, lo de los progres solo lo dije por el titular, a modo de click bait. No conozco a ninguno, en realidad. Lo usé como hombre de paja para soltar mi monserga. Los progres, los fachas… pura abstracción. Y como he defendido en este medio alguna vez, a mí me gusta comer carne.